Investigaciones

Acabo de comprar Investigaciones. Compejidad, autoorganización y nuevas leyes para una biología general de Stuart Kauffman. Del prefacio:

Tal vez el aspecto más llamativo de Investigaciones, tanto en el texto resultante como en su proceso de gestación, sea mi polémica conclusión de que el modo en que Newton, Einstein y Bohr nos enseñaron a hacer ciencia es, cuando menos, incompleto. En sus ejemplos, verdaderas piedras angulares de la física, se preestablecen partículas, fuerzas, leyes y condiciones iniciales para seguidamente computar las consecuencias. En tales escenarios somos capaces de abarcar a lo largo del tiempo la totalidad del espacio de posibilidades, es decir, podemos predeterminar de modo finito la configuración del espacio de posibilidades del sistema en cuestión. Esta capacidad para preestablecer el espacio de configuraciones, por ejemplo, es la premisa conceptual en la que se basa la mecánica estadística clásica cuando analiza el comportamiento de un recipiente lleno de gas a partir del espacio de fases 6N-dimensional formado por todas las posibles posiciones y momentos de sus N partículas.

Pero, tras mi peregrinaje, sólo me cabe dudar de que podamos preestablecer algún día el espacio de configuraciones de una biosfera. La causa fundamental proviene de lo que Darwin denominaba «preadaptaciones», es decir, las consecuencias causales de ciertas características de un organismo carentes de significado adaptativo en el entorno habitual en el que dicho organismo se desenvuelve, pero que pueden cobrar importancia en un entorno nuevo y ser finalmente escogidas por la selección natural. Así surgieron el oído, los pulmones, la capacidad de vuelo -virtualmente, todas las adaptaciones mayores y, probablemente, la mayoría de las menores-. ¿Cabría prever a lo largo del tiempo todas las consecuencias extrañas, casuales y dependientes del contexto de cualquier particularidad de un organismo con la suficiente importancia selectiva en algún entorno singular como para conducir a su existencia física en la biosfera? Me temo que no. Y si es así, nunca podremos determinar de modo finito el espacio de configuraciones de aquella.

Así pues, la biosfera, en su evolución permanente, está ejecutando algo literalmente incalculable, no algorítmico y fuera de nuestra capacidad de predicción. Y ello no es debido sólo a la incertidumbre cuántica o al caos determinista, sino a una razón diferente e igual de -o aún más- profunda: la emergencia y la persistente creatividad de que está dotado el universo físico.

Suena a que la lectura va a ser muy interesante.

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