El Spiel des Jahres es el premio que se concede anualmente en Alemania al mejor juego de mesa. Y este año le ha tocado a un juego excelente, fácil de aprender y que ofrece, por su diseño, muchas horas de diversión: Dominion, primer juego publicado de
Donald X. Vaccarino y editado en español por Devir.
Dominion es un juego de cartas -500 en total que se dividen, a grandes rasgos, en cartas de dinero, de acción y de puntos de victoria- que vienen en una gran caja para que sean más cómodas de ordenar. De entre todas esas cartas, los jugadores van jugando para formar un mazo personalizado (todos comienzan con las mismas cartas y las van adquiriendo de la misma reserva, así que no hay ventaja inicial, dependiendo de tu ingenio). Al final, gana el que más cartas de victoria tiene en el mazo. Por desgracia, las cartas de victoria no te permiten ejecutar ninguna acción y las cartas de acción no dan puntos de victoria. Por tanto, la idea es mantener un equilibro entre las cartas que adquieres a lo largo de la partida, para no llenar el mazo de cartas inútiles, pero tampoco sin quedar muy atrás en puntos de victoria. Las partidas son muy cortas, del orden de los 20 ó 30 minutos.
El turno de cada jugador es muy simple. Empiezas con cinco cartas en la mano. A continuación, puedes realizar una acción (si quieres) empleando las cartas de acción y luego realizar una comprar (si quieres) empleando las cartas de dinero. Una vez hecho eso, te descartas de todas las cartas: las que has jugado, las que te queden en la mano y las que hayas podido conseguir durante el turno. Luego, coges otras cinco cartas y el turno pasa al siguiente jugador. Cuando no puedes coger cartas porque el mazo se ha terminado, barajas el mazo de descartes y formas un nuevo mazo de juego, momento en el que las cartas ganadas anteriormente entran en juego.
Por tanto, una acción y una compra posibles. Aunque, por supuesto, la idea es ir jugando cartas que te permitan poder ejecutar más acciones y/o incrementar el número de compras o la cantidad de dinero disponible para cada compra. Es decir, debes ir fabricándote el mejor mazo posible para conseguir puntos de victoria de la forma más efectiva posible.
Las cartas se van adquiriendo de distintos motones colocados sobre la mesa. Todo se puede comprar: el dinero, las acciones, los puntos de victoria (algunas cartas incluso tienen valor 0 y por tanto no hace falta dinero para comprarlas). Para comprar, hay diez montones de cartas de acción con diez cartas en cada montón. También hay tres montones con cartas de victoria (de 1, 3 y 6 puntos) y otros tres montones con cartas de dineros (de valores 1, 2 y 3). El juego acaba cuando se agotan tres de los montones que hay sobre la mesa o se agota el montón de puntos de victorias de valor 6.
Uno de los grandes detalles del juego radica en los montones de cartas de acción. Se juega con diez (que pueden elegirse al gusto o al azar) motones, pero en la caja vienen 25 tipos de cartas de acción, con los que las combinaciones son enormes.
Lo dicho, un juego excelente y un premio más que merecido. Para más detalles y fotos, ver la reseña de El Kingmaker y la ficha del juego en BoardGameGeek.
(vía Diario de WKR)