Foodblog

No soy yo el único que pone fotografías de platos en su bitácora. Joi Ito también lo hace. La diferencia principal es que él usa una cámara digital maravillosa y además pone vídeos de la comida hirviendo, algo que francamente a mí no se me he había ocurrido, pero que me apunto como posibilidad (después de todo, el Nokia 3650 también permite grabar unos segundos de vídeo).

Algunas personas han manifestado su asombro al descubrir que me gusta la comida. Por ejemplo, Joni Karanka en su Bitácoras y móviles habla de cómo los móviles con cámara alteran la forma de hacer bitácoras y comenta:

No es lo mismo que llevar una cámara digital: uno se lo piensa antes de sacarla a la calle. Aquí podemos leer una «pérdida de la virginidad» con este sistema por parte de Pjorge. Unos quince días después podemos ver los resultados en su bitácora: Pjorge. ¡Ha aparecido una fuerte vena gastronómica que no conocíamos!

Efectivamente, no es lo mismo. Aunque yo me sentiría totalmente estúpido intentando fotografiar un solomillo con mi cámara digital -si la llevase encima continuamente, que no lo hago-, apenas me siento marginalmente estúpido sosteniendo un teléfono sobre un plato como quien no quiere la cosa. Lo que sí me asombra un poco es descubrir que hasta ahora no había dejado constancia en esta bitácora de que me gusta la comida. Es curioso, porque es una de esas cosas que más satisfacciones me da de este mundo. De hecho, me entristece pensar en sólo comer para alimentarme.

En cualquier caso, me gustaría aclarar un punto: no me considero ni un gastrónomo ni un gourmet, porque para eso hay que saber y mí con la comida me pasa como con la música: la disfruto pero no sé nada sobre ella. Por lo demás, a mí me gustaría ser rico por dos razones: 1) Almorzar y cenar todo los días en un restaurante y 2) Tener un avión privado. Me conformo con lo primero.

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