myFry, de Stephen Fry

La verdad es que no sé cómo se llama este libro. La versión en papel se llama The Fry Chronicles. Pero yo lo leí en su versión “app para iPhone”, que parece llamarse como he puesto arriba. No sé, me desconcierta un poco no saber de qué estoy hablando. Pero como al final decidí que contaría un poco sobre la app, pues escogí su nombre. Por lo demás, dicen que el texto es exactamente el mismo y que entre una edición y otra sólo varía el interfaz.

Si ya saben quién es Stephen Fry —el humorista y actor británico, terriblemente culto, la voz del narrador de Pocoyo en inglés, aficionado a la tecnología, poseedor de una increíble variedad de intereses y con una capacidad para la ironía absolutamente envidiable— no tengo mucho más que contarles (si no lo saben, tienen varias horas de televisión por ver). Este libro relata su vida desde que salió de la cárcel e ingresó en la universidad de Cambridge, hasta su caída en la siguiente adición importante. En el intermedio, pasa por sus primeros acercamientos a la actuación, la vida en la universidad de la época, su ascenso a la fama, el momento en que empieza a ganar mucho dinero y puede aficionarse a comprar coches, su primera pasión por los ordenadores de Apple, los primeros textos publicados que le acabarían convirtiendo en un ensayista solicitado. Y también los retratos de personajes como Hugh Laurie, Emma Thompson o Rowan Atkinson. Todo acompañado de grandes dosis de autoanálisis, donde el Stephen Fry de hoy pone en su sitio al Stephen Fry que fue, ejecutando esa tarea de una forma tan inteligente que logra que lo que podrían haber sido ocasiones para el llanto sean entretenida (en alguna ocasión incluso recurriendo a hablar del futuro, más allá del marco temporal del libro). Vamos, una lectura deliciosa y recomendable, especialmente si te interesa la comedia británica de ese periodo.

En cuanto a la app, decir que cuenta con un interfaz curioso. Los capítulos del libro están dispuestos alrededor de una rueda y cada uno está marcado con palabras claves que indican de qué se habla en el texto. En la rueda, cada capítulo aparece como una barra con los colores correspondientes a las etiquetas asignadas. Puedes, por tanto, intentar ir saltando de un tema a otro, sin seguir el orden cronológico. Así lo leí yo, y de tal suerte supe de las consecuencias de actos sobre los que todavía no había leído, o seguí su ascenso social antes de haber sabido de sus primeros pasos en el teatro. No crean, me pareció mucho más divertido leerlo así.

Por desgracia, el interfaz es ingenioso, pero a la larga no me pareció demasiado bueno. Los capítulos leídos –al terminar los puedes marcar– aparecen en colores más apagados. Eso está bien, porque así los distingues con facilidad. Pero claro, progresivamente se va haciendo más difícil seleccionar los capítulos no leídos, porque la rueda de marras requiere cierta precisión que a este que les escribe le resulta difícil alcanzar. Me parece buena idea, pero también pienso que precisa mejoras.

(Siendo como soy, llegué a la conclusión de que los halos de colores que rodean la rueda representaban más o menos la masa de etiquetas que te quedaban por leer. Por tanto, decidí ir leyendo por bloques de etiquetas, a ver si lograba controlar los colores. No lo conseguí. Probablemente no lo hiciese bien).

[50 libros] 2010

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. Jordi B.

    Si te interesa el tema, «Moab is My Washpot» es la primera parte de su autobiografía, que cubre sus primeros 20 años de vida. Lo tienes en la tienda Kindle, sin parafernalia rara de ruedecitas con etiquetas. Lo malo es que sale más caro (13,52 $) que comprar el libro en papel. En ciencia ficción de la variedad historias alternativas, publicó «Making History», que está muy, pero que muy bien.

    Es muy gracioso ver a Stephen Fry y a su amigo Hugh Laurie en «A bit of Fry and Laurie» haciendo gamberradas al más puro estilo Monty Python. Se lo pasaban pipa disfrazándose de maruja británica, jeje.

  2. Pedro Jorge Romero

    «A bit of Fry and Laurie» es buenísimo. Me encanta Fry con sus parrafadas supercuidadas.

Deja una respuesta