Camouflage, de Joe Haldeman

Hay un extraterrestre en el mundo. Lleva mucho tiempo por aquí; es posible que incluso un millón de años. Puede adoptar cualquier forma y hace tiempo que vive en los océanos, estudiando este planeta casi todo agua. Un día se da cuenta de que hay unos seres que parecen dominar la superficie, y a comienzo de los años treinta del siglo XX se transforma en uno de ellos -al que mata brutalmente para copiar su estructura interna- y se prepara para estudiar a la humanidad.

No sabe la que le espera.

Una línea argumental va contando ese proceso de aprendizaje, que va pasando de una indiferencia brutal hacia la humanidad a una empatía considerable con nuestra especie (y también, por un curioso proceso de definición sexual). El ser no puede morir, y es por tanto testigo de grandes acontecimientos del siglo. Incluso -en la mejor parte del libro- participa en la segunda guerra mundial y ve de cerca el horror de la guerra. Un día se da cuenta de que es posible que haya otros como él en el planeta y se decide a buscarles (cursos universitarios mediante). Eso sí, si se les da tan bien ocultarse como a él, la cosa no va a ser fácil.

En una línea argumental alternativa, en los años veinte del siglo XXI, encuentran un extraño objeto imposible, enterrado bajo un coral de cientos de miles de años. Crearlo está claramente más allá de la tecnología humana. Por tanto, un grupo privado de investigación lo rescata y se prepara para estudiarlo en Samoa, lejos del mundo y de las interferencias de los gobiernos.

Evidentemente, esas dos líneas acaban convergiendo. El ser, que ha olvidado sus orígenes, está interesado en saber si se trata de su nave. Por otra parte, un segundo extraterrestre, también capaz de cambiar de forma -pero limitado a ser siempre un hombre-, un depredador brutal y feroz, se siente atraído por el mismo objeto: desde su punto de vista, podría ser su nave o, peor, la nave de otro como él.

Camouflage es una novela sobre primer contacto muy lograda. El truco de dos líneas paralelas, que se mueven a velocidades diferentes, añade una tensión extraña (sobre todo, porque lo que sucede en una realmente no afecta a la otra). En particular, el extraterrestre protagonista está francamente bien ejecutado y su visión de la humanidad es interesante. Si bien se acaba sintiendo más o menos cómodo adoptando forma humana, es consciente de que no lo es y eso le ofrece una perspectiva diferente. Está especialmente bien plasmado el proceso de aprendizaje y como la posibilidad de cambiar de forma le ofrece interesantes experiencias.

La segunda parte de la novela tiene un carácter más de thriller, con la lucha por la nave y el enfrentamiento con el otro extraterrestre. Como pasa con Haldeman, esa parte está muy bien desarrollada y explicada, y las cosas van sucediendo con lógica. Al ser protagonista no todo le sale bien y tiene que ingeniárselas para hacer lo que quiere. Leerle resolver los problemas es casi tan divertido como leerle aprender a ser persona.

Las dos mejores partes de la novela son la dedicada a la Segunda Guerra Mundial y a las peripecias del extraterrestre depredador a lo largo de la historia. Son dos muy buenos momentos.

Advertencia: Este libro está publicado en español con el título de Camuflaje. La traducción es mía.

Esta entrada tiene 5 comentarios

  1. Anónimo

    si la psp cuesta eso
    como tecuesta 2500

  2. Anónimo

    soi raul

  3. CP

    La marcha de la muerte de batan hace desear que haldeman escriba alguna novela de la segunda guerra mundial.

  4. aggiornare

    Stupore! Amo questo luogo!:)))))))

  5. aggiornare

    Stupore! Amo questo luogo!:)))))))

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