El hermano de las moscas de Jon Bilbao

El hermano de las moscas de Jon BilbaoHéctor es feliz con su mujer, Sara. Ella está embarazada y él ocupa un puesto razonablemente bueno en una refinería. Viven en una urbanización de las afueras razonablemente exclusiva y llevan una vida cómoda y ordenada. Pero el día en que nace su hija Beatriz, el hermano de Héctor, Grego, regresa de Asia extrañamente enfermo. Héctor le deja ocupar un dormitorio de su casa y vuelve al hospital. El hermano cierra el cuarto y se tiende en la cama.

Y procede a transformarse en un enjambre de moscas.

Situación que persiste durante diez días. Tras los cuales, Grego vuelve a aparecer.

Cosa que se repite una vez al años. Al menos.

Y así comienza, El hermano de las moscas (Salto de Página. ISBN: 978-84-935635-6-1. 384 páginas. PVP: 21,50€) de Jon Bilbao, una historia extraña. Extraña, como mínimo, por el conjunto de circunstancias.

El elemento extraño, irracional y fantástico habita un mundo ordenado de clase media, de burguesía. Grego, el hombre que una vez al menos una vez al año se transforma en moscas, se ve obligado a ingresar en un entorno social –él, que siempre ha sido un despreocupado, un hombre que ha procurado trabajar lo menos posible y que hasta hace poco regentaba un negocio de alquiler de embarcaciones que le permitía ligar con las turistas- con el orden suficiente para mantenerle con vida. Pero a pesar de intentarlo, a pesar de convertirse en empresario más o menos responsable, a pesar de buscarse novia, hay cosas que le están vedadas. Sobre todo, cuando los ataques empiezan a acelerarse, dándose cada vez a intervalos más cortos.

Por otra parte, su Héctor, Sara y Beatriz siguen viviendo en su mundo de siempre. Es decir, hacen lo posible por ayudar a Grego, en los que invierten mucho esfuerzo y, sobre todo Sara, intentan averiguar qué pasa. Pero a la vez, sus vidas siguen igual, trabajando y cumpliendo uno a uno todos los sueños de su clase social. Que un hombre periódicamente se convierta en un montón de moscas no modifica sustancialmente sus vidas. En el fondo viven igual que si él no hubiese vuelto.

El estilo de la novela es deliberadamente seco, contada de la forma más simple y directa posible y con una trama que se desarrolla con estricta lógica (incluyendo una conclusión final que apunta más allá). Digo deliberadamente, porque hay un capítulo, ambientado en el futuro y que cuenta las vivencias posteriores de algunos personajes, que tiene un tono muy diferente, más luminoso y liberado. La lectura es muy ágil y el resultado final da que pensar. Quizá sea una obra sobre lo fácil que es ocultar lo extraño y diferente –como esa niñera que escribe rarísimas obras teatrales- bajo el manto de la más absoluta normalidad.

O quizá no.

[50 libros] 2008

Esta entrada tiene 8 comentarios

  1. Reven

    Es como «La Metamorfosis» de Franz Kafka pero con un final feliz. ¿O como?

  2. Jon Bilbao

    Muchas gracias por la reseña.

    Un saludo,

    Jon Bilbao

  3. araceli

    cuentos tan buens

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