Territorios inexplorados: una entrevista con Connie Willis (VI)

Entrevista con Connie Willis realizada en Glasgow (1995). Publicada originalmente en BEM 49. La recupero aquí dividida en siete partes.

PJR: Hablemos un poco de ciencia y tecnología.

CW: Bien.

PJR: Veo por tus historias que si bien puedes criticar la ciencia y la tecnología no te opones a ellas.

CW: No, me encanta la ciencia y la tecnología. Mucha ciencia ficción es muy reaccionaria, mucha ciencia ficción teme a la tecnología. Teme que en lugar de tener un gran mundo de naves espaciales, colonización marciana y viajes a las estrellas, tendremos una sociedad más y más mecanizada, y una vida cada vez peor en la que los seres humanos ya no contarán. Mi opinión es que la tecnología es neutral, es ella misma. Lo interesante es como el hombre la emplea, porque la tecnología puede ser buena o mala.

Hay una regla para escribir: el primer uso de una nueva tecnología será para cometer un crimen. Y eso ha pasado con los ordenadores, con todos esos delitos que nadie había previsto, o esos crímenes en Internet. Pero por otra parte, había una mujer que era miembro de un grupo de Internet, no hace mucho de eso. Era ya mayor y un día comenzó a escribir incoherencias. El resto del grupo se asustó y empezaron a preguntar si alguien conocía su verdadero nombre y dirección. Lo descubrieron y llamaron a la policía. Resultó que se había equivocado con su medicación. La policía la llevó al hospital. La habían rescatado gentes que ella no había visto jamás en persona y que ni siquiera vivían en su misma ciudad. Y por cada crimen informático tienes también historias maravillosas como ésa, por tanto ¿es Internet buena o mala? La respuesta es: ninguna de las dos. Es la gente que usa la tecnología la que lo hace bien o mal.

PJR: Eso me recuerda un documental que vi en el que personas tetrapléjicas usaban ordenadores para comunicarse y poder manipular su entorno. Más tarde, en una mesa redonda de una HispaCon que trataba de ciencia y tecnología, todo el mundo se metía con la tecnología y recuerdo haber deseado tener una cinta con ese documental. La hubiese puesto y hubiese dicho: «No me digan a mí que la ciencia y la tecnología son malas, díganselo a él».

CW: Tienes razón. Como crecí con mi abuela me he saltado una generación, y puedo ver mucho más atrás que la mayoría de la gente: para mí, la guerra más real es la Segunda Guerra Mundial porque allí murió mi tío. Cuando mi abuela era joven y estaba a punto de terminar el instituto, tenía dieciocho años, dos días antes de su graduación iba a casa con su mejor amiga, y la amiga pegó su mejilla a la de mi abuela y dijo «¿me sientes caliente? Siento tanto calor». Murió un día más tarde, antes de la graduación, de escarlatina. Ésa es una enfermedad que la gente ya ni siquiera tiene, porque la hemos conquistado. Así que, cuando la gente se quejaba a mi abuela de la tecnología, mi abuela siempre decía: «Escarlatina».

Es fácil ver los males de la tecnología. Cuando te quedas atrapada en un ascensor, es fácil ver lo que la tecnología tiene de malo. Pero de la misma forma, la tecnología ha hecho posible que la gente haga cosas que no podía hacer antes. La ciencia ficción trata de la respuesta humana al cambio, y de la respuesta humana al mundo, y en nuestro siglo, la ciencia y la tecnología son el mundo. En mis obras largas intento que haya aspectos buenos y malos, porque en mi opinión el mundo es realmente así. Cuando escribo un cuento puedo tener un gran mal o un gran bien, porque es un cuento y no me veo en la responsabilidad de reflejar el mundo entero, pero cuando escribo una novela creo que es importante tener algunas de las ventajas y de las desventajas.

Por supuesto, la ley de Murphy todavía controla el universo. Mucha gente me pregunta de dónde saco mis argumentos y yo les digo: busca una situación, cualquiera, estamos en Marte, en el espacio exterior, viajamos en el tiempo, y luego dejas que actúe la ley de Murphy.

PJR: Ser un optimista no significa que no sepas que el mundo podría ser mejor.

CW: Algunas personas opinan que cuando eres realista entonces vives amargado. Yo no lo veo así. He visto como les sucedían desgracias terribles a gentes que quería y cosas maravillosas también, y creo que ambas son parte del mundo. Es fácil decir que sólo las malas son las importantes. No creo que eso sea cierto.

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