Enlaces iPhone

¿Estás cansado del iPhone? No. Pues toma, más enlaces.

Apple iPhone Papercraft Model. Para hacerte un iPhone de papel. ¿Quién no querría tener un iPhone de papel?

The future of phones: no buttons? Eso, los teléfonos del futuro no tendrán botones. No está claro que sean teléfonos de Apple.

iPhone: Who Stands To Gain and Lose? ¿Quién pierde y gana en todo esto? Según el autor, uno de los perdedores es el iPod.

What’s Missing From the iPhone. ¿Qué le falta? No es abierto, por ejemplo.

Handicapping the iPhone. Sobre lo mucho que le va a costar a Apple cumplir ese objetivo de llegar al 1% de cuota de mercado.

The iPhone Lands-How Big A Splash Will It Make? Su conclusión: «Apple doesn’t pose a threat to the handset manufacturers, but the iPhone should be successful enough to add significant profit to Apple’s bottom line.».

The Genesis on iPhone: The Backstory; Some Weaknesses. Sobre el origen del iPhone y algunos de sus puntos flancos. Por lo visto, no puedes descargar canciones directamente de la tienda iTunes. Suena un poco raro, la verdad.

The test of the iPhone – it’s interface. Sober lo que tiene y deja de tener el iPhone y si debería hacerte reconsiderar comprar otro teléfono.

Finally, the iPhone. Se comenta que muchas de las cosas que hace el iPhone las pueden hacer otros teléfonos. Pero, la atención que reciba el teléfono de Apple dará a conocer a muchos las posibilidades de los nuevos teléfonos móviles (aunque muchas personas creerán que esas cosas sólo se pueden hacer con un iPhone).

iPhone thoughts. «Feature-wise, it’s about average. GSM only to begin with, a 2 megapixel camera». Más un PDA decente que un teléfonos, es su conclusión.

iPhone: the interface’s the thing. «If the iPhone interface is as intuitive as Jobs promised, then people will line up to get it regardless of its hefty price.»

More Views On The iPhone. Por si quieres seguir leyendo opiniones.

Y claro, ya hay chistes sobre el iPhone:

Aunque reconozco que éste sobre maqueros me ha gustado más:

Continuar leyendoEnlaces iPhone

El mago de Oz

Pues sí, me equivoqué por completo. La presentación de Steve Jobs fue muy entretenida. Lo mejor, posiblemente el cambio de nombre, reflejando que la compañía ya no puede seguir viviendo de vender ordenadores y tiene que ponerse a fabricar otras cosas.

Mi deseo secreto era que se anunciase el AppleTV (antes iTV). Sí, se hizo, se cumplió todo lo que quería y sólo aplicando grandes dosis de fuerza de voluntad puede controlar el impulso de comprar uno ahora mismo. Tengo que recordarme cada dos minutos que debo esperar a las primeras reseñas de sitios web de confianza. A ver si en unos días…

Según leo, maqueros de todo el mundo están muriendo víctimas de sobredosis del campo de distorsión de realidad de Steve Jobs. Estás sometido a ese campo tenía que ser malo. En particular, al presentar ese esperado cacharro, el iPhone. Un teléfono con detalles muy interesantes e incluso novedosos que hace muchas cosas que otros muchos teléfonos hacían antes. Es buen teléfono, cierto, aunque no me parece que vaya a revolucionar el mundo de los teléfonos móviles. En Apple lo saben, y aspiran sólo a un 1% de cuota de mercado. La falta de 3G da a entender que dentro de un año sacarán otro modelo para vendérselo de nuevo a la misma gente.

Pues eso, mucho mejor de los esperado.

Me disculpan, que voy a ir a mirar otra vez ese AppleTV.

Continuar leyendoEl mago de Oz

El bingo de Steve Jobs

Hoy el mundo contiene el aliento expectante. ¿Qué maravillas anunciará esta tarde Steve Jobs? Sea lo que sea, podemos garantizar con casi toda seguridad que será decepcionante (es decir, no hablará del iTV). Durante varios días, los maqueros de pro harán todo lo posible por justificar los anuncios de su líder carismático, retorciendo la lógica todo lo que sea preciso para demostrar que el mundo no ha oído nada igual.

Tal es así, que se ha convertido en un juego. En un bingo, concretamente, con su cartón y todo. Es lo que podría pasar y podría no pasar durante la presentación:

The way I see it, the most important part of keynote bingo is the card itself. The choice and arrangement of squares documents the hopes and fears of the card maker, and perhaps the larger Mac community, at a particular point in time. And the detailed definitions for each square provide important context for each prediction.

Todos los recuadros del cartón son posibles, aunque no todos son igualmente probablemente. Yo ya he impreso el mío.

Que haya suerte.

(vía Guardian Unlimited: Technology)

Continuar leyendoEl bingo de Steve Jobs

[50 libros] 2007

No, todavía no he terminado ningún libro. Tengo varios que están a punto, pero depende un poco de mi estado de ánimo (cambio de libro dependiendo de lo que me apetezca). Tengo ganas de saber cuál será el primero. En cualquier caso, como voy a dejar aquí la lista de lecturas, pues me hacía ilusión que fuese la primera entrada de 2007.

El año pasado conseguí finalmente reseñarlos todos. Fue con sprint final, pero las cosas a veces sólo se pueden hacer cuando se pueden hacer, y no cuando a uno le gustaría. A ver si este año todo cuadra mejor y lo voy haciendo poco a poco.

Ver: 50 libros.

    Enero

  1. The Courtier and the Heretic: Leibniz, Spinoza, and the fate of God in the modern world de Matthew Stewart
  2. What’s It All About? Philosophy and the Meaning of Life de Julian Baggini
  3. Jane Eyre de Charlotte Brontë
  4. Febrero

  5. Tricks of the Mind de Derren Brown
  6. QI: The Book of General Ignorance de John Lloyd y John Mitchinson
  7. Marzo

  8. A Short History of Progress de Ronald Wright
  9. Abril

  10. Las ovejas de Glennkill de Leonie Swann
  11. Fabulous Science: Fact and Fiction in the History of Scientific Discovery de John Waller
  12. Think de Simon Blackburn
  13. The Philosophy Files 2 de Stephen Law
  14. Growth Fetish de Clive Hamilton
  15. A Man Without Country de Kurt Vonnegut
  16. Living Lost: Why We’re All Stuck on the Island de J. Wood
  17. Mayo

  18. La felicidad y el suicidio de Luis Antonio de Villena
  19. The Third Policeman de Flann O’Brien
  20. Stumbling on Happiness de Daniel Gilbert
  21. Borges y la matemática de Guillermo Martínez
  22. The Perfect Thing. How the iPod became the defining object of the 21st century de Steven Levy
  23. A paso de cangrejo. Artículos, reflexiones y decepciones, 2000-2006 de Umberto Eco
  24. The State of the Universe: A Primer in Modern Cosmology de Pedro G. Ferreira
  25. South of the Border, West of the Sun de Haruki Murakami
  26. Junio

  27. After Dark de Haruki Murakami
  28. The End of Harry Potter de David Langford
  29. How Mumbo-Jumbo Conquered the World: A Short History of Modern Delusions de Francis Wheen
  30. No Plot? No Problem! A Low-Stress, High-Velocity Guide to Writing a Novel in 30 Days de Chris Baty
  31. Who was Dr Charlotte Bach? de Francis Wheen
  32. The Physics of the Buffyverse de Jennifer Ouellette
  33. Julio

  34. First Among Sequels de Jesper Fforde
  35. It’s Not News, It’s Fark: How Mass Media Tries to Pass Off Crap as News de Drew Curtis
  36. Atheism: A Very Short Introduction de Julian Baggini
  37. The Comprehensible Cosmos: Where Do the Laws of Physics Come From? de Victor J. Stenger
  38. Harry Potter and the Deathly Hallows de J. K. Rowling
  39. The Origen of the Universe de John D. Barrow
  40. Mil grullas de Yasunari Kawabata
  41. Agosto

  42. No One Makes You Shop at Wal-Mart: The Surprising Deceptions of Individual Choice de Tom Slee
  43. Battle Royale de Koushun Takami
  44. Cómo acabar de una vez por todas con la cultura de Woody Allen
  45. Why Truth Matters de Ophelia Benson y Jeremy Stangroom
  46. The Unfolding of Language: The Evolution of Mankind’s Greatest Invention de Guy Deutscher
  47. Field Notes from a Catastrophe de Elizabeth Kolbert
  48. Septiembre

  49. A Brief History of the Spanish Language de David A Pharies
  50. The Science of Doctor Who de Paul Parsons
  51. Against All Gods de A C Grayling
  52. The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy de Douglas Adams
  53. Hiding in the Mirror: The quest for alternate realities, from Plato to String Theory (by way of Alice in Wonderland, Einstein and The Twilight Zone) de Lawrence M. Krauss
  54. Octubre

  55. Why Darwin Matters de Michael Shermer
  56. The Bird man and the Lap Dancer: Close Encounters with Strangers de Eric Hansen
  57. The Book of Animal Ignorance de John Mitchinson y John Lloyd
  58. The Death of Socrate: Hero, Villain, Chatterbox, Saint de Emily Wilson
  59. Noviembre

  60. Quirkology: The Curious Science of Everyday Life de Richard Wiseman
  61. Hobby Games: The 100 Best de James Lowder (editor)
  62. Buddhism Plain and Simple de Steve Hagen
  63. Why Not Catch-21? The Stories Behind the Titles de Gary Dexter
  64. Diciembre

  65. Many Worlds in One: The Search for Other Universes de Alex Vilenkin
  66. How to Talk About Books You Haven’t Read de Pierre Bayard
  67. Heavy Water de Martin Amis
  68. The Plot to Save Socrates de Paul Levinson
  69. Far Out: 101 Strange Tales from Science’s Outer Edge de Mark Pilkington
Continuar leyendo[50 libros] 2007

#49 Measuring the World de Daniel Kehlmann

Me resulta difícil reseñar Measuring the World (está en español, por cierto, con el título de La medida del mundo La medición del mundo). Mi problema es que es el mejor libro que he leído este año, pero no acabo de encontrar la forma de transmitir por qué creo que es el mejor libro que he leído este año. La experiencia de leerlo me resulta inefable. Su disfrute depende a la combinación de tantos elementos que no sé por dónde empezar.

Pero soy tonto y lo voy a intentar.

Yo diría que Measuring the World es un comentario sobre el genio, por qué los genios son genios, qué les hace diferentes al resto de nosotros, y como al final son igual de humanos. Los dos genios elegidos son Alexander von Humboldt y Carl Friedrich Gauss, dos hombres obsesionados con medir el mundo, cada uno a su modo. Humboldt recorre el planeta midiendo todo lo mensurable allí por donde pasa, recorriendo las selvas de Sudamérica y descendiendo sus ríos. Gauss apenas necesita moverse de su silla para medir la realidad, y la tranquila contemplación de las cosas es materia suficiente para su reflexión. Pero Humboldt también tiene su lado teórico y Gauss trabaja de agrimensor.

En cierta forma, parte del libro viene a decir que esos dos hombres son extraños y algo inhumanos. Son diferentes a nosotros para lo bueno y para lo malo, que su genio les resta algo de humanidad. Las personas que le rodean manifiestan continuamente su perplejidad ante las reacciones de esos dos genios; gran parte del humor del libro surge de esos contrastes. Pero Measuring the World es una de esas novelas que van un paso por delante de ti, y va mutando mientras la lees. Cuando crees que te está diciendo una cosa, cambia y te cuenta otra. La impresión inicial se invierte, y queda la duda de si Humboldt y Gauss no serán más humanos que los demás. Los dos conocen el triunfo de la comprensión y también la pena de la decadencia de sus facultades. En última instancia, es una exaltación del científico. Pero no cualquier investigador, sino el que mira al mundo y no puede evitar ver un problema a resolver, una cantidad a medir. Es un rasgo de carácter que otros personajes de la novela reconocen hasta el punto de mostrarse incluso reverentes, como cuando el maestro de Gauss comprende que si no hace que el muchacho vaya al instituto, él, el profesor, habrá vivido en vano.

¿He dicho que es una novela muy divertida de leer? Está escrita como una especie de tragicomedia sobre científicos, donde el final está claro y es terrible, pero los detalles son individualmente muy divertido. Los diálogos están contados con cierto distanciamiento lo que incrementa el efecto y la comicidad. De vez en cuando Gauss o Humboldt (que se encuentran brevemente y se hacen amigos) suelta una frase lapidaria. Por ejemplo:

It was both odd and unjust, said Gauss, a real example of the pitiful arbitrariness of existence, that you were born into a particular time and held prisoner there whether you wanted it or not. It gave you an indecent advantage over the past and made you a clown vis-à-vis the future.

That was the moment when he grasped that nobody wanted to use their minds. People wanted peace. They wanted to eat and sleep and have other people be nice to them. What they didn’t want to do was to think.

Cuando quedan pocas páginas para terminar, las figuras van confundiéndose. Uno no sabe cuál de los dos ha viajado más, y cuál se ha quedado en casa; y ellos comparten esa misma incertidumbre. La medición del cosmos tiene esas cosas. Al final no sabes si eres el medidor o la medida. Este año, he tenido pocas ocasiones de reflexiones más con un libro y pocas ocasiones de reírme más con un libro.

[50 libros] 2006

Continuar leyendo#49 Measuring the World de Daniel Kehlmann

Mis series del 2006 (I): Doctor Who

Hay ciencia ficción y hay ciencia ficción. Está la que intenta predecir el futuro y acercarse más o menos a la realidad tecnológica, incluso cuando va de naves espaciales y aunque todos sabemos que jamás conquistaremos el espacio (ni falta que nos hace).

Y luego está la otra. La divertida.

La de: «y ahora nos vamos 5.000 millones de años en el futuro a ver como la Tierra se quema al convertirse el sol en gigante roja, que mola».

Me gustan las dos, la solemne y la divertida. Solo que la divertida es mucho más escasa, porque es difícil de hacer bien. Hay que estar dispuesto a hacer el tonto con la cara seria, a escribir una historia sincera y humana sobre robots de relojería atacando a madame de Pompadour. No lo hace cualquiera.

Pero los guionistas de Doctor Who sí que saben hacerlo.

Doctor Who es un clásico de la televisión británica, con años y años de episodios a la espalda. A estas alturas, la mitología de la serie es compleja y retorcida, pero básicamente, el Doctor es un extraterrestre que va por ahí en su combinación de nave espacial y máquina del tiempo, el TARDIS. Siempre va acompañado de alguien más o menos humano que hace de freno.

En 2005, la BBC decidió resucitar la serie. De la mano de Russell T. Davies nace un nuevo Doctor Who -la novena encarnación; porque al morir, el Doctor tiene la capacidad de regenerarse con otro aspecto-, el último de los Time Lords. Pero extraterrestre, Time Lord y viajero en el tiempo, el Doctor es ante todo un hombre lleno de entusiasmo por el universo, que ha visto y hecho tanto que su carisma apenas le cabe en el cuerpo, y que puede ser mortalmente despiadado cuando la ocasión lo requiere. No tiene ni el más mínimo poder, va armado exclusivamente con un destornillador sónico que sólo sirve para abrir puertas y en ocasiones no parece siquiera capaz de operar el TARDIS (a veces le tiene que dar martillazos a los controles). Pero sus enemigos se echan a temblar en cuanto oyen su nombre. Porque el Doctor es como un dios totalmente humano, alguien con un optimismo tan desmesurado que crea su propio campo gravitatorio. El universo se pliega a los deseos del Doctor. Y si no se pliega… bien, el cosmos se lo ha buscado.

Pero el Doctor también arrastra una carga, ser el último de los suyos y haber contribuido a la desaparición de toda su especie en la Guerra del Tiempo contra los Daleks, sus archienemigos. De pronto el Doctor, siempre sonriente y jovial incluso enfrentado al mayor peligro, muda de expresión y la tristeza le invade. Lleva la carga de ser una fuerza de la naturaleza, capaz del bien o del desastre, y de necesitar a alguien que le controle.

La magia de la serie radica en contar historias absurdas -de monjas gatos que curan enfermos, hombres lobos que atacan a la reina de Inglaterra, demonios encerrados en agujeros negros, del final de la Tierra, de su origen, de nanomáquinas en la segunda guerra mundial, de millonarios con museos alienígenas o de hombres cibernéticos dispuestos a conquistar el mundo- sin olvidar en ningún momento que está contando la historia del Doctor y de su fiel acompañante (Rose, en las dos primeras temporadas). Siempre hay un hueco para centrarse en los personajes, incluso en medio de la batalla más cruenta, siempre sabemos lo que sienten o lo que piensan.

El universo de Doctor Who es estrambótico y desmedido, pero está poblado por personas. Doctor Who te lleva al comienzo del tiempo o al final de los tiempos. Todo el universo es su escenario y no hay barreras de tiempo, espacio o mundos paralelos que se le resistan. Y mientras te muestra esas maravillas, te crees que hay personas -con sus dobleces, manías y defectos- contemplando esos prodigios.

Anteriormente:
Mis series del 2006 (II): Paranoia Agent
Mis series del 2006 (III): The IT Crowd

Continuar leyendoMis series del 2006 (I): Doctor Who

#31 Being Good. A short introduction to ethics de Simon Blackburn

Lo de corta está claro, poco más de 150 páginas. También es curioso porque el libro comienza comentando lo incómoda que es la ética. En cuanto introducimos cuestiones éticas, tienes que comenzar a pensar en cosas que quizá no deseabas considerar. ¿Es lícito explotar los recursos naturales? ¿Está justificado el egoísmo de nuestro sistema político? Y cosas así. Por tanto, lo primero que hace, es presentar siete objeciones a la ética, las siete respuestas que damos cuando no queremos tratar con las cuestiones éticas. Las siete respuestas a la ética son tan variadas como la muerte de Dios, el relativismo, el egoísmo, la evolución, el determinismo y la futilidad, las exigencias desmedidas y la falsa conciencia.

Es muy buena idea empezar de esa forma, aunque sea negativamente. Sin haber entrado todavía en territorio puramente ético, ofrece remedio a muchos argumentos que consciente o inconscientemente aplicamos en muchas situaciones.

Después de eso, llega la hora de analizar algunas situaciones sobre las que es preciso pensar éticamente. Nacimiento, muerte, la libertad, el placer, etc… No es hasta la tercera parte del libro que se plantean algunos fundamentos para una ética, las muchas formas que se han planteado para cimentarla.

La exposición del libro es muy clara, y todo está explicado para que se entienda. Como empieza con las objeciones y las situaciones, la necesidad de la ética queda clara. Pero hay un elemento que destaca al final, una cierta idea: la ética es algo que practicamos. No es en sí mismo un procedimiento que nos indica qué debemos hacer. Más bien, es un conjunto de reglas que seguimos porque no podemos vivir la vida de otra forma, aunque no podamos justificarlo racionalmente.

[50 libros] 2006


Continuar leyendo#31 Being Good. A short introduction to ethics de Simon Blackburn

#50 Juglar de Rafael Marín

Resulta que el Cid Campeador no luchó su última batalla después de muerto. En realidad, aunque la historia no lo registra, resucitó durante un día para comandar su ejército. El responsable de tal prodigio fue Esteban de Sopetrán, Truhán, Estebanillo -y seguro que varios nombres más- que es capaz de usar la magia combinada de las tres grandes religiones.

Así arranca la novela que cuenta la vida -o parte de la vida, es mi suposición- de Truhan. Desde sus orígenes como bebé abandonado en un monasterio, su paso como sirviente de un joven noble adepto a la magia, sus estancias con el Cid, su vida en los caminos como juglar y el favor final que hace a la causa del único señor al que es más o menos fiel.

La novela está escrita en primera persona y es el propio Estebanillo el que cuenta su historia. En ella hay ecos de Lágrimas de luz y de esa casi desconocida novela que es El muchacho inca. Es fiel a la tradición picaresca y va desgranando una serie de aventuras que sin embargo tienen un hilo común detrás, una columna vertebral narrativa que mantiene razonablemente la coherencia.

Antes de pasar a lo bueno, voy a por un par de críticas. A Rafael Marín le gusta oírse escribir, y en ocasiones se le nota demasiado. Estebanillo trabaja tanto las frases que en ocasiones todas parecen estar reclamando la atención del lector. Así mismo, algunas aventuras funcionan mejor que otras y la coherencia general a veces queda un poco deslavazada. Por último, los personajes de Rafa Marín tienden a llorar un poco de más, y Truhán no es excepción. Leyéndole, uno pensaría que es el único que sufre en ese mundo de sufrimientos.

Ahora, a lo bueno. El personaje está tan lleno de matices y de grises, está tan bien construido, que efectivamente nunca sabes cómo va a reaccionar. Estebanillo reacciona como una persona de verdad y eso da mucha fuerza y sinceridad a la historia. Así mismo, la época queda magníficamente plasmada. Tanto es así, que por primera vez en la vida salté a la enciclopedia a comprobar quién era toda esa gente. Hacerme desear saber más siempre me ha parecido un gran halago para una novela.

Me parece un acierto que el personaje protagonista no sea uno de los personajes que la historia conoce. Los históricos parecen todos unos matones sin escrúpulos -impresión incrementada tras leer sobre la época- y hubiese resultado difícil identificarse con ellos. No quiero decir con ellos que Truhán no cometa crímenes -que los comete, y a patadas-, sino que su humanidad es más fácil de comprender y plasmar. En ocasiones simplemente los acontecimientos se confabulan contra él.

La historia es fantástica, con magia y hechos sobrenaturales. No es, sin embargo, una ucronía, sino una historia secreta del mundo. Sucede más o menos lo mismo que sucedió en la historia, sólo que los libros de historia no registran las causas últimas y reales. La fantasía permite también introducir divertidos elementos: el Cid Campeador entregándole al rey Sancho un ejemplar del Necronomicón.

En resumen, una buena novela de aventuras, un excelente paseo por el mundo de el Cantar de Mio Cid y una forma estupenda de empezar a leer a Rafael Marín.

[50 libros] 2006


Continuar leyendo#50 Juglar de Rafael Marín