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Enlaces compartidos en Google Reader el día 15/03/2010. Son enlaces que por alguna razón, positiva o negativa, me han llamado la atención:
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- Prepare for an iPad App Explosion: Developer Activity Up 185% El iPad es territorio nuevo con nuevas potencialidades, que sin embargo te deja emplear lo que ya sabes. Es normal que los programadores estén haciendo cola.
- Alienígenas matemáticos – La paradoja de Ross-Littlewood | El Tamiz Impresionante.
- El Mundo Today»Archivo del blog » El 90% de las niñas españolas vendería su cuerpo por un pony rosa Qué maravillosas son esas encuestas donde se hace una pregunta absurda que el encuestado no puede entender y se alcanzan conclusiones ridículas. Nunca mejor parodiado.
- Geometric kirigami Espectacular.
- YouTube and the Million Mixer March – Anil Dash Interesante reflexión sobre la cultura de la remezcla.
- Classical Music Composers Debating The Value Of Free Too | Techdirt En el fondo, lo peor es que nadie te preste atención.
Lost, 6ª temporada, episodio 7, “Dr. Linus”
La recomendación de siempre (ya no sé de qué color hacerla): NO leer a menos que hayas visto el episodio.
Oh, Ben, Ben, Ben, Ben, Ben, criatura, ¿qué te han hecho? ¿Cuándo te castraron? Vale, tenía asumido que llegaría un episodio de la sexta temporada que no me gustaría, pero ¿tenía que ser el tuyo? Con lo gran personaje que eras. Vale, en realidad, si logras sobrevivir a este episodio es precisamente porque eres un gran personaje y el actor que tienes detrás lo hace muy bien.
Nos vuelven a contar lo que ya sabíamos. Sí, te dolió la muerte de Alex. Te vimos llorar su cadáver a solas. Mucha gente creyó que eran lágrimas de cocodrilo -que actuabas para beneficio de algún ente invisible-, gente para la que el gris no existe y le resulta inconcebible que puedas ser un asesino y amar a tu hija. ¿Pero era necesario hacer todo un episodio para ellos, para explicarles que mataste a Jacob bullendo de furia? El jefe había manipulado toda tu vida -al final incluso sacrificaste a tu hija- y él tipo se planta ante ti y te dice “¿y qué?”. Se merecía la puñalada. Encima, más allá de la tumba, tiene la desfachatez de decir que en el último segundo tenía la esperanza de que te comportases de otra forma. Después de haber destrozado tu existencia, ¿esperaba qué? Vaya un imbécil.
Por supuesto, nada de eso te exime de la culpa que te toca, sobre todo por la muerte de Alex, por haber matado a Locke, por la muerte del propio Jacob y muchas más. Pero no hacía falta que lo confesases, porque todo eso ya lo sabíamos… No es que te hubiésemos perdonado. Primero, porque no estoy seguro de que merezcas perdón; ésa es precisamente tu gracia como personaje. Segundo, porque tampoco te hacía falta.
Pero me estoy adelantando. Vamos por partes. Primero, el regreso de Richard Alpert, la oveja descarriada.
Richard Alpert ha perdido la fe. ¿Quién no la perdería? Su dios menor ha muerto y encima Flocke –que debe ser el Adversario de esa religión- le da una paliza. Es para planteárselo. Además, descubre que, por si las humillaciones no fuesen suficientes, Jacob no se había molestado en explicar de la misa ni la mitad. El pobre lleva en la serie desde la tercera temporada y resulta que un advenedizo como Dogen –que no suma ni dos horas de pantalla- estaba enterado de lo que pasaba. Mientras tanto, el pobre Richard –mano derecha de Jacob, su pie izquierdo y probablemente hasta su bazo- no sabía nada de nada. Por lo que ha decidido suicidarse.
Meditemos un momento sobre ese salto de lógica que nos lleva de “Jacob, cabrón” a “me voy a matar”.
Como quiere suicidarse, pasa primero a recoger a Jack y Hurley (¿sabía dónde estaban o se los encontró por casualidad?). A continuación se los lleva al Black Rock. Es un buen detalle, porque en el Black Rock hay dinamita –inestable-, lo que nos sirve para recordar a Arzt, que murió por una explosión de dinamita y además sale en el episodio; adicionalmente nos permite establecer una relación con la línea X y nos prepara para que un episodio posterior nos cuente la vida de Richard Alpert en el Black Rock. Bien, Richard quiere la dinamita para morir. Pero, he aquí el problema, él no puede matarse a sí mismo.
¿No les resulta curioso? Han aparecido parejas que no podían matarse mutuamente y que precisaban de la agencia de un tercero. Flocke no podía matar a Jacob. Ben y Widmore no podían matarse. Pero resulta que Richard no puede matarse a sí mismo. Vale, Richard es inmortal, pero eso de que no puede suicidarse me provoca la impresión de que es doble de sí mismo. Y por cierto, su inmortalidad, nos lo confirma, es un don de Jacob, que recibió al tocarle. Lo que me hace preguntarte qué otros dones habrán recibido los demás tocados.
Pero a lo que íbamos. Richard quiere que Jack o Hurley enciendan la mecha de la dinamita. Pero Richard es un hombre considerado y les dice que puede ser una mecha larga, para que les dé tiempo a escapar. Menos mal, durante un segundo pensé que quería pasar la eternidad acompañado. Por supuesto, nadie querría volar a Richard Alpert por los aires, sobre todo con esos ojos que tiene. Pero Jack está en plan “me convertí de camino a Damasco” y le dice que vale, que él enciende la mecha.
Me resulta curioso que sea Jack el que demuestre fe. No curioso que la tenga, ya que después de su episodio en el faro, es normal. Jack llevaba ya un tiempo dudando, pero en aquel episodio terminaron de desmontarlo por completo, convirtiéndolo en un hombre de fe, acercándolo a la figura que es en la línea X y a lo que era Locke en la isla. Pero curiosamente, Hurley, que ve y habla con Jacob, es el que sale corriendo y no quiere saber nada. Es decir, la persona que tiene pruebas –y sabemos que las acepta como reales, precisamente porque actúa siguiendo las instrucciones de Jacob- es el que no demuestra fe. Supongo que si sabes la fe no te hace falta. Si no sabes, entonces la fe es necesaria.
Richard y Jack se sientan juntos, esperando a que la mecha se consuma. Jack dice que la dinamita no estallará. Richard no se lo cree, porque ha perdido la fe. La mecha, por supuesto, no llega a la dinamita y no pasa nada. Porque la isla –o el poder superior- no lo ha permitido. Que felicidad. Jack consolida su fe y Richard recupera la suya. Eso sí, tienen la precaución de no intentarlo de nuevo, no vaya a ser que realmente hayan confundido casualidad con destino y la segunda mecha no tenga tanta cortesía.
No soy capaz de explicarte lo chorra que me resulta esa escena, así que no lo voy a intentar. Pero en una serie llena de misticismo, con personajes que ya llegaban conversos o se convertían de camino, este proceso de cinco minutos suena a “había que ponerlo en algún sitio y aquí mismo vale”. Y ahora Jack y Richard hablarán un rato, pero no mucho, que se van a la playa.
Mientras tanto –vale, unos años antes- en la línea X nos hablas de Napoleón en Elba. ¿Hablas de ti mismo? Eso parecería, sobre todo porque nombras Elba, una isla. Pero no es Santa Helena, sino Elba. Porque de Elba Napoleón regresó con su título –igual que tú tienes el título de doctor- mientras que de Santa Helena no salió nunca. Pero no lo creo, creo que lo mencionas por otra razón, aunque durante un buen trozo del episodio da la impresión de que se refiere a ti.
Comprendo también la metáfora. El instituto es la isla. El director es Widmore, que tú consideras un inútil y al que aspiras a desterrar. Y te viene la oportunidad cuando Alex, que no es tu hija en la línea X pero como si lo fuese, te revela que el director mantiene relaciones ilícitas con una mujer, igual que Widmore, cuyas relaciones ilícitas con una mujer del exterior le ganaron la expulsión de la isla. El destierro de una isla a otra. Y por cierto, cuando Alex te cuenta lo que sabe, estás mirando una página con un barco que se parece al Black Rock.
Comprendo tu sensación de impotencia. Tú que fuiste un emperador en tu isla, eres ahora personaje secundario en otra. Es más, todo iría mejor si mandases tú. Y mira quién te anima, nada menos que Locke, al que en la isla tratabas como a un perro. Para que veas, no era tan tonto: sabe reconocer la grandeza.
Tu padre tampoco te lo pone fácil. Se siente mal el hombre, su hijo podía haber sido grande –si supiese- de haberse quedado en la isla. En realidad nos pasa a todos. Todos hubiésemos sido grandes sólo si se hubiesen dado estas o aquellas circunstancias. En nuestro mundo, casi nadie consigue ser protagonista de una serie de televisión de aventuras, de gran éxito, y muchos deben conformarse con un doctorado y dar clase en un instituto. La mediocridad es nuestro destino. Lo que me lleva a pensar: no será que la isla es ficticia y la línea X la realidad, ¿verdad?
Con qué cuidado le han escrito los diálogos a tu padre. Nos confirma tu presencia en la isla en esa realidad X, pero no nos dice la razón para salir de allí. ¿Tú también te sumergiste en el baño de la resurrección o eres el Ben que habría sido sin esa experiencia? ¿Disparó o no disparó Sayid? ¿Había un Sayid que hubiese podido disparar? ¿Los perdidos corrían por allí o hablamos de una línea muy diferente?
Me gustó mucho el detalle de que tu padre necesite botellas para respirar, considerando que en la isla lo mataste con un gas venenoso. También parece un señor diferente. Muy mayor, claro, pero también más tranquilo y hablador. No se parece al borracho que conocimos en la isla. ¿Tu madre murió en esta realidad? Voy a asumir que sí. En cualquier caso, como suele pasar en la línea X, da la impresión de que tú también te has reconciliado con tu padre. Me pregunto cuál será la reconciliación final que justificará todas estas mini-reconciliaciones; ¿quién es padre de quién en la isla?
Y mira el aliado que te has buscado. Arzt, el profesor de ciencias que salió en la serie para poder morir dinamitado (no podrá quejarse de salida espectacular). Mira que era pesado ese hombre. Pero cómo cayó de bien. Tanto que ha reaparecido varias veces. Y ahora vas a pedirle ayuda. Fue divertido verte aplicar tus superpoderes de persuasión. Pero la verdad es que no te funcionan muy bien, quizá porque no eres el mismo Ben de la isla. Arzt consigue sacar contrapartidas, mientras que en la isla una mirada tuya habría bastado para que tus aliados diesen saltos hasta el techo.
Pero se cumple el plan, consigues las pruebas y allá vas a chantajear al director. También es raro, porque en la isla apenas te hubiese hecho falta. En la isla hubieses amenazado con matar a un miembro de su familia o a su gato. Le hubiese roto las piernas, le hubiese lavado el cerebro, le hubieses encerrado en un taller mecánico para tiburones Dharma. Y en todo momento le hubieses hecho creer que ganaba él. Pero vamos a aceptar chantaje como quien acepta pulpo.
De nuevo, no eres el Ben de siempre. Eres otro Ben y la verdad es que me gustaría saber por qué. Siento mucha curiosidad. Eres buena persona y Michael Emerson consigue transitar por una línea delgada que a veces da a entender el Ben de siempre y a veces nos deja ver a otro Ben distinto. ¿Qué pasó con esa piscina? Digo que no eres el de siempre porque el director te contrachantajea (mira qué tío, se las sabe todas). Si tú le destrozas la vida, te quedas con su puesto y demás, él destroza la vida de Alex. Pero si le dejas vivir, la carta de recomendación que le va a escribir a Alex será tan extraordinaria que a la muchacha le concederán tres premios nobeles nada más terminada su redacción.
Nunca entenderé qué te impidió en ese momento decirle “quiero tu puesto, quiero la plaza de aparcamiento, quiero el teléfono del tío que te corta el pelo y QUIERO una carta de recomendación maravillosa para Alex o cuento lo tuyo”. Serás doctor en historia europea contemporánea, pero como chantajista vas fatal. La verdad, tú sigue contando lo de Napoleón. Vuelvo a plantearme lo de la piscina, francamente. A estas alturas empiezo a sospechar que a ti en la línea X nadie te pegó un tiro.
El problema es que en cuanto aceptamos esa dualidad –o Alex o el puesto de director y cambiar el instituto para cientos de alumnos con la correspondiente mejora en sus vidas (opción preferida por un simple cálculo utilitarista)- sabemos ya lo que va a pasar. Simplemente no hay misterios. Llevamos varios episodios seguidos que concluyen con la redención del personaje X protagonista, pero con los suficientemente elementos sorpresa como para no saber cómo se producirá la redención (sólo sabemos que habrá niños de por medio, y tu caso no es una excepción; aquí eres hijo y padre). Pero si Alex está presente, ya sabemos que no la vas a traicionar, de hecho, lo sabíamos ya en cuanto apareció y dijo lo de la carta: al final le ibas a conseguir la maldita carta, eso era seguro. Y todo porque la dejaste morir en la isla y por tanto en la línea X debes hacer lo contrario.
Hasta el último segundo deseé una sorpresa, que hubieses encontrado la forma de tenerlo todo. El Ben de la isla no lo logró: quiso tener a Alex y a la isla y acabó perdiéndolos a los dos. Pero tú eres más listo. Eres doctor. Pero te sacrificaste, como sabíamos que te sacrificarías. En la línea X Alex sigue siendo tu hija y te portaste como un padre. Has ganado hija y humanidad. Justo todo lo que perdiste en la isla.
Curiosamente, en la isla también hay problemas de hijas y padres. Sólo que el padre es Jacob y la hija Ilana (ésta da a entender que Jacob no es realmente su padre, pero en la serie es un detalle que apenas importa). Como buena hija llora la muerte de su padre y está dispuesta a vengarle. Te somete a esa deliciosa tortura psicológica que consiste en hacerte cavar tu propia tumba. Te mereces sufrir un poco, la verdad. No es que yo te quiera mal ni nada, pero bueno, eres un poco malo y te mereces sufrir. Tampoco te quejes. Jack te pegó una tremenda paliza. Y no hablemos de Sun. Dentro de lo que cabe, Ilana te trata con exquisito cuidado. Se ve que te quiere entero cuando te mate.
No sé si Flocke intenta reclutarte o no. Podría ser, apareciendo de pronto y diciéndote donde hay un rifle y eso, y ofreciéndote un puesto en su organización. Y mira si tiene poderes que puede soltar tu cadena. Considerando que en ese momento estás cavando tu propia tumba, la propuesta de Flocke suena a una de esas ofertas que no puedes rechazar. Tú te lo piensas y sales corriendo. Ilana corre detrás de ti. La verdad es que creo que Flocke quería que te matase y pensó que esa era una buena forma. Vamos, no tengo ninguna prueba ni nada, pero me da esa impresión.
En cualquier caso, lo que sucede a continuación es la mayor sorpresa del episodio. Coges el rifle y apuntas a Ilana. Ilana deja el suyo –primera sorpresa- y tú no la matas –segunda sorpresa. Como en ese momento no eres el Ben de la línea X, es ciertamente sorprendente, porque el Ben anterior de la isla no habría vacilado. Pero tienes otros planes. Quieres confesarte. Quieres que alguien sepa por qué hiciste lo que hiciste y, sobre todo, cual es tu carga, que no es haber matado a Jacob, sino haber dejado morir a Alex. Michael Emerson lo hace muy bien, y admito que consigue que una escena donde cuentas lo que todos ya sabemos quede emotiva. Incluso, por si no nos hemos enterado, nos cuentas de qué va el episodio: del poder que siempre ansiaste y cómo el ansia de poder te hizo perder lo que más querías. Tu doble en la línea X aprendió antes que tú, y renunció al poder para proteger a su hija. Confesarte te viene bien, porque antes de ese momento intentaste usar con Ilana todos los trucos de Ben, todas las mentiras y falsas sonrisas, y no te sirvieron de nada. No sólo perdiste superpoderes en la línea X.
La tercera sorpresa es que Ilana te deja vivir. Es más, confiesas que irás con Flocke –porque es el único que te aceptará- y ella está dispuesta a recibirte en su grupo. Quizá Ilana sepa que eres sincero –de la misma forma que antes sabía que mentías- o quizá simplemente sabe que Jacob era un dios cruel. En cualquier caso, entre matarte, dejarte ir con Locke y aceptarte, te permite ir con los suyos. Una razón habrá, pero no la tengo muy clara.
Dije antes algo sobre lo mala que era la escena de Richard y Jack. Pero comparada con lo que viene a continuación, el rollo de la dinamita es una obra maestra de la televisión: aparece Widmore en su submarino atómico (en mi imaginación, Widmore no se conforma con nada por debajo de un submarino atómico) cargado de misiles balísticos intercontinentales (lo dicho). Mira, Napoleón escapando de su isla prisión y regresando a la isla que cree que le pertenece por derecho. Supongo que usará los ICBM y arrasará la isla por completo. Luego se dirigirá a Flocke y le dirá: “Hoy la maté. Que se quede aquí con sus pilchas, ya no hará más perjuicios”. Ya no habrá isla que disputarse.
Una cuestión adicional sobre el retorno del caballero británico. Todos asumimos que Widmore es malo (si resulta ser el bueno de la serie nos vamos a reír), al menos en oposición a Ben, que será malo, pero es nuestro malo. Pero, ¿es la presencia que esperaba Jacob? Porque vamos, lo lógico sería pensar que pertenece al bando de Flocke (no es que crea que Flocke es malo, pero hay que admitir que está matando a mucha gente). Si realmente es así, entonces Jacob estaba esperando a otro grupo que no se nos ha revelado. Quizá cuando cuenten los del Black Rock…
Antes de despedirme, decirte que me gustaron mucho los dos libros que encontraste al rebuscar en la choza de Sawyer (junto con la revista erótica). La verdad es que la biblioteca de la isla está increíblemente bien surtida. Uno se titula “Justicia y verdad en acción” y viene firmado por Disraeli (aunque, aparentemente, el hombre no tiene nada con ese nombre), un título que parece especialmente ajustado a este episodio, ¿no crees? (el hecho de que por lo visto ese libro no exista ¿es otra pista a favor de que la isla es falsa?). El otro se titula The Chosen y parece referirse a ti. O quizá a otro, ahora que hay tantos elegidos corriendo por la isla. Pero curiosamente, si uno mira el argumento de ese libro, descubre que va de dos jóvenes amigos, de fe religiosa, de enfrentamientos familiares, de épocas tumultuosas. Quizá sea algo que ya ha pasado, o quizá sea más bien una indicación de lo que está por venir.
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Enlaces compartidos en Google Reader el día 11/03/2010. Son enlaces que por alguna razón, positiva o negativa, me han llamado la atención:
- AppleInsider | Apple's iPhone 4.0 software to deliver multitasking support ¿Ahora qué haremos los que tenemos un iPhone? Tantos años diciendo que no hacía falta la multitarea y ahora tendremos que empezar a decir que es la mejor implementación. Odio que me cambien las cosas.
- What's Wrong With E=MC^2? Eso.
- SAVI – Low Cost 3D Video Si pudiese comprar dos de ésas me montaba un sistema de éstos.
- Flylosophy: laboratorio de comunicación Una introducción interesante.
- Satélite : pensamiento racional para todos at genís roca Buenas reflexions.
- How Does Copyright Apply To Your Kids’ Monster Drawings? Una pregunta interesante. Si alguien hace dibujos basados en los dibujos de tu hijo, ¿tu hijo puede hacer uso de su copyright y obligar a retirar los dibujos derivados?
- Canadian City Asks Google To Reshoot Street View Shots To Get Rid Of Crime Scene
Es la necesidad humana de embellecerlos todo. No aceptamos que la realidad es como es y preferimos crear una imagen falsa que nos guste más.
Enrique Dans y su libro
Enrique Dans ha escrito un libro, sí. Sí, lo ha hecho en papel, además de en otras versiones. Y sí, cuesta dinero (por Zeus, espero que su blog también tenga licencia CC). Hasta este punto, casi no hay nada de raro, porque, no sé cómo decirlo, es lo que sucede con digamos el 99,99% de los libros que hay en una librería. Aunque es posible que, considerando los bajos índices de lectura de este país, mucha gente no sea consciente de que los libreros tienden a pedirte que pagues los libros e incluso se mosquean si no lo haces.
Pero en un claro caso de «por ser vos quien sois» a Enrique Dans se le ha criticado ampliamente por la simple decisión de no colgar el libro gratuitamente para uso y disfrute de toda la gente que quiera descargárselo y leerlo. Es más, en ocasiones han sido los defensores del modelo comercial más restrictivo los que con más saña han criticado la decisión, lo que no deja de resultarme curioso, porque, desarrollando con lógica las críticas que ellos mismos realizan, deberían haberlo saludado como una victoria, como un “pienso que me has dado la razón”. Pero evidentemente, están más interesados en censurar al hombre que en apuntalar sus propias ideas.
Muy poco parece importar que el libro venga con una licencia CC de lo más interesante. No sólo permite la libre distribución del texto –si te molestas en pasarlo a un formato digital- sino además, al ser una licencia reconocimiento-nocomercial-compartirigual puedes hacer todo tipo de cosas con el contenido del libro. En concreto, la licencia te permite crear obras derivadas. ¿Quieres traducirlo a jeroglíficos egipcios? Pues la licencia te lo permite, e incluso distribuir la traducción, siempre que no la vendas, o tatuarla en la espalda de la gente, si por ahí desbarran tus intereses. ¿Quieres adaptarlo al cómic? ¿A una obra de arte conceptual? ¿Quieres pintarlo en el interior de las paredes de una nave industrial e invitar a todos tus amigos? Adelante, todo eso y más cosas que se me ocurren tras pensar cinco minutos, puedes hacer.
Vamos, sólo podría haber sido más libre permitiendo el uso comercial. Yo me estoy planteando utilizar esa misma licencia para un libro y estaría genial que la gente se tomase esas libertades. En el caso que nos ocupa, sencillamente la licencia permite a quien quiera hacer una versión electrónica y distribuirla, siempre que lo haga gratuitamente, y modificar esa versión hasta los límites de la imaginación.
Lo que pasa en realidad es que cuando uno lee cree haber leído lo que ha entendido durante la lectura; es decir, creemos que el texto pone lo que nos imaginamos que pone, lo que se ajusta a nuestros prejuicios, ideas preconcebidas y demás ideas previas. Hace falta un gran esfuerzo de análisis para llegar a entender cabalmente lo que un texto dice, esfuerzo que rara vez estamos dispuestos a realizar. En el caso de Enrique Dans, ha escrito tanto sobre derechos de autor, libertad para el público y demás, que muchos llegaron a la conclusión de que defendía el gratis total o, mejor dicho, la imposibilidad de ganar dinero. Considerando que se gana la vida enseñándole a la gente a ganar dinero gestionando negocios, me asombra que alguien pudiese trepar hasta una conclusión tan peregrina. Pero así ha sido, en tal grado que ha tenido que explicar su postura, en particular, por qué el libro cuesta dinero y por qué la app para el iPhone también cuesta dinero (un poco cara, en mi opinión, pero bueno; creo que una gran solución hubiese sido dejar la app a 5 euros con la compra del libro).
Eso sí, evidentemente, podría haber optado por tener también una versión gratuita para descargar. No es imprescindible, pero ciertamente era una posibilidad por la que muchos han optado. Y estoy totalmente de acuerdo con él en que no le hace nada de falta. Estamos hablando de Enrique Dans, que tiene medios de sobra para promocionar su libro, lo que le garantiza de inmediato unas buenas ventas. Su nombre es lo suficientemente conocido en el mundo al que quiere llegar como para que no le haga falta regalar el libro. Pero creo un error que diga: «el efecto colateral de regalar el libro sería una disminución de ventas, lo cual haría que mi editorial estuviese menos contenta, y por tanto, disminuyese su nivel de apuesta». Por lo que dije más arriba, estoy seguro de que las ventas no se habrían visto afectadas, estoy seguro de que a estas alturas hasta San Pedro en las puertas del cielo se ha enterado de que Enrique Dans ha sacado ese libro.
Es más, hay indicios de que regalar el libro incrementa las ventas y editoriales que plantean experimentos muy curiosos en ese sentido. Les pongo un ejemplo que he visto recientemente, al interesarme por la programación del iPhone, el libro Building iPhone Apps with HTML, CSS, and JavaScript de Jonathan Stark que la editorial O’Reilly ofrece en tres versiones: una gratis en la web, una app para el iPhone a 5,99 dólares (la que tengo) y una versión en papel a 19,79 dólares en Amazon. Parecen coexistir más que alegremente. Es más, en varias ocasiones he sentido la tentación de comprar el libro en papel simplemente para poder ver más en una página y poder colocarlo plano sobre la mesa. En mi caso, la versión para el iPhone se convierte en publicidad del libro en papel (otra razón por la que creo que la app en este caso de Enrique Dans es demasiado cara. De costar 5 euros, alguien podría haberse planteado pillar las dos versiones).
Por supuesto, hay razones adicionales para dejar el libro gratis. Por ejemplo, la marca personal, porque no es lo mismo ofrecerlo tú a que lo ofrezca otro. En este caso, ha decidido que no le importa. También, claro está, podemos considerar la difusión de las ideas, que quizá siendo gratis llegarían más lejos. Pero también responde en su entrada a esa posibilidad, al señalar que la gente que más necesita leer el libro es precisamente la que lo compraría en papel. Vamos, que las razones que ha dado están bien y sólo discrepo en el punto de la disminución de ventas.
Voy cortando que estoy elucubrando tanto que empiezo a pensar que escribo sobre un episodio de Lost. Lo importante, y lo que no debemos dejar de apreciar, es que ya es un triunfo monumental lograr que un grupo editorial como Planeta saque un libro con una licencia Creative Commons. Desde el punto de vista de una gran empresa, es un riesgo, es adentrarse en un mundo incierto. La transición al libro digital va a ser convulsa y compleja, por lo que hay que saber valorar los pequeños pasos. En este caso, el paso merece felicitar a la editorial y al autor.
En cuanto al libro, pues no puedo decir nada porque acabo de empezar a leerlo. Ya contaré.
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- Don’t trust the critics: Four Apple products they thought would fail A mí me pasó con el iPhone. Creía sinceramente que no triunfaría. Y mira.
- FIESTA ROCKY HORROR ESTE SÁBADO Cómo me gustaría poder ir.
- Scott and Scurvy La complicada historia de la cura para el escorbuto.
- Savvy Saplings: How Does a Venus Flytrap Work? Fascinante.
- iPad Death Watch : AAPLinvestors Razones que dan para el fracaso del iPad. Veremos si tienen razón.
- dios según el diablo [El Lolaberinto] Qué bonito desplazamiento semántico.
- Avant-Garde Media: The UbuWeb Collection Siempre hay algo interesante en UbuWeb.
iPad y juegos de mesa
Una de las primeras cosas que pensé tras la presentación del iPad (probablemente la primera fuese “¿cuándo puedo tener uno?”) fue que parecía una plataforma ideal para juegos de mesa. Es lo suficientemente grande como para acomodar una zona de juego razonablemente amplia, al ser táctil, permite la interacción inmediata desde cualquier lugar y, como un tablero de cartón, puede simplemente colocarse sobre cualquier superficie horizontal. Aparte de eso, puedes llevar encima todos los juegos que quieras –o que te permita el almacenamiento- sin cargar con un volumen adicional. Por eso creo que los diseñadores de juegos de mesa tienen una muy buena oportunidad con la introducción del iPad y que harían bien en ir planteándose el salto.
Evidentemente, no vale cualquier juego de mesa. Parece evidente que los juegos que requieran información oculta, es decir, información que sólo conoce uno de los jugadores –como casi todos los juegos de cartas-, no se podrían implementar muy bien en un único dispositivo (sería diferente usando dos o más, claro). También, teniendo en cuenta el tamaño de la pantalla, da la impresión de que más de dos jugadores no resultaría muy cómodo, por lo que los juegos para dos serían los ideales. Es decir, juegos del estilo Ajedrez o Damas, y, por supuesto, cualquier solitario.
Por tanto, juegos para dos y donde toda la información sea conocida por ambos y se vea en pantalla. Por suerte, en el mundo de los juegos implementados con fichas y cartón hay muchos con esas características y los diseñadores de juegos se pasan el día inventándolos. Incluso algunos ya están implementados de forma similar en el iPhone. Por ejemplo, el excelente juego Hive que puedes comprarte por 1,59 euros y luego llevarte a cualquier lado.
Hive es un juego que además hace muy buen uso de las posibilidades táctiles del dispositivo, al permitirte manejar el tablero, rotándolo o inclinándolo. Sin embargo, la mayor limitación del Hive para iPhone (que, por lo demás, está muy bien implementado) es el tamaño reducido de la pantalla. Probar el juego con el iPhone te hace desear poder tener más espacio para interaccionar. Vamos, que no dudo que se trata de una aplicación que tendrá casi de inmediato una versión para el iPad.
Y en el caso de España y lo diseñadores españoles, he tenido oportunidad de ver varios juegos que me parecen candidatos perfectos para pasar al iPad. Sin ir más lejos, estoy seguro de que Nonaga de Viktor Bautista quedaría genial.
Mi impresión es que los diseñadores de juegos tienen una buena oportunidad con el iPad y dispositivos similares. En el caso de los autores españoles, es una forma muy cómoda de saltar a un mercado enorme, sin requerir complejas distribuciones como pasa con el cartón. Por supuesto, programar no es fácil e implementar cualquiera de estos juegos será labor de varias personas, pero también es un proceso complejo el editar un juego en el mercado físico. Pero creo de verdad que en este caso el esfuerzo puede valer la pena y que cualquier colaboración entre programadores y diseñadores de juegos daría resultados más que interesantes.
[Recibido] La gran aventura de los primeros hombres europeos, de Henry de Lumley
Se me empiezan a acumular los libros de divulgación por leer. Éste La gran aventura de los primeros hombres europeos (Tusquets Editores. ISBN: 978-84-8383-217-2. 270 pp. 18,00 €) de Henry de Lumley podría ser perfecto para arrancar.
De la contraportada:
La especie humana, diferenciada de los australopitecos por su capacidad para fabricar herramientas, se aventuró a abandonar África en busca de alimentos y, a través de lo que hoy es Georgia, alcanzó el continente europeo hace 1,8 millones de años. Hay huellas de su rápida dispersión en Italia, España, la Francia meridional, así como de su desplazamiento hacia las estepas del norte y de Asia Central, persiguiendo las grandes manadas de herbívoros. Este libro revela los fascinantes hallazgos realizados a lo largo de los últimos años en los yacimientos arqueológicos europeos y pone al descubierto para el lector las diferentes etapas de un largo y complejo proceso evolutivo que nos ha convertido en humanos.
El célebre prehistoriador Henry de Lumley describe con brillantez los principales hitos de una aventura que duró cientos de miles de años y entre los que se cuentan las primeras formas del lenguaje, el perfeccionamiento de las armas de caza, la conquista del fuego y los inicios de la actividad simbólica ante la muerte.
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- Rhizome | hall of venn diagrams (2009) – Zach Rottman Qué bonito son los diagramas de Venn.
- El rey de los juegos de mesa | Heraldo.es Él no se considera un experto, pero para muchos otros -entre los que me cuento- José Carlos de Diego es toda una autoridad en juegos de mesa.
- A Look At Twelve Years Of Dangerous Unintended Consequences From The DMCA Pues eso.
- 344 Vale casi igual decirle a un friki que Tim Burton es muy mal director y que su única película buena es Ed Wood porque se sentía identificado. Risas garantizadas.
- WILLY Otra vez un «pues eso».
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