A Granada
Pues eso, mañana tempranito salgo para Granada, donde estaré dos días. Eso y las complicaciones de esta semana harán que el contenido por aquí no sea el que debiese. Pero nada, veremos de arreglarlo la próxima.
En Granada estaré, por supuesto, para asistir a las V Jornadas sobre bitácoras y medios de comunicación. Allí nos vemos.
La semana en Mi Nokia y yo
Las entradas de la semana pasada en mi bitácora Mi Nokia y yo (RSS):
- Móvil y cine colaborativo. Un vistazo a las posibilidades del cine colaborativo gracias a los móviles modernos.
- Nokia N81 8GB. Una aproximación muy rápida a este modelo de la serie N. Un reproductor musical muy bien integrado con un móvil.
- Podcasts con el Nokia N81 8GB. Y ya que tenemos un N81 8GB, un vistazo a su excelente programa de gestión de podcasts.
[Recibido] Terror Cinema de Juan A. Pedrero Santos
Decir que Terror Cinema (Calamar Ediciones. ISBN: 978-84-96235-23-6. 448 pp. PVP: 37,50 €) de Juan A. Pedrero Santos es un libro generosamente ilustrado sería quedarse corto. Más de 700 ilustraciones (más que página) es un torrente o una fiesta. Además, el resto de la edición no está nada mal: color por todas partes, tapa dura, cinta marcapágina, cosido y con un diseño interior que está francamente bien (las notas al lado para que sea cómoda leerlas, y créeme, vas a querer leerlas).
Del contenido no puedo opinar porque he leído lo justo para hacerme una idea rápida, pero lo poco que he visto me ha gustado mucho. Vamos, que parece ideal para cualquiera que esté interesado en el cine de terror.
De entre todos los géneros que componen el Cine Fantástico, el cine de terror es, sin duda, el que más obras maestras ha aportado a la ya larga historia del Séptimo Arte. Un género que ha ido adaptándose a los tiempos, consiguiendo ser reflejo y crisol, casi siempre velado, de las inquietudes que han perturbado al ser humano a través de los tiempos.
En este libro, profusamente ilustrado con más de 700 fotografías, fotocromos y carteles de películas a todo color, se hace un profundo repaso al cine de terror clásico a través de sus grandes obras, enmarcadas en un periodo que comienza en los mismos orígenes del cine, la época silente, pasando por la etapa dorada de la Universal, las producciones de Val Lewton, el auge de la británica Hammer, las particulares idiosincrasias del cine italiano, japonés o el fantaerror español, hasta llegar a películas claves que constituyen el punto de partida del cine de terror moderno, como La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero o Tiburón de Steven Spielberg.
Un repaso que asume la labor de contrarrestrar el hábito de las nuevas generaciones de espectadores, en peligroso feedback con la propia industria cinematográfica, que se empeñan, en consumir uno, y en producir los otros, nuevas versiones de películas antiguas que desde hace décadas tienen bien demostrada su vigencia y virtud; casi siempre con el único logro de certifir lo extraordinarias que son las películas originales ante la obligada comparación con sus correspondientes y actualizados remakes.
Proponemos al lector que se adentre en estas bellas páginas y haga un recorrido por el género a través de sus grandes clásicos.
Pasen y vean.
V Jornadas sobre bitácoras y medios de comunicación
Les cuento algo que me fastidia de este mundo digital. Te presentan a una persona y te dicen «Esta es Garnet von Alexandros XVII» y tú que quedas con cara de idiota intentando decidir si ese nombre debería sonarte. Luego añaden «su bitácora es Bahamut» y por supuesto la reconoces de inmediato. Es decir, invertimos tiempo y tiempo en crear una identidad digital para luego usar un nombre que sólo reconoce nuestra abuela.
Lo digo porque el día 16 actúo en Granada, en el marco de las V Jornadas sobre bitácoras y medios de comunicación. Será de 11 a 12 de la mañana, en una mesa redonda llamada «Nuevos formatos blogosféricos. Vlogs, Nanobloging y podcast» junto con Héctor Milla y Raúl Ordoñez. Por supuesto, he estado mirando el resto del programa y en más de una ocasión he tenido que pinchar en el nombre de la persona para descubrir a quién se referían. Al menos, en el caso de Wicho han tenido la precaución de aclararlo. Pero ¿quién es Marta Peirano? Pues ella, claro.
Pues eso, allí nos vemos.
Podcast de Vis Ludica sobre juegos de mesa
Sigo varios podcasts sobre juegos de mesa. De hecho, son de mis favoritos y los hay francamente de muy buena calidad (The Dice Tower, The Spiel u On Board Games). Eso sí, todos ellos en inglés porque nunca había encontrado un podcast sobre juegos en español.
Por suerte, la gente de Vis Ludica acaba de inaugurar su podcast dedicado a los juegos de mesa. Por el momento, sólo tienen un episodio con algunos fallos menores pero que por lo demás da toda la impresión de que vale la pena suscribirse.
Por mi parte, le animo a continuar. Nunca se tienen demasiados podcasts sobre juegos de mesa.
1 pregunta: Héctor Milla
Héctor Milla mantiene desde 2004 hectomilla.com, dedicado a la innovación audiovisual y la televisión 2.0. Es también el fundador de Balzac Media SL, cuyo productos estrella, Balzac TV, un más que interesante videoblog sobre innovación de excelente producción. Y además, mantiene Héctor Milla TV, un videoblog experimental. Es por tanto la persona ideal para responder a esta entrevista de una pregunta:
¿Es posible el cine 2.0, el cine colaborativo?
De su posibilidad yo no tengo dudas. Es posible. Incluso diría que es necesariamente posible. Me explico: estamos en una etapa sensiblemente cambiante en las formas tradicionales de producir contenido, en particular, en la producción de la imagen como prototipo de modos innovadores con respecto a la comunicación visual. La blogosfera, los periódicos ciudadanos, el User Generated Video, el videoblogging, nos llevan a pensar en nuevos términos, muy avanzados probablemente aún, pero tengo la certeza de que son reales y necesarios, de cambio en los modos o en la cadena audiovisual.
Hasta aquí son los entornos televisivos los que están en plena transformación. Lo que se puede llamar televisión 2.0 es predominantemente social y ubicuo, como dos características que lo diferencian de la televisión formal, aquella hecha desde un emisor con pleno control de los tiempos y del lugar en que tiene sentido el hecho audiovisual. Eso se esta perdiendo. Mi hijo Lucas (13) no esta ya delante del televisor y no por ello no ve noticias, información, entretenimiento o series. Todo pasa de otra manera para él. No depende de un programador de su tiempo televisivo. No espera la emisión sino que va hacia ella. Incluso graba vídeos y los hace circular. Yo mismo veo poco la televisión a pesar de estar convenientemente preparado para acceder a una enorme cantidad de canales (Imagenio, Digital+). El descenso de las audiencias delante del televisor pone en crisis unos formatos y unas maneras de hacer televisión.
Ahora bien, en el cine eso es enormemente complicado. He participado recientemente en varios festivales de cine, Zemos98 en Sevilla y REC en Tarragona. Ambos parten del interés en nuevos formatos posibles. Pero resulta complicado ver esos cambios. La industria del cine es aún eso, una industria. El concepto digital tiene un peso diferente.
Podría señalar los entornos en los que ese nuevo debate, la posibilidad de un cine 2.0, se plantean. Primero esta la cuestión de las condiciones de uso. ¿Como cambian las licencias Creative Commons la producción cinematográfica? Hoy todo sigue basado en el copyright. Incluso los cortos en los que hay más riesgo tienen un copyright. Así es poco probable que hayan cambios.
Segundo, la distribución sigue siendo terriblemente analógica. La arquitectura digital para ello es aún un tema pendiente. Imagino que en el futuro cercano es una cuestión que debe plantearse seriamente por la misma industria del cine. Lo que dura una obre cinematográfica es cada vez menor en la distribución y eso conlleva unos costes demasiado altos. Tiene que cambiar. Digitalizar la distribución es contar con redes de cines digitales y puede ser la manera de abaratar costes de distribución, vital para una posible socialización del contenido.
Tercero, la producción digital esta en pleno proceso de abaratar esos costes primarios, lo que daría acceso a una mayor autoría. Es una cuestión que ya pasa en la Web, en la que cada vez más hay más autores, a mayor accesibilidad de los recursos, mayor talento creativo. En el cine es un aspecto primordial. Si Spike Lee piensa en términos de cine colaborativo es porque es del todo posible.
Pero ¿cómo? ¿cómo hacer colaborativo todas las fases del cine? guión, localización, rodaje, montaje, efectos, ¿cómo se hacen de forma abierta? El cine 2.0 podría ser social en tanto que acepta una apertura hacia la participación social en la creatividad. Puede ser tal si hay una base sobre unas condiciones de uso abiertas. Y si su distribución es ubicua, no sólo para cines digitales sino también para grandes pantallas planas o incluso para dispositivos panorámicos móviles. Otro aspecto importante es el uso de las redes de salas digitales que pueden posibilitar la distribución de eventos en directo. Si esos eventos se realizan de forma cinematográfica, más que televisiva como lo es hoy, es otra posibilidad real de cine 2.0.
Quizás desde la experiencia del videoblogging se pueden dar ciertas circunstancias favorables para experimentar formatos de cine 2.0. Precisamente es lo que me ronda por la cabeza con mi proyecto Balzac.tv. Una aspiración hacia la realización distribuida o hacia la conversación audiovisual basada en historias de cine o de casi cine. La Web puede ser ese punto de partida. Se trata de partir de una base y unos recursos que son la marca, la editorial, las historias localizadas, y los recursos de grabación y edición; pero se puede abrir la realización, se puede pensar en realizadores distribuidos. Cada realizador cuenta con esos recursos y con una base de datos en las que puede haber secuencias de recurso, secuencias musicales, efectos gráficos, moscas, cairons, todo en soporte digital. Jumpcut por ejemplo permite algo así, acceder a unos recursos en red, y editar en la misma Web. Confieso que es un tema que me apasiona pero que reconozco, más allá de su necesaria posibilidad, en que estamos aún lejos de ello. Pero las etapas pioneras tienen eso de fantástico y de apasionante.
¿Puedo hacer una foto delante de este edificio monumental?
En el mundo en el que vivimos, en el que se habla cada vez más de derechos de autor y cada vez más personas intentan reclamar derechos de control intelectual que no les corresponden, es difícil saber donde empiezan tus derechos y terminan los de los demás. Dentro de esa situación, Carlos Sánchez-Almeida intenta responder a la aparentemente simple pregunta del título:
Veinte años de ejercicio profesional no han hecho sino corroborar la lección iuspositivista. En Derecho sólo rige lo que está escrito en las leyes, y la interpretación de las mismas que haga la jurisprudencia. El gran problema es que dicha interpretación -muy especialmente en el ámbito de la propiedad inmaterial- no siempre coincide con el sentido común.
(vía Libro de notas)
La muerte de la música
Mark Pilgrim se marca una divertida entrada sobre la muerte de la música, situación que se da cuando el sistema de protección de derechos de la música que has comprado deja de funcionar por alguna razón, normalmente porque el fabricante original deja de soportarlo. Lo curioso es que los más perjudicados en esa situación son precisamente los mejores clientes, los que más música compraron.
Algunos párrafos selectos. Sobre los sistemas de protección de copia:
Bruce Schneier, a famous cryptologist — or at least as famous a cryptologist as cryptologists are likely to get in this century — once described attempts to make digital bits uncopyable as “trying to make water not wet.”
Sobre la tienda iTunes de Apple.
To their credit, if that’s the right word, you can now purchase some music from the iTunes store that is unencrypted and plays anywhere. Apple calls these songs “iTunes Plus”, because it sounds so much better than calling everything else “iTunes Minus.” Apple has also promoted podcasts and other non-traditional sources of “things you might want to download onto our handheld devices where we make all of our money.” Steve is many things, but he is not an idiot.
Y sobre «todo el que tuviese dos dedos de frente sabía que pasaría»:
As you might expect, the EFF is just bursting with joy at the prospect of rubbing salt in the wound and saying “I told you so.” This is their “I told you so” letter. I would join in their jubilation, but frankly I’m tired of being right all the time. It was fun for a while, but now it’s just depressing.
Duelo en la lista WIP
No tengo muy claro para qué sirve La lista WIP. Es como una lista automática de gente importante en Internet y eso. En cualquier caso, después de leer a fernand0, fui a echar un vistazo y descubrí que salen dos personas con mi nombre: un traductor llamado Pedro Jorge Romero y un bitacorero llamado Pedro Jorge Romero. Ahora mismo, el traductor parece estar situado en el puesto 8 de los traductores españoles (¿sólo hay 8?) y el bitacorero en el puesto 19 (¿sólo hay 19?).
Pero La lista WIP tiene una funcionalidad muy curiosa: te permite comparar dos persona (se llama «Cara a cara»). De nuevo, no sé muy bien qué sentido tiene (vale, lo sé, pero no quería decirlo), pero en este caso viene muy bien. ¿Qué tal un duelo entre el traductor y el bitacorero?
Lo primero que llama la atención es que el traductor tiene foto (en un bar de hielo de Estocolmo, nada menos), mientras que el bitacorero no. Por lo demás, éste último gana por goleada. Menos, claro, en las posiciones. El traductor está bastante mejor situado en su mundo que el bitacorero. Debe ser porque traductores hay menos.
Aparte, se aprecia un pequeño error. Dice que el bitacorero nació en A Coruña mientras que yo estoy casi seguro de que nació en Arrecife, isla de Lanzarote. A ver si encuentro la forma de corregirlo.