De una cita sin contexto
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
El nuestro es, indiscutiblemente, el mejor de los mundos imposibles, y nosotros somos, mientras tanto, los mejores habitantes de ese mundo.
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
El nuestro es, indiscutiblemente, el mejor de los mundos imposibles, y nosotros somos, mientras tanto, los mejores habitantes de ese mundo.
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
¿Y por qué se considera, oficialmente, que el muerto de la autopista es diferente al muerto en atentado? La respuesta es de sentido común: porque el muerto de autopista se ha matado, en tanto que el otro ha sido asesinado. Pero esto es un sofisma. La verdadera diferencia estriba en que las sociedades industriales admiten el gasto en muertos inherentes al uso del automóvil, pero no el gasto en muertos inherente a la chifladura política, religiosa o sexual. Así se acepta sin pestañear el sofisma siguiente: al muerto de autopista le ha matado su propia libertad de usar coche (como si tuviera alternativa real), y al de atentado lo ha matado la libertad ajena (como si el neurótico fuera «libre»). Este monumental enredo esconde una verdad espeluznante: hay muertes permitidas y muertes prohibidas; hay una violencia tolerada y otra utilizada como coartada para ocultar a la primera.
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
Cuando descubramos de una vez que el conjunto de horas de ocio no supone, ni muchísimo menos, un descenso de nuestro trabajo sino otro modo de trabajar más enajenado y estúpido, estaremos en condiciones de plantear de una vez por todas si saltamos por los aires o nos ponemos a hacer eso que los hombres odiamos desde que nos costó la maldición anteriormente citada, es decir, sentarnos a la sombra de una higuera y meditar sobre nosotros mismos. Porque lo opuesto al trabajo no es el ocio, sino la reflexión; pues lo opuesto a la maldición (y su consecuencia) fue el deseo de saber.
Parece que Gmail está ofreciendo POP, de forma que uno podría usar su cliente de correo habitual con su cuenta Gmail (no se me ocurre ninguna razón para hacerlo habitualmente, pero para gustos colores…). Pero para los interesados, Canopus ha escrito un pequeño tutorial explicando cómo configurar The Bat! -un magnífico cliente de correo- para usar Gmail.
Rafael Marín nos llevó al mercado de Cádiz (otras personas te llevarían a ver una iglesia o una plaza, Rafa te lleva a ver comida). Confieso que salí salivando de allí. Por ejemplo, ¿al mirar esta imagen no piensan en un buen plato de hígado encebollado?
Y al atún daba ganas de pegarle un mordisco directamente (el atún realmente está rico crudo, en cuanto se acerca mínimamente al fuego pierde todo su sabor):
Y una señora vendía unos caracoles hermosos (tenía un palo para mantenerlos dentro de la caja -corren como demonios esos bichos. Era como una pastorcilla de caracoles):
Ya está, fotos de comida para que fernand0 esté contento.
Había oído hablar de Konfabulator, pero como era una aplicación para Mac no le había prestado mucha atención. Ahora sin embargo hay una versión para Windows y la he probado. Simplemente: me encanta. Permite crear divertidos widgets para hacer cosas chulas. Además, instala algunos francamente útiles y divertidos:
(vía Bob Congdon)
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En Cádiz me compré mi quinto moleskine en una librería llamada Quorum y que estaba bastante bien. Tengo dos de los pequeños, uno grande para notas, uno japonés (ése que se abre todo formando una única tira) y el que me compré, uno grande para dibujo. Como tenía uno para dibujar, pensé que lo lógico sería usarlo con alguien que supiese dibujar (los moleskine hay que empezarlos lo antes posible, porque si no a uno le entra el respeto y no se atreve a poner nada) y se lo pasé a Juan Miguel Aguilera (aquí debería quizá decir «el gran Juan Miguel Aguilera«, pero eso le pondría a mi altura) quien me pintó este hermoso Angriff que amenaza con comerme:
Gracias Juanmi.
Se nota que estoy de vuelta en Santiago: hace un frío que mata. Apenas llevo dos minutos fuera del avión y ya echo de menos el sol de Cádiz; que no el precio de sus restaurantes.
Esto de estar de vacaciones tiene sus ventajas. He terminado tres libros. Ya son 50. Misión cumplida.