Padre Abraham
Esto me pasa por leer Adlo! Novelti Librari. Se ponen a hablar de pitufos y te enlazan una burrada como ésta.
¿Qué pasa? Ya advertí que era una burrada. ¿Qué más quieren?
Esto me pasa por leer Adlo! Novelti Librari. Se ponen a hablar de pitufos y te enlazan una burrada como ésta.
¿Qué pasa? Ya advertí que era una burrada. ¿Qué más quieren?
Una entrevista bastante interesante con Mauro Entrialgo, con un buen repaso a su trabajo. Me ha gustado mucho que tenga tan claro para qué sirve su bitácora Lo que hago y lo que me hacen:
Los contenidos de mi blog están definidos desde su título. No tiene sentido que lo siga el que deteste lo que yo hago, pero para el que le interesen mis cosas también encontrará otras muchas pistas culturales interesantes con las que haya rozado mi labor. Por supuesto, es ombliguista a tope, pero en el sector que trata (lo que hago) es imposible que nadie tenga más información que yo. A veces me parece un poco ególatra, pero la verdad es que yo siempre hago aquello que como consumidor me gustaría encontrarme. Y a mí me encantaría leer otros blogs del mismo tipo en primera persona que contasen todas las cosas en las que andan metidos, por ejemplo, Gallardo, Manel Fontdevila o Miguel Brieva.
A veces recuerdo por qué es bueno tener a alguien como Algernon cerca. Estaba hablando con él en el canal #blogalia cuando le comenté que tenía aspecto de haber salido en una película junto con ese actor bajito que hacía de Jaimito y aparecía en una película de Fellini. Con rapidez, me dio el nombre del actor: Alvaro Vitali. Pero claro, no esperaba menos de un italiano. Lo que no me esperaba es que me diese una página con información sobre el hombre.
Y la página, ¿Qué fue de…?, está francamente bien. Te cuenta que fue de ese actor, actriz, cantante o cantante que tuvo su dos segundos de fama en algún momento de la historia. Te puedes hundir en ella leyendo las terribles historias, o los finales felices de algunas vidas. Adictiva.
Veo en Malaprensa una curiosa imagen de la portada del Qué! de hoy (pdf). Se refiere a los gastos de mantener a un bebé.
Hombre, 130 euros al mes en potito no sé yo, quizá, supongo que es posible, pero definitivamente, 1.200 euros al mes en pañales sí que parece mucho demasiado. No sé cuántos gastaremos nosotros -no me he puesto a contar los pañales que usamos- pero me da la impresión de que con 5 paquetes de 44 al mes nos arreglamos (mi mujer me corregirá). Y eso sale por unos 100 euros, dependiendo de marca y modelo. Por tanto, ¿de qué están fabricados los pañales que usan los redactores de Qué!? ¿Son pañales forrados de cachemir? ¿Estás tejidos en seda por hilanderas chinas que cobran en diamantes? Entonces, ¿los potitos son de caviar iraní? Misterio.
Jo, lo de que no se podía hablar ya lo sabía. Pero no sabía que las consecuencias pudiesen ser ésas (en inglés):
(vía line of site)
—–
Es que si el pastel de bodas puede ser como este…:
¿Y el quinto elefante? ¿Dónde está el quinto elefante?
(vía Pharyngula)
Andaba yo infructuosamente buscando el libro De la TV a Hollywood por las librerías de Santiago. Por suerte, hoy pasé por el apartado y me llevé la grata sorpresa de encontrarme un ejemplar, enviado por la propia Concepción Cascajosa Virino y dedicado. De fan de la tele a fan de la tele, gracias.
Llevo leídas 20 páginas -sí, no pude esperar- y me está gustando mucho. Se lee igual de bien que Prime Time. Las mejores series de TV americanas y parece contener el mismo equilibrio delicado entre rigor y entretenimiento (no sabía que Doce hombres sin piedad estaba basada en un programa de televisión). Ahora mismo, está claro que la televisión comercial americana tiene bastante más calidad que el cine comercial americano; lo curioso es decubrir que ya hubo periodos así.
De la contraportada:
A finales de los años 50 y principios de los 60 Marty, El milagro de Anna Sullivan, Doce hombres sin piedad o Días de vino y rosas fueron exitosas adaptaciones cinematográficas de sendas obras televisivas. La pequeña pantalla demostraba que podía abastecer a su hermana mayor con argumentos y personajes de cosecha propia. Éxitos posteriores como Star Trek: La Película, Granujas a todo ritmo, Los intocables de Eliot Ness, Agárralo como puedas, El fugitivo, Maverick, La familia Addams o Misión: Imposible demostraron la excelente salud de la relación entre ambos medios. En la actualidad el trasvase de famosos personajes televisivos al cine resulta imparable: Los ángeles de Charlie, Starsky y Hutch, Scooby-Doo, S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson y hasta Los Simpson lo confirman y no resultaría extraño que la envidiable calidad de las series de ficción norteamericanas actuales terminaran de resolver la falta de creatividad de Hollywood.
Concepción Cascajosa Virino, autora de otras obras sobre el medio televisivo como Prime Time: La mejores series americanas. De «CSI» a «Los Soprano» y doctora en Comunicación Audiovisual, nos propone un repaso tan exhaustivo como ameno sobre más de un centenar de largometrajes de Hollywood que, desde la llamada Edad de Oro de la televisión norteamericana hasta nuestros días, se han inspirado en series para la pequeña pantalla.
Lo he visto en Boing Boing. Es naranja y lleva un temporizador con cuenta atrás. Si lo tocas, dispara una sirena y sale corriendo usando una ruedecillas que tiene debajo:
Genial.
Si todo va bien, del 11 al 13 de octubre estaré en Córdoba, asistiendo al II Encuentro Nacional de Juegos de Mesa. El encuentro dura hasta el 15, pero yo tengo que volver con mi niña. Parece haber muchas actividades programadas (me he apuntado al Kniziathón, aunque a mí lo de ganar se me da fatal) y se va a jugar mucho, que es de lo que se trata.
Un actividad que me interesa especialmente es la presentación que hará Mercurio (el día 12 a las doce) del juego Shogun. Shogun es un juego basado en otro anterior llamado Wallenstein que me interesó mucho en su momento. Me han dicho que será posible jugar a Shogun durante el encuentro. A ver.
Para saber más, Rick Thornquist ofrece First Impression: Shogun.