En nuestra salida de este fin de semana he podido comprobar un hecho curioso: la costa de la muerte sufre una infestación de aerogeneradores. Y no una infección pequeñita de unos cuantos, sino un buen montón de ellos en lo más alto, todos allí girando pacientemente, produciendo electricidad y sin duda aguardando a su Quijote como si de personajes de Beckett se tratase:
Ojo, que no tengo nada en contra de esos cacharros. De hecho, me resultan vagamente tranquilizadores.
Subiendo y bajando por las carreteras pudimos disfrutar de algunas vistas impresionantes. Lástima que el tiempo no acompañase, pero esto es Galicia y el tiempo rara vez acompaña:
En justicia, pillamos varias horas de sol (bastaba con estar en el sitio justo) y pudimos ir a la playa en Ancoradoyro y Carnota. Precisamente en un quiosco de Carnota encontré un Super Humor con mi historia preferida de Mortadelo: «El caso del bacalao», que me parece una perfecta traslación en cómic del concepto de lo sublime que tenía Edmund Burke. Venía buscándolo desde hace tiempo (debo tener otro ejemplar, aunque estará en un continente diferente) pero sin suerte:
Viene otra historia curiosa: «¡Valor y al toro!». El estilo es reconociblemente el de Ibañez, pero también es diferente. Incluso Filemón lleva una chaqueta roja y va sin pajarita, e incluso los disfraces de Mortadelo tienen cremallera. ¿Hay alguna razón para eso? ¿Lo dibujó alguien imitando el estilo de Ibañez? ¿Lo hizo Ibañez para otro mercado?
[Estoy escuchando: «Alto polkaje» de Benito Cabrera en el disco Travesías]
Hubo una época en que Bruguera le dijo a Ibáñez que dedicase más tiempo a cada historieta para tener más calidad. Por lo visto, no compensó y volvió al remo del buque corsario.