The League of Rejected Superheroes
Me han encantado The Incredible Infringement Man, la Scantily-Clad Woman y, por supuesto, Inibrion (The superhero who can’t stay sober).
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Me han encantado The Incredible Infringement Man, la Scantily-Clad Woman y, por supuesto, Inibrion (The superhero who can’t stay sober).
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Según dos cosmólogos de la Case Western Reserve University, la aceleración de la expansión del universo impone un límite físico a la cantidad de información que se podrá almacenar y procesar en le futuro. Es más, calculan que el límite no superará lo 10120 bits. Ya saben, hay un final.
Más información en Future of Computation Is Finite.
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Quién me iba a decir a mí que uno de los mejores comentarios sobre la teoría conspiratoria actual lo iba a pillar en el chiste de una periódico. Pero así fue, ayer, en El Mundo. Guillermo nos mostraba a un señor viendo la televisión la noche del sábado 13 de marzo que se comenta a sí mismo:
¡Cielo santo! ¿Estará jugando alguien con este gobierno que juega con nosotros programando ocho horas antes de que abran los colegios electorales esta película sobre ETA?
[Estoy escuchando: «el Rancho Grande» de Artie Shaw en el disco Jazz Masters Artie Shaw]
(vía Follow Me Here…)
[Estoy escuchando: «Indian love song» de Artie Shaw en el disco Jazz Masters Artie Shaw]
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Magnífica entrada de Rafael Marín donde repasa la serie de Angel comparándola con el mundo de los cómics de superhéroes. Una muestra:
Puro tebeo. Pero mejor que los tebeos. Por todo eso que ya hemos comentado muchas veces: porque los personajes evolucionan de verdad. Porque los matices aventureros, humorísticos, trágicos y de pura acción están perfectísimamente equilibrados en los 42 minutos justos de cada episodio y en los 22 episodios de cada temporada. Porque los diálogos son sabrosos, inteligentes, rápidos, cargados de dobles, triples, cuádruples sentidos. Porque los guionistas (y son muchos) entienden a la perfección cómo son y de qué pie cojean los personajes (y, supongo, los actores) y son capaces de encontrar el equilibrio perfecto entre pasión y razón, entre televisión de entretenimiento y televisión de autor. Porque es una serie que demuestra que puede hacerse escapismo adulto y enriquecer con conversaciones jugosas, con escenas de sexo liviano, con peleas que no entorpecen el desarrollo de una trama, sin insultar la sensibilidad ni la inteligencia del público al que van destinados. Porque no hay miedo a seguir adelante. Porque no hay vuelta atrás. Porque se sigue explorando la psicología de los personajes, que son maduros y saben que hoy pueden pensar y sentir de una manera y mañana de otra y, sin embargo, seguir siendo ellos mismos.
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De París no se acaba nunca de Enrique Vila-Matas.
¿Soy conferencia o novela? Dios, qué pregunta. Disculpen ustedes. Parece que regrese a los días en que era joven, vivía en París y estaba desesperado y no paraba de hacerme preguntas.
Es que el nudismo hay que practicarlo con cuidado. Si no, vean este corto para convencerse.
(vía die puny humans)
¿Qué hacer con los miles, quizá millones, de perchas que uno tiene colgando en el armario? Pues Re-use of wire coat hangers ofrece varias ideas y solicita más. No me digan que esto de usarlas para secar pulpos no es genial:
(vía BoingBoing)
Dos de mis sobrinos hablaban hace unos días sobre los Power Rangers. La cosa fue más o menos así:
El de siete años,
-Va a empezar una serie nueva de los Power Rangers.
El de doce,
-Los Power Rangers de antes sí que eran buenos.
Las generaciones pasan cada día más rápido.