Por qué nos encantan los sociópatas, de Adam Kotsko
Ciertos nuevos personajes televisivos poseen extrañas características. Por qué nos encantan los sociópatas, de Adam Kotsko, intenta explicar la razón.
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TRANSCRIPCIÓN
Por qué nos encantan los sociópatas, de Adam Kotsko y publicado por Melusina. Un ensayo sobre toda una nueva categoría de personajes televisivos. ¿Qué dice de nosotros y nuestro tiempo?
Te lo cuento.
Se trata de una peculiar forma de fantasía. Con sociópata se refiere a cierto tipo de personaje televisivo. El nombre puede variar. Se puede llamar Don Draper, Walter White, Seinfeld, Jack Bauer, Dexter, House, Cartman o Homer Simpson, pero le caracteriza un desprecio absoluto por las reglas sociales combinado con una capacidad total para manipular dichas reglas. Es una fantasía relativamente reciente que solo se puede dar en la ficción. La contradicción interna impide que se manifiesten en la realidad.
Piensa en Sherlock, mi ejemplo personal y que no viene en el libro. Basta comparar versiones anteriores del personaje con la más reciente y aclamada iteración. El personaje pasa a ser arbitrariamente abrasivo e insultante, dejando claro que su inteligencia es justificación más que suficiente para su comportamiento.
Por qué nos encantan los sociópatas va detallando ejemplos de ese tipo de personajes televisivos y los clasifica en tres grandes grupos.
Maquinadores, como Cartman, los protagonistas de Seinfeld, Peter Griffith o Homer Simpson. Les motiva cumplir algún deseo momentáneo y arbitrario. Motivación que se esfuma en cuanto pasa el deseo.
El arribista, como Don Draper o Stringer Bell, hace lo posible por ascender en la escala social, manipulándola. Lo llamativo, sin embargo, es que su desprecio hacia el sistema se manifiesta como un deseo de ser aceptado por ese mismo sistema.
El justiciero, como Jack Bauer, House o ya directamente Dexter, donde violar las reglas de la sociedad se considera el primer paso para preservar esa misma sociedad.
Como sociópata más perfecto de la televisión destaca a House, aunque señala que House no es todo lo sociopático que debería ser.
El libro tiene tres fines últimos.
En primer lugar, analizar esos personajes televisivos y comentar cómo funcionan dentro de sus series y en el contexto global de la televisión. Si te gustan las series, esa parte probablemente ya te compense leer el libro.
Segundo, identificar qué aspectos de la sociedad moderna hacen atractivos a ese tipo de personajes. Más allá de que el mal suele ser sinónimo de televisión de calidad, ¿qué problemas tenemos en nuestra sociedad que requiere la creación de héroes capaces de reconocer la artificialidad del sistema social y que no tienen ningún reparo en usarla a su favor?
Tercero, y final, preguntarse en qué medida nos deberíamos parecer más a esos personajes, qué lecciones podemos aprender de cada grupo (la alegría infantil de un maquinador, por ejemplo) para aplicarlas en nuestras vidas. Llegando al punto de plantearse si no podría haber un tipo superior a los tres descritos, un individuo que integre armoniosamente todos los aspectos positivos de los tipos anteriores. Señala, que curiosamente tal personaje no podría existir en la ficción, pero que bien puede ser lo valioso de ciertos personajes históricos.
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Gracias y hasta la próxima.