El lunes, salí de casa a comprar un libro. A las pocas horas regresé cargando con cinco libros, ninguno de los cuales era el que había salido a buscar (lo tuve que pedir a una tienda en Internet).
Pero lo curioso de la historia está en el quinto libro. Me pasé por mi apartado de correos y tenía un paquete. Era un pedido que había hecho a Círculo de Lectores. Lo pagué y eso, y la encargada me dice: «Cuidado, que pesa». Cómo va a pesar, pensé yo, si son dos libros chiquitines. Pero sí, pesaba, casi cuatro kilos. Lleno de curiosidad, abrí el paquete allí mismo y dentro me encontré: El Quijote. Sí, una edición de El Quijote, con su volumen de notas y demás. No me lo habían cobrado, venía marcado con precio cero.
Luego pensándolo y eso, y guiándome por una tarjeta que había en el interior y me daba las gracias por llevar 10 años en Círculo, deduje que debía ser un regalo o algo. Un buen regalo, es una edición que me apetecía, pero totalmente inesperado. Aunque cabe la posibilidad de que sea un error. Pero considerando que su número de teléfono es un 902, no voy a llamar para preguntar.