[La Ética en la Ciencia Ficción] Perspectivas éticas desde la ciencia ficción

Si yo hablé más en genérico sobre futuro, tecnología y ciencia ficción, Miquel Barceló -de la Universidad Politécnica de Cataluña- se centró más concretamente en el tema de la ética y la informática desde la óptica de la ciencia ficción.

Empezó con algunas consideraciones sobre la ciencia ficción, caracterizándola como una temática sin límites: se puede situar en el pasado, el presente o el futuro; en este mundo o en otros; en sociedades reales o inventadas… Es además una narrativa con muchos medios de expresión: literatura, cine, televisión, cómic, teatro, etc… Planteó igualmente una distinción entre prospectiva, que crea modelo racionales para imaginar el futuro, y la ciencia ficción, que crea modelos dramáticos para imaginar el futuro. En particular, la ciencia ficción ayuda a aprender a vivir en el futuro.

Después de plantear algunas consideraciones sobre la ética (por ejemplo: ¿quién decide lo que está bien y lo que está mal?) pasó a tratar la ética en la ciencia ficción partiendo del espléndido cuento de Ursula K. LeGuin «Los que se alejan de Omelas» (en español, en inglés), una historia que examina lo que significa la ética y que sirve además de contraejemplo al utilitarismo más estricto. Otros ejemplos fueron: El juego de Ender de Orson Scott Card (xenocidio), «Valhala» de Gregory Benford (sobre el final de Hitler) y «Para ver al hombre invisible» de Robert Silverberg (sobre la justicia excesiva).

Centrándose ya en la informática, el gran tema es la naturaleza del ser humano: robots, inteligencias artificiales, etc… Examinó las tres leyes de la robótica y mostró que con una pequeña modificación se podrían transformar en las tres leyes de la «humánica». También se ocupó de las inteligencias artificiales en 2001. Una odisea del espacio y la novela Gran río del espacio de Gregory Benford.

Miquel Barceló prefiere al término tecnociencia para englobar tanto a la ciencia como a la tecnología, partiendo de que hoy en día están tan imbricadas que sólo en casos concretos se pueden distinguir. En ese respecto, en ocasiones actúa como profecía auto-preventiva: Todos sobre Zanzibar de John Brunner, La fuga de Logan de William F. Nolan o Las torres del olvido de Geroge Turner. Como casos extremos, puso Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley (la responsabilidad del científico) y La guerra de las galaxias (abandono de la tenociencia a favor de la magia).

Sus conclusiones se resumen en: «El autor de ciencia ficción advierte de ciertos peligros, critica ciertos desarrollos negativos posibles pero sabe que, en definitiva, el ser humano es un ser tecnológico y que no existiría sin tecnología: somos el chimpacé evolucionado que hace herramientas sofisticadas».

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p class=»media»>[Estoy escuchando: «I Will Talk and Hollywood Will Listen» de Robbie Williams en el disco Swing When You’re Winning [Expanded] (1 of 2)]

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