Crime Scene Investigation

Anoche vimos el último episodio de la primera temporada de C.S.I., emitido por Telecinco, y confieso que yo ando todavía algo desconcertado. No acabo de entender qué han hecho. Es decir, no sé si el episodio era una parodia de las serie habituales sobre policías o simplemente los guionistas llegaron al final de la temporada, se dieron cuenta de que los clichés más habituales se les habían quedado en la papelera y decidieron usarlos todos juntos.

La cosa es más o menos así.

Lo interesante de C.S.I. es que los crímenes se resuelven pensando. Hay un grupo de analistas forenses que examinan las pruebas una y otra vez hasta conseguir que todo encaje. En el proceso, van contándole al espectador ?por diversos medios, algunos mejores que otros- cómo funcionan las técnicas que utilizan, y cómo lo que al principio parece paradójico tiene al final una explicación perfectamente racional. En ese aspecto, el formato es novedoso, aunque parece ser que está tomado de los programas forenses de la televisión americana que explican las investigaciones sobre crímenes reales.

Todo lo dicho implica que muchos de los clichés de las series de policía no tienen cabida en ésta. Es decir, ya hace uso de muchos clichés para construir a los personajes ?por ejemplo, el jefe parece haber sido fabricado en un laboratorio genético combinando el ADN de Einstein y el Dalai Lama- pero que no afectan a la trama, porque lo importante son los crímenes y cómo se resuelven.

Pues bien, en el episodio de ayer, metieron uno tras otro todos lugares comunes obligatorios de cualquier serie o película de investigación policial que se precie: asesino psicópata del que no hay ninguna pista, intervención nada agradable del FBI, uso de un cebo humano para intentar pillar al malo, juegos políticos para acusar a un tipo de todos los crímenes sólo para tranquilizar a la población, jefe de investigación relevado de su cargo por tener opiniones propias, caso que sólo se resuelve cuando el investigador es relevado de su cargo, caso resuelto del que el FBI se lleva el mérito, y, el peor de todo, investigador que cuando descubre al culpable va solito, acompañado de sí mismo, en la más absoluta soledad, a enfrentarse al malo. Todos, y seguro que se me pasó alguno más, metidos en una hora de televisión.

Mi problema es que no sé si el guión iba en serio o se suponía que era paródico. Si iba en serio, pues se apartaba demasiado del tono habitual de la serie, mucho más interesante, como para que resultase entretenido; cualquier película mala tiene un argumento como el de ayer. Si era una parodia, pues yo ayer debía andar muy espeso (cosa que no me sorprendería) porque no me enteré. Sólo el hecho de que los elementos de la trama no encajasen ni con cola con el espíritu de la serie es lo que me lleva a pensar que había más de lo que vi.

—–

Continuar leyendoCrime Scene Investigation

Más sobre Google News

El IHT de hoy publica un muy interesante artículo sobre Google News. El veredicto es muy positivo. Después de calificar el resultado de usar un algoritmo de «asombrosamente bueno, completo y útil», comenta que lo que realmente han hecho los ingenieros de Google no es prescindir de los redactores humanos, sino más bien crear un sistema que combina los juicios de miles de redactores humanos que son los que preparan las noticias originales, de la misma forma que Google el buscador aprovecha la labor humana de millones de personas que colocan sus páginas en Internet.

Reflexión que le lleva a proponer que realmente el resultado final, al combinar la experiencia de miles de seres humanos, representa una especie de rudimento de razonamiento. Y termina proponiendo una curiosa variación del test de Turing: dos listas de las noticias más importantes, una elegida por un redactor humano, la otra por Google. ¿Podrías distinguir cuál es cuál? Su respuesta es no.

Y acabo con una nota propia. ¿A qué negocio se dedica Google? Pues está claro, Google aspira a ser el bibliotecario de Internet. Y la primera tarea de un bibliotecario es poner orden en su colección. Desde ese punto de vista, para Google todo es igual: web, noticias, fotografías, grupos de noticias… Se trata de administrar información y evitar la sobrecargada procesándola de tal forma que se vuelva útil.

Y encima gana dinero haciéndolo…


Continuar leyendoMás sobre Google News

La llegada de Joe Haldeman

Joe Haldeman ha demostrado siempre una vena experimentadora. Ya desde sus primeras novelas, ha mostrado una tendencia a alterar el flujo de la historia, a jugar con las formas y los modos, especialmente con el punto de vista narrativo, siempre con el fin de conseguir una mayor expresividad. Quizá su obra poética, que tanto debe a la conjunción de narrativa y estructuras, permee su obra en prosa.

O simplemente, poeta y novelista sean la misma persona.

En cualquier caso, su última novela, La llegada, se presenta ante todo como un juego formal, un análisis en los modos de narrar. Pero un juego formal puesto, ante todo, al servicio de una trama, unos personajes y un fin concreto. El resultado es una novela sofisticada y fluida, llena de pasión y vida.

Aurora Bell ha recibido un mensaje desde el espacio, el paralaje así lo demuestra, que anuncia la llegada de visitantes extraterrestre: «VAMOS DE CAMINO». Con todas las letras, y bien clarito. ¿Cómo recibirá el mundo tal noticia? Un mundo en el que América está derivando hacia un país corrupto en el que se han recortado las libertades (la homosexualidad es ilegal, por ejemplo). Un mundo en el que Europa está a punto de entrar en guerra («Europa tiene que hace algo así más o menos cada siglo», comenta con sorna uno de los personajes), en un conflicto entre Inglaterra, Alemania y Francia.

Y sin embargo, a pesar de que los extraterrestres han dado una fecha concreta para su llegada: el uno de enero, al mundo no parece importarle demasiado. Es decir, si importa, pero se convierte en conversación de fondo ante los problemas inmediatos de mediados del siglo veintiuno.

Porque, la intención del autor no es hablar de la recepción de un mensaje extraterrestre y de su impacto social. De lo que desea hablar es de Gainesville, Florida, a mediados del siglo XXI. Y para hacerlo, se centra en un conjunto de personajes magistralmente delineados y descritos en pocos párrafos. Tenemos a Norman Bell, con un complicado pasado de líos policiales, a Pepe Parker, que es más de lo que parece, a Sara, deformada por un ataque mafioso, a Suzy Q., que oculta un asesinato, o quizá lo llora, a Ybor López, pirata informático que se considera más listo que lo que realmente es, a Aurora, que acaba creyendo que el mensaje es un complejo engaño, a Gabrielle, estudiante de medicina y actriz orgásmica… y muchos más.

Y para construir su fresco, Joe Haldeman va pasando de un personaje a otro sin pausa. Cuando dos personajes se cruzan, el punto de vista cambia y seguimos al otro en una narración en tiempo real que hace que el lector se sienta como si fuese saltando de cabeza en cabeza. El autor ya había realizado un ejercicio similar en Compradores de tiempo, pero en aquella ocasión con sólo dos personajes. En el caso de La llegada se cuentan por decenas. La sensación de flujo en tiempo real se conserva en todo momento, y la pericia del autor está en que ningún caso el proceso sea chocante sino todo lo contrario, se acaba haciendo natural.

Dije al principio que la trama de recepción del mensaje era lo de menos y ha sido injusto por mi parte. Se resuelve al final con una adecuada sorpresa, y ofrece sus complicaciones políticas y religiosas a lo largo de la novela, pero la obra es en realidad una fascinante visión de un mundo que no ha resuelto todavía sus problemas, como pueden atestiguar muchos de los personajes, y que debe enfrentarse a un primer encuentro. (Aunque Joe Haldeman reconozca al comienzo del libro la influencia de The Listeners de James Gunn, las perspectivas de las dos obras no podrían ser más diferentes.)

Joe Haldeman lo consigue. En poco más de 200 páginas recrea para nosotros una extrapolación futura de la ciudad en la que vive, Gainesville, construyendo una novela fascinante, de ágil lectura y con la prosa ajustada y precisa típica de este novelista, o quizá de este poeta.

Publicado originalmente en El archivo de Nessus.

Continuar leyendoLa llegada de Joe Haldeman

Sobre Neal Stephenson

Leído en Ciberpunk.info en sus recomendaciones de libros básicos de ciberpunk:

La era del Diamante. Ediciones B, 1997. Estilo original, impredecible y emocionante… sólo deslucido por algunas caídas en el tercio final. Stephenson sabe ser al tiempo Dickens y Carroll, homenajear 55 días en Pekin y recordar a Sterling en sus mejores momentos. Reivindica cosas como la educación, el derecho a elegir la propia vida más allá de identidades y territorios; la libertad y el poder de la red y la jerarquización de valores frente al relativismo cultural. Decididamente deliciosa la vindicación victoriana y confuciana de la hipocresia y las formas…

Criptonomicón. Ediciones B, Nova, 2002. La obra maestra de Stephenson y sin duda el libro de los mitos fundacionales de la comunidad ciberpunk. La historia novelada de la informática, la criptografía, las matemáticas computacionales… En fin, la novela del origen del mundo. Nuestra cosmogonía.

Yo no podría haberlo dicho mejor.

—–

Continuar leyendoSobre Neal Stephenson

Más de lo que yo pensaba

Sigo con mi araña. He hecho una pequeña modificación, porque por defecto, el crawler almacena en memorias el contenido completo de todas las páginas que se baja. Claro está, según el sitio, puede llegar a ser un montón y el bicho se quedaba sin memoria antes de haber terminado.

Lo que hay que hacer es muy simple. Se mira primero si ha terminado de procesar un enlace y se le dice en ese caso que se deshaga de la página que se ha bajado. Así modificado, cuenta ligeramente por debajo de 79.000 enlaces externos en mi sitio (incluyendo repeticiones, claro).

La cifra me parecía de escándalo. Yo había estimado el número de páginas en unas 300, y claro, con unos 50 enlaces (otra estimación), por página, pues salen unos 15.000. Pero resulta que no, modificando ligeramente la araña de nuevo, salen 920 páginas. Es decir, unos 86 enlaces externo por página, que entra dentro de lo posible.

La cifra de páginas es más alta de lo que debiera, porque resulta que hay varias formas de acceder a la misma página. Tendré que corregirlo y obtener una cifra más ajustada a la realidad.

Continuar leyendoMás de lo que yo pensaba

Banana Yoshimoto

Curioso seudónimo el de esta escritora. Afirma que le gustan los plátanos. A mí me gustan los melocotones… quizá debería cambiarme el nombre a Melocotón Jorge. Siempre sería una buena forma de iniciar una conversación.

Ya me estoy yendo por las ramas otra vez.

A veces, aunque parezca lo contrario, termino los libros. Es decir, ya sé que siempre hablo de los que compro, pero los voy leyendo lentamente; no obstante mis hábitos de lecturas son caóticos hasta lo extremo. Se guían más bien por fuerzas aleatorias, referencias encontradas aquí o allá con respecto a algo que despiertan mi curiosidad y me lleva a querer saber más. Un buen ejemplo es este caso. Empecé a leer a Haruki Murakami (del que he leído todo lo que tiene en inglés y español, exceptuando Underground) ?quien por cierto, algún día ganará el Nobel, pero ése es otro asunto- y eso me lleva a fijarme más en los autores japoneses, sobre todo los más modernos.

Banana Yoshimoto es uno de esos nombres que me saltan del estante de la librería. Vi su novela Amrita y decidí que podría ser más interesante leer algo de ella. Como el libro me pareció un poco caro, sobre todo para probar un autor nuevo, me decidí mejor por Kitchen. Un buen descubrimiento, sí.

El libro está compuesto por dos historias: «Kitchen» y «Moonlight Shadow». Aunque en realidad no están relacionadas, ambas giran alrededor de un tema común: la muerte. La muerte que altera el universo personal, la muerte que deja en soledad, la muerte que destaca la soledad en la que siempre hemos vivido. El estilo de Banana Yoshimoto es simple hasta el extremo, casi totalmente infantil. Pero es extrañamente efectivo. Desprovisto de artificios, ni siquiera los más básicos y naturales, el libro se ofrece desnudo e ingenuo al lector, de suerte que el tumulto interno de los personajes ?rara vez explícito- se manifiesta más bien por el espacio vacío, por lo que no hay.

Es como si nos encontrásemos el molde de una escultura, en lugar de la figura en sí. Esa forma negativa, desechable, se transforma en el elemento principal. Y el hueco que deja la ausencia se vuelve hipnótico y fascinante.

Continuar leyendoBanana Yoshimoto

Quantum Computation and Quantum Information de Michael A. Nielsen e Isaac L. Chuang

De la contraportada:

This text is a comprehensive introduction to the main ideas and techniques of the field of quantum computation and quantum information. Until now, the rapid rate of progress and its cross-disciplinary nature have made it difficult for newcomers to the field to obtain a broad overview of the most important techniques and results.

Michael Nielsen and Isaac Chuang ask the question: what are the ultimate physical limits to computation and communication? They describe in detail such remarkable effects as fast quantum algorithms, quantum teleportation, quantum cryptography, and quantum error-correction. A wealth of accompanying figures and exercises illustrate and develop the material in more depth. A special feature is the tutorial introductions to quanum mechanics and computer science included in Part I of the book, ensuring that the subject is accessible even without a background in physics or computer science. In Part II, the authors present quantum computation, and describe what a quantum computer is, how it can be used to solve problems faster than familiar ‘classical’ computers, and the real-world implementation of quantum computers. Part III concludes the book with an in-depth treatment of quantum information, explaining how quantum states can be used to perform remarkable feats of communication, together with a discussion of how it is possible to protect quantum states against the effects of noise.

This exciting text will be of interest to beginning graduate students and researchers in physics, computer science, mathematics, and electrical engineering with an interest in quantum computation and quantum information, and may be used as a text in courses on the subject.

Es un libro de texto universitario, pero el nivel matemático no parece ser excesivamente alto y por suerte recuerdo razonablemente bien, no se por qué, la mecánica cuántica de la carrera.

Ya había leído Minds, machines, and the multiverse: the quest for the quantum computer de Julian Brown que despertó mi interés en el asunto. Libro que por cierto es una buena introducción y recomendable.

—–

Continuar leyendoQuantum Computation and Quantum Information de Michael A. Nielsen e Isaac L. Chuang

A veces Flash sirve para hacer arte… creo

La cosa se llama Moderm Living. Es una serie de viñetas en Flash que van de lo macabro a lo surrealista, pasando por lo divertido o lo simplemente inquietante. Al principio parecen un poco tontas, pero luego, al avanzar en ellas, van causando una impresión hipnótica. ¿Serán realmente metáforas sobre la vida moderna?

(vía Boing Boing)

—–

Continuar leyendoA veces Flash sirve para hacer arte… creo

WebSphinx

Tengo el proyecto de escribir una araña para unos sitios de Internet. Con esa idea, me bajé WebSphinx una librería para escribir precisamente arañas que parece muy completa. Y la verdad, me he puesto a probarla hoy, intentando crear el mínimo programa que recorriese un sitio, y es tan fácil como esto:

import websphinx.*;
public class TestCrawl {
public TestCrawl() {
}
public static void main(String[] args) throws java.net.MalformedURLException {
Crawler myCrawler=new Crawler();
myCrawler.setDomain(Crawler.SERVER);
myCrawler.addLinkListener(new MyLinkListener());
myCrawler.setRoot(new Link("http://www.pjorge.com/"));
myCrawler.run();
}
}

class MyLinkListener implements LinkListener {
int i;
public void crawled(LinkEvent event) {
String hola=event.getLink().getHost();
if(!hola.startsWith("www.pjorge.com"))
{
System.out.println(i+": "+(event.getLink()).getHost());
i++;
}
}
}

Parece contener todo lo que necesito. De hecho, añadir funcionalidades más complejas no parece en absoluto complicado.

Seguiré probando.

Y por cierto, este sitio contiene más de 15.000 enlaces. Haciendo una estimación rápida, pues efectivamente las cifras van por ahí.

Continuar leyendoWebSphinx

Russell

La bitácora de Russell Beattie, un americano que vive en Madrid, programador en Java y del que he hablado en varias ocasiones, ha desaparecido. La cosa me tenía un poco preocupado, pero ahora, gracias a Blogging Roller me he conseguido enterar de qué ha pasado. Su compañía de hospedaje ha cancelado su cuenta, y tiene que realizar complicados trámites con el presidente de la misma para recuperarla. Lo más curioso es que le dicen que se trata de «police reasons», aunque Russell espera que quieran decir «policy reasons». En cualquier caso, espera poder volver pronto a estar activo.

¡Ánimo Russell!

Continuar leyendoRussell