Vernon Vinge y los primeros post-humanos

Pop!Tech suena a actividad a la que me hubiese gustado asistir y no fui (la pondré en la lista de sitios en los que me hubiese gustado estar), una especie de congreso sobre la intersección de ciencia y tecnología, con la presencia de algunos individuos e individuas muy interesantes.

Por suerte, vivimos en la época de las bitácoras, y David Weinberger se ha encargado de «radiarla». Me ha resultado curiosa la entrada referida a Vernon Vinge y los primeros post-humanos.

Vernon Vinge es el creador de la idea de singularidad, que se producirá en el momento en que seamos capaces de producir inteligencias superiores a la nuestra. Esas inteligencias acelerarán la velocidad del desarrollo tecnológico y a su vez crearán inteligencias aún superiores. Y así sucesivamente. Por tanto, llegado ese momento, se acabará nuestra capacidad mínimamente predictiva, las reglas que conocemos dejarán de tener validad y, análogamente con la física en el interior de un agujero negro, llegaremos a una singularidad sobre la que nada podemos saber ahora mismo.

¿Cómo vivirán los primeros post-humanos?

Y hay algo más.

Comenta que en esa situación, sobre la que no tienes datos, tus únicos recursos son el principio de mediocridad, la navaja de Occam y, por supuesto, la termodinámica (a la que nadie puede escapar). Del principio de mediocridad, que afirma que en caso de duda da por supuesto que te encuentras en el caso más común, Moravec concluye que lo más probable es que vivamos, ya, en una simulación.

¿Podríamos saber si vivimos en una simulación? Bien, quizá podamos hacer lo que hacemos cuando miramos una imagen virtual, comprobar que las rectas no son del todo rectas y que se notan los píxeles. Y quizá eso sean los efectos cuánticos.

Vernon Vinge estará en noviembre en Barcelona para dar la conferencia del Premio UPC. Quizá debería plantearme darme un salto para asistir a la charla. Seguro que es interesante (acabo de traducir un libro suyo, así que tendría una buena excusa para cruzar unas palabras).

Esta entrada tiene 6 comentarios

  1. Dubitador

    ¿Y que tal? ¿Diste el salto? ¿Hubo cruce de palabras?

    A lo que parece en el 2002 esta entrada no generó comentario alguno, pero acabo de terminar Un abismo en el cielo, en traduccion tuya precisamente, y me despierta viva curiosidad lo que el autor pudiera haberte comentado.

  2. pjorge

    No, no pude ir. He cruzado mensajes con él, pero siempre sobre las traducciones.

  3. Dubitador

    Pues, celebro poderte agradecer y felicitar por tu trabajo en Un abismo en el cielo, ya que bien tienes que saber que las genialidades del autor pueden no quedar reflejadas, o acaso eclipsadas, por puñeterias e inconsistencias traductoriles.

    Sea como fuere, a ti se debe en no insignificante medida el que la obra, en su tramo final, me haya tenido cautivado la noche entera.

  4. jesús

    Dato realmente curioso (especialmente para alguien como tú, Jorge, conocedor -y traductor de obras de Vernor Vinge y admirador de Gene Wolfe):

    (fuente: http://www.acceleratingfuture.com/wiki/Vernor_Vinge)

    In Gene Wolfe’s The Fifth Head of Cerberus (published in 1972, before Vinge had written his best-known work), the narrator finds a collection of Vernor Vinge stories on a top shelf of a far-future library on a distant world, though the cover has been so worn down that he thinks a librarian must have mistaken the «V. Vinge» on the spine as «Winge».

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