Un ascensor al espacio, de Kelly y Zach Weinersmith

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Un libro de divulgación diferente. «Un ascensor al espacio», de Kelly y Zach Weinersmith. Un repaso a 10 tecnologías emergente con mucho sentido del humor.

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TRANSCRIPCIÓN

Hola. Hacer predicciones es muy complicado, sobre todo si intentas predecir el futuro. Por suerte, Kelly y Zach Weinersmith no tienen miedo, o son unos descerebrados, y a eso se lanzan en «Un ascensor al espacio». Un repaso a diez tecnología que podrían hacer que nuestra vida sea mejor… o mucho peor.

Lo publica Blackie Books con traducción de Pablo Álvarez Ellacuria.

Empecemos.

Este es uno de esos casos donde no sé si empezar explicando qué tipo de libro es o qué tipo de libro NO es. Como no logro decidirme, un poco de contexto.

El título original de «Un ascensor al espacio» es «Soonish», algo así como “prontito” o “más o menos pronto” con un claro tono chistoso. La idea es explorar diez tecnologías que podrían desarrollarse en el futuro cercano y con el potencial de cambiar el mundo. Cada capítulo describe una tecnología, cuenta en qué se está trabajando, da opiniones de los investigadores y comenta posibilidades buenas y malas.

Las tecnologías comentadas son: acceso barato al espacio, minería de asteroides, energía de fusión, materia programable, construcción robotizada, realidad aumentada, biología sintética, medicina de precisión, bioimpresión y conexiones cerebro-ordenador.

La combinación de lo chistoso y lo científico no es de extrañar porque es obra de los Weinersmith. Kelly Weinersmith es investigadora especializada en parásitos.

Zach Weinersmithes el creador de SMBC, un webcomic que continuamente hace chistes sobre ciencia y tecnología. En ocasiones chiste relativos a aspectos muy rebuscados de la ciencia y la tecnología. Te lo recomiendo si te gusta mucho el humor infantil sobre tau o redes neuronales. Zack es tu hombre… Hasta tengo una cosa suya enmarcada.

Vale. ¿Qué no es?

No es un libro que pretenda tratar ciertas tecnologías en profundidad. Si alguna de las tecnologías comentadas te llama la atención, hay una larga bibliografía al final y en el texto se mencionan muchos científicos que luego puedes ir a buscar a Google.

No, la intención del libro es presentar posibles tecnologías, invenciones y desarrollos concebibles, porque alguien está trabajando en ellos. Cosas que podrían llegar a ser realidad en las próximas dos o tres décadas.

Tampoco es un libro de esos hiperoptimistas y entusiastas del desarrollo tecnológico. De esos títulos que asumen que la tecnología solo puede hacer que nuestra vida sea mejor.

«Un ascensor al espacio» siente entusiasmo e interés por la tecnología, pero su subtítulo en inglés es: “Ten Emerging Technologies That'll Improve and/or Ruin Everything”. Cuando es necesario, los autores no vacilan en indicar no solo los peligros de algunas de esas tecnologías sino directamente indicar que podrían estar limitados a los muy ricos.

En el caso del vuelo espacial barato, señalan que podría provocar graves problemas mendioambientales o se muestran pesimistas con la idea de que la minería espacial llegue a ser rentable. ¿Y qué hay de las patentes sobre órganos artificiales? Por otra parte, tendemos a convertir en enfermedad y tratar con medicinas lo que no nos gusta, por lo tanto, cuando podamos cambiar el funcionamiento del cerebro, ¿acabaremos considerando comportamiento triviales como problemas médicos?

Tampoco es un libro que plantee que todo eso va a pasar de verdad. Es muy realistas en las posibilidades y aunque haya gente trabajando en la construcción de un ascensor espacial, también destacan todos los posibles obstáculos que muy previsiblemente hagan imposible su construcción.

Es un libro lleno de bromas y chistes, complementado con dibujos cómicos de Zach Weinersmith. Habitualmente, bromean sobre el contenido del propio texto, en ocasiones a varias páginas de distancia. Y alguna vez se las arreglan para hacer una observación muy seria en forma de broma.

Por supuesto, dependiendo de tu nivel de tolerancia, la cantidad de chistes puede ser excesiva. A mí me pareció bastante equilibrado con la seriedad de lo que cuentan y agradecí los momentos de carcajadas. Pero vamos, yo en el coche en lugar de música escucho monólogos cómicos.

Algo que no vacilan en hacer es irse por la tangente si lo consideran necesario. De hecho, algunos de los mejores momentos del libro son así. Como cuando cuentan la fascinante historia de Gerald Bull, el hombre que quería lanzar cohetes a cañonazos y acabó convertido en fabricante de armas.

«Un ascensor al espacio» es un libro de divulgación diferente, extremadamente ameno, que sin embargo no quiere sacrificar el fundamento de lo que cuenta. De un tema sabrás mucho y de otros descubrirás algún aspecto nuevo. Cumple de sobra con esa máxima tan antigua de instruir deleitando. Si te gusta la divulgación…

Hay dos aspectos del libro que aprecio especialmente. Que creo que demuestran que tras las chanzas hay mucha seriedad.

Uno es el que ya he comentado, la disposición a decir cuando el avance tecnológico ha causado enormes problemas o directamente se ha empleado para aplastar a los desfavorecidos. A veces tratamos la tecnología como buena en sí mismo o, peor, neutral. Es bueno recordar de vez en cuando que el avance tecnológico es algo que se debe cuestionar, criticar y examinar.

El otro es el capítulo final, el 12, que me pareció absolutamente maravilloso. Es un cementerio de capítulos perdidos. Temas que se podrían haber tratado en el libro. O eran temas demasiado complejos, o las tecnologías no estaban claras o directamente se solapaban con algún otro. Por ejemplo, muy sabiamente en ese capítulo yace la computación cuántica.

Por cierto, las notas al pie están donde deben. A pie de página… Gracias, Blackie Books por dejarme simplemente bajar la vista para leer las notas, levantar los ojos y seguir leyendo. Eso sí que es un avance…

¿Pero qué piensas tú? ¿La divulgación te gusta con una dosis de humor? ¿Más seria? Deja tus opiniones, comentarios y recomendaciones. Y recuerda, si te interesa ver más vídeos sobre lecturas que valen la pena, ya sabes: suscríbete. Hay un botón por ahí debajo.

Gracias y hasta la próxima.

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Parentesco, de Octavia E. Butler

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Octavia E. Butler fue una extraordinaria escritora. «Parentesco» es su magistral novela sobre viajes en tiempo y la esclavitud.

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TRANSCRIPCIÓN

Hola. Una extraordinaria novela de una de las grandes escritoras que examina sin miramientos la naturaleza corrupta e inhumana de todo un sistema: la esclavitud en el sur de Estados Unidos. Se trata de «Parentesco», de Octavia E. Butler.

Lo publica Capitán Swing con traducción de Amelia Pérez de Villar.

Dana viaja en el tiempo. Al estado de Maryland, a principios del siglo XIX. Va siempre a ayudar a un lejano antepasado, Rufus, cada vez que este se encuentra en una situación de vida o muerte. Dana se siente en obligación de ayudarle, porque si muere antes de dejar descendencia, todo su futuro desaparecerá.

Dana, por cierto, es de raza negra y está viajando a un lugar donde ser negro sin papeles es automáticamente ser un esclavo. Y Rufus es primero heredero de una plantación y más tarde el amo de los antepasados de Dana.

Octavia Butler fue una extraordinaria escritora especializada en ciencia ficción. Una mujer muy consciente de su raza y su sexo, lo que le permitía adoptar un punto de vista que dotaba a sus ficciones de una fuerza e importancia singulares. Y «Parentesco» es su gran novela.

El viaje en el tiempo en este caso no es más que un recurso. Nunca se explica por qué se produce o cómo las circunstancias de Rufus tienen la capacidad de invocar a Dana. Lo único importante es que en el presente de la protagonista, un 1976 algo más idealizado de lo que debió ser en realidad, pasan horas o días entre viajes, mientras que en el pasado transcurren meses o años.

Por cierto, no por casualidad 1976 fue el bicentenario de Estados Unidos.

Con esa mecánica del viaje, Dana encuentra a Rufus por primera vez cuando es un niño pequeño, y a lo largo de los viajes al pasado lo va encontrando cada vez mayor, hasta verlo convertido en el brutal dueño de la plantación. Amo y señor de la vida de muchos seres humanos. Es el mecanismo que permite a Octavia Butler ir mostrando el proceso que convierte a un niño en un adulto sádico. Para creciente horror de Dana que va planteándose si preservar su futuro es más importante que el dolor que Rufus está causando.

Pero no hay nada que hacer. Esa es la clave fundamental de la novela.

Octavia Butler contrasta continuamente una época y otra. En el pasado las heridas no importan nada, pero en el presente, las heridas de Dana llaman la atención de la policía que se plantea si su marido, Kevin, no será el responsable.

Octavia Butler también examina la supervivencia de una persona moderna, lo que en el pasado se considera una negra blanca, en un mundo hostil donde cualquier situación puede volverse mortal. Así mismo, queda en evidencia que no es lo mismo ser un esclavo negro que una esclava negra. El nivel de brutalidad recibido es el mismo, pero se manifiesta de formas diferentes.

Rufus es un personaje complejo por lo que tiene de trágico. Es, ciertamente, un adulto brutal, controlado por enormes sentimientos de inferioridad, sobre todo con Dana, y que solo puede manifestar un amor egoísta. Los castigos no son necesariamente más brutales al final que el principio, pero Octavia Butler aprovecha muy bien el hecho de que hacia el final la violencia la ejerce un personaje que los lectores conocimos como un niño pequeño.

Por supuesto, Dana es consciente del pasado de su país y lo que sucedía durante la esclavitud. Pero la novela deja claro que una cosa es saberlo intelectualmente y otra muy diferente experimentarlo. Lanzada a una situación extraña y muy ajena, Dana se enfrenta a lo que para ella es una sociedad totalmente alienígena. Los trabajos precarios del presente no se pueden comparar con las labores de un esclavo.

Pero «Parentesco» es algo más que un análisis de la sociedad de la época y sus efectos sobre mentes y cuerpos de personas concretas. No es solo el análisis de un personaje que se va degradando. Ni la narración magistral de cómo Dana se enfrenta a ese mundo. Lo que eleva la novela es una enorme consciencia de cuál es la naturaleza de ese mal en particular y lo limitados que están los individuos para cambiarlo.

El problema es que resulta muy fácil ir aceptando la lógica de ese mundo, como la protagonista descubre como horror. No dejarse llevar, no adoptar la mentalidad de esclavo es un proceso continuo que requiere enormes esfuerzos.

Cuando Kevin viaja al pasado, su situación es diferente, pero casi igualmente limitada. Porque no te he contado que Kevin es blanco, casado con una mujer negra, algo impensable en ese pasado. Por tanto, su relación, a ojos del mundo, pasa a ser la de amo y esclava. Pero ser un hombre blanco en un estado esclavista le dota automáticamente de enormes privilegios que su mujer no tiene.

Intenta ayudar, por supuesto, y en su tiempo en el pasado coopera con la huida de esclavos. Pero hay un límite a lo que una persona individual puede hacer. Su margen de actuación es muy estrecho.

Porque verás, la novela insiste una y otra vez en que el mal que está mostrando es social, es parte del sistema. Si Rufus puede crecer para convertirse en un sádico es porque eso es lo que se espera de él. Si puede hacer lo que hace es precisamente porque la sociedad se lo permite. Si puede vender y comprar seres humanos y separar familias es porque esos son los derechos que la sociedad le otorga.

Y es esa misma mentalidad, esa misma presión continua, la que moldea la mente de los esclavos. El sistema impone su lógica y ningún individuo puede romperla. Solo la sociedad puede transformar la sociedad.

Como he dicho, «Parentesco» es una novela extraordinaria. Octavia Butler pinta un retrato estremecedor de todo un sistema y fuerza a una persona del presente a enfrentarse a él, a conocer su funcionamiento interno, a comprender cómo podía persistir. Dana debe responder a muchas preguntas. La más importante, ¿es correcto seguir preservando a su antepasado?

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Gracias y hasta la próxima.

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