El tío Petros y la conjetura de Goldbach

Nuevo vídeo en mi canal. Esta vez, sobre El tío Petros y la conjetura de Goldbach, de Apóstolos Doxiadis, una excelente novela sobre ambición y matemática. Enfrentarse a una demostración que ha derrotado a las mentes más brillantes.

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TRANSCRIPCIÓN:

El tío Petros y la conjetura de Goldbach, de Apóstolos Doxiadis. Una novela sobre familia, matemática, la imposibilidad de conocer, la obsesión y el orgullo. La publica Ediciones B.

Vamos allá.

Es una familia peculiar. Dos de los hermanos se dedican al negocio familiar, mientras el otro, Petros Papachristos, vive aislado en una vieja casa, dedicado al ajedrez y rodeado de libros de matemática que no lee. Se le considera la oveja negra de la familia.
Verán.

Por alguna razón, Petros Papachristos no cumplió el destino para el que estaba aparentemente dotado: ser un gran matemático. Su sobrino, sufriendo algo de rebeldía juvenil, se siente atraído por la figura de su tío, cuya condición de paria familiar no acaba de comprender.

Al descubrir que su tío Petros fue un importante matemático, él también decide dedicarse a esa disciplina. Pero su tío tiene ideas muy concretas sobre quién puede ser o dejar de ser matemático, por lo que condiciona su bendición a la ejecución de una tarea.

Una tarea muy fácil de explicar.

Se trata de demostrar que todo número par superior a 2 se puede expresar como la suma de dos números primos.
Por ejemplo, 4 es 2+2, por lo que cumple la condición. 6 es 3+3, por lo que también la cumple. 20 17+3. 112 109 + 3. 4.567.138 es 4.567.109 + 29.

La idea es que de esa forma podemos seguir recorriendo los pares. ¿Es así siempre? ¿Se puede demostrar que tal condición se cumple para cualquier par superior a 2?

Ese es el problema planteado.

Por supuesto, tras un verano de obsesivo trabajo, el sobrino no logra demostrar tal cosa. Era de esperar, porque ese problema se llama la conjetura de Goldbach. Y conjetura indica precisamente que nadie ha logrado demostrarlo. Es uno de los problemas no resueltos más famosos de la matemática, sobre todo porque es tremendamente sencillo de exponer.

El sobrino, convencido de su incapacidad para la matemática, firma un documento asegurando que no estudiará esa disciplina y parte para América… a eso de la universidad. Pero un día, su compañero de cuarto le descubre la naturaleza del problema real y el sobrino monta en cólera. ¿A qué se debió la traición de su tío? ¿Cómo pudo asignarle una demostración que había derrotado a las mentes más brillantes de la matemática? Y en particular, como descubre después, derrotó a la mente brillante de su propio tío.

Porque efectivamente, Petros Papachristos intentó durante años demostrar la conjetura de Goldbach.

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es un libro muy corto, pero logra contener una multitud de temas que maneja con soltura.

¿Cuál fue el verdadero fracaso del sobrino? ¿No haber logrado demostrar la conjetura o no haber persistido a pesar del fracaso? Su tío, ¿fracasó en la demostración o encontró una excusa conveniente para abandonar una búsqueda que le hubiese garantizado entrar en el panteón de los grandes matemáticos?

Está también el repaso por la matemática de principios del siglo XX, un momento de gozo para la disciplina, justo antes de que el teorema de Gödel desmontase más de una convicción.Pero, ¿y si no todo fuese demostrable? ¿Y si el mundo contuviese en su interior una incognoscibilidad fundamental? ¿Una ambigüedad que fuese parte de su esencia?

En la parte histórica aparecen personajes reales como Hardy, Ramanujan, Turing y Gödel. Era una época de euforia matemática.

Y como tema final, la propia valoración que los personajes hacen de lo sucedido.

¿En qué consiste un acto heroico? ¿Es heroísmo lanzarse a una empresa que uno ni siquiera sabe si es posible? ¿Es estúpido buscar algo que quizá no exista? ¿Es un pecado de orgullo aspirar a lo más grande? ¿Sólo se es grande si se es el mejor? ¿Qué línea separa el genio de la estupidez? ¿La cordura de la locura?

Muchas de esas cuestiones se desarrollan en los diálogos que el sobrino mantiene con su tío Petros. La narración es casi siempre en primera persona, e incluso cuando pasa a contar la historia del tío Petros, el narrador es el sobrino. Es su visión y valoración final las que dominan el libro.

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento.

Si te gusta la matemática y no has leído este libro, te lo recomiendo. Si lo has leído o planeas hacerlo, no olvides dejar tu comentario. Y si no te gusta la matemática, quizá esta excelente novela te permita comprender por qué apasiona a algunas personas.

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