Ayer se le acabaron las pilas a mi ratón inalámbrico. Quité la tapa, retiré las pilas y fui al armario a coger nuevas. Volví a la mesa y no estaba el ratón. Veía la tapa, pero no encontraba el ratón. Pensando que lo había llevado en la mano y lo había abandonado en cualquier parte, di vueltas, rebusqué en los estantes, miré otra vez en el armario… todo, sin encontrar el maldito ratón. No estaba por ningún lado. A los cinco minutos, totalmente desesperado y antes de ir a buscar otro ratón, llamé al faro de mi existencia. Ella vino al cuarto y yo le dije: «¿Ves mi ratón?». Ella señaló junto al teclado y dijo: «Está aquí». Y efectivamente, miré y de pronto apareció allí. Antes había rebuscado mil veces en la mesa sin dar con él. Lo juro.
La prueba de que me estoy haciendo mayor.
El faro de tu existencia y la luz de tus días. ¡Qué haríamos sin ellas!
🙂
Yo no encontraría el ratón…
¿Y no será que te compraste un ratón de esos que hay muy enanos? xD.
¿Y no has pensado en la posibilidad de que ELLA quitara el ratón de la mesa y luego lo volviera a colocar?
Ja, ningún caso es demasiado difícil para Jaime Rubio, el tataranieto secreto de Auguste Dupin.
Esto te irá ocurriendo cada vez con más frecuencia, según te vayas haciendo mayor… y especialmente tu niña también.
Jaime,
I know where you live.
Je, pues a mi eso me pasa de vez en cuando y tengo 25 años. Casi siempre con mis gafas.
Ná: eso tiene una explicación de los tiempos en que éramos cazadores-recolectores. Los hombres vemos al lejos pero no vemos al cerca. Y las mujeres al contrario. Yo nunca encuentro nada en el frigo, por ejemplo. Y está ahí.
Incluso hay un libro que intenta explicarlo, se llama «Por qué los Hombres no escuchan y las Mujeres no entienden los mapas». En serio.
http://www.amazon.com/gp/product/0767907639/002-4448080-6717645?v=glance&n=283155
…gracias por contarnos lo que te ha pasado.Si no es por tí ni nos enteramos.En el Telediario no han dado la noticia.Es indignante.Te prestaría una neurona pero me tengo que ir a dormir.
No hombre, no, que a ti te hace más falta que a mí 🙂
¡Que va!
Es la prueba de que tu faro te lo ha escondido
El faro de tu existencia y la edad, bonita combinación.
¿Porque será que cuando la edad avanza el faro de nuestra existencia se hace más grande?¿y el faro de tu existencia no se convirtio al instante en la «maquina de reñir» recordandote que nunca encuentras nada?
La verdadera razón es que Matrix no lo había renderizado para ahorrar recursos. Cuando has ido la segunda vez, ya sí le había dado tiempo a renderizarlo… ;P
esas cosas le pasan a todo el mundo … todos nos hacemos mayores 🙂
jeje, mentira, cosas que pasan