Ya conté en su momento el origen del cuento «El día que hicimos la Transición». Ricard de la Casa y yo lo escribimos juntos hace ya unos años. El cuento nos ha dado muchas satisfacciones. Se ha reeditado en cuatro ocasiones en español, y el año pasado fue publicado en inglés en la antología Cosmos Latinos. Hace unos días me enteré de que era finalista para los premios Sidewise (sobre ucronía, historia alternativa y esas cosas) y ahora, otra noticia todavía más espectacular. El cuento aparece en la antología Year’s Best SF 9 de David G. Hartwell y Kathryn Cramer. Es decir, como indica el título, una antología que recoge los mejores cuentos de ciencia ficción del año.
Si ya estábamos satisfechos con la andadura del cuento, pueden imaginarse cómo nos sentimos ahora. Sobre todo porque los compiladores son dos personas muy curtida en el mundo editorial conectado con la ciencia ficción y que ya han producido ocho excelentes antologías anteriores reuniendo la mejor producción del año. Es más, los seleccionadores han comprendido perfectamente la naturaleza del cuento y no me resisto a citar un párrafo de la presentación:
«The Day We Went Through the Transition» appeared in the fine anthology, Cosmos Latinos. A time travel story first published in Spanish in 1997, y now translated into English, it reinvigorates that sub-genre. The logic of the story is tight, with real science woven in, but its emotional power comes from the heart-wrenching love story at its center. The extremely complicated plot is held together by a clever quantum-mechanical speculation.
Supongo que la carrera del cuento ha terminado ya. No me imagino que nos pueda pasar todavía nada más con él. Bueno, a lo mejor Spielberg compra los derechos para hacer una peli, pero no creo…
Sin embargo, hay un detalle curioso sobre el cuento y su génesis. Estábamos en Cascais (yo hablaba precisamente sobre viajes en el tiempo) cuando Ricard y yo decidimos escribir el cuento a medias. También charlamos de ciencia ficción española, de criterios de calidad y de como valorar los relatos. Yo comenté, como criterio de calidad, que me encantaría escribir un cuento que pudiese aparecer en una antología de lo mejor del año, y le enseñé la que llevaba a cuestas porque estaba leyéndola.
Bien, han pasado ocho años y se ha cumplido. Lo que nunca imaginé es que pudiese llegar a ser precisamente con el cuento que entonces empezábamos a escribir.
Y antes de que me olvide: gracias Ricard y gracias Yolanda Molina-Gavilán por la excelente traducción al inglés.