Globos
Una habitación llena de globos sería el sueño de todo niño. Las cosas empezaron así, con todos los globos en el techo.
Al ir perdiendo helio, acabaron en el suelo. Una buena capa de globos, lo suficientemente gruesa para que un niño pudiese sumergirse en ella.
Por desgracia, físicamente ya no soy un niño. Por suerte, mi edad mental se mueve en una horquilla centradaen los ocho años. Allí fui:
Una vista desde dentro: