Arte y absurdo en gif
Son quizá una forma de homenaje, pero sí tengo claro que estos gifs viven en algún punto equidistante de los absurdo, lo cómico y lo definitivamente demencial. Se trata de dar la vuelta a famosas obras de arte, y vaya si lo consigue. Saturno comprando piezas humanas en un restaurante de comida rápida, por ejemplo. O mi preferido, Leonardo usando photoshop para cambiar el famoso armiño.
Driven by an “aversion to the canons of beauty and popular art icons,” this “grumpy gnome” (not quite a troll) skewers art world self-seriousness with dumb cyberculture tropes. Queen Elizabeth I gets caught sexting, Leonardo da Vinci uses Photoshop to change his Lady’s ermine into a giraffe, and van Gogh is gifted a fancy pair of headphones to cover up his bandaged ear. See some highlights below or check out the full series of GIFs on Obarski’s Tumblr.
El artista se hace llamar Kiszkiloszki, vive en Amsterdam, y en su página hay muchos ejemplos más.
Litófono
Me llaman mucho la atención los instrumentos musicales, especialmente los que se salen de los oficiales. Aunque no tanto los instrumentos en sí como la capacidad humana para organizar sonidos.
(Mi definición de música es “sonidos organizados”. Algunos añaden “humanamente”, pero yo creo que muchos animales hacen música.)
Un buen ejemplo es este litófono, que es un instrumento hecho con piedras.
https://www.youtube.com/watch?v=gCHno2kftVU
No tiene mucho que ver, pero me ha recordado Concierto para electrónica y hielo.
Apuntes sobre El tríptico de Dios
¿Les he hablado de El tríptico de Dios? ¿Una novela de ciencia ficción que he escrito en colaboración con Miquel Barceló? ¿Seguro que ya lo he comentado? No me acuerdo, francamente.
Vale, vale. Pero por si te interesa saber más sobre su génesis, he escrito Apuntes sobre “El tríptico de Dios” para el blog de la colección Nova.
Empieza así:
Escribí “El orgullo de Dios” en el verano de 1998. La razón fue muy simple: mientras que algunos escriben para poder darse el lujo de asesinar a un monje, yo escribí para poder presentarme al premio UPC. Así de simple son las motivaciones humanas.
No estoy hablando del dinero. Ni de la fama. Ni de nada así. Tampoco me importaba mayormente que alguien leyese o dejase de leer la historia. Se trataba del premio en sí.
Y ya puestos, recuerdo que puedes comprar la novela en papel en Amazon.es. Pero si lo tuyo va más por el formato electrónico, la tienes para Kindle, iBooks y en Lektu (aparentemente sin DRM de ningún tipo) para tu lector de ebooks favorito.
Kurosawa y Tarkovsky
Un artículo de Akira Kurosawa contando cuando visitó a Andrei Tarkovsky mientras éste rodaba Solaris.
El principio no puede ser mejor:
I met Tarkovsky for the first time when I attended my welcome luncheon at the Mosfilm during my first visit to Soviet Russia. He was small, thin, looked a little frail, and at the same time exceptionally intelligent, and unusually shrewd and sensitive. I thought he somehow resembled Toru Takemitsu, but I don’t know why. Then he excused himself saying, “I still have work to do,” and disappeared, and after a while I heard such a big explosion as to make all the glass windows of the dining hall tremble hard. Seeing me taken aback, the boss of the Mosfilm said with a meaningful smile: “You know another world war does not break out. Tarkovsky just launched a rocket. This work with Tarkovsky, however, has proved a Great War for me.” That was the way I knew Tarkovsky was shooting Solaris.
En un momento dado se ponen a cantar el tema de Los siete samuráis
El tríptico de Dios, a la venta
Parece que mañana, 6 de abril, se pone a la venta El tríptico de Dios, una novela loca de ciencia ficción galáctica y algo de magia científica que Miquel Barceló y yo hemos escrito en colaboración.
Según la contraportada:
Dos grandes especialistas en la ciencia ficción han escrito la space opera que les habría gustado leer.
Diversión, dinamismo, alguna que otra pincelada de ciencia ficción hard, reflexiones en torno al devenir de la aventura humana en la galaxia y el clásico enfrentamiento entre el bien y el mal presiden esta ágil novela de aventuras y, tal vez, algo más.
Una aventura espacial sin cuento (con destrucción del planeta Tierra incluida y toda la panoplia inevitable) cuyos autores se han regocijado y, sobre todo, divertido escribiéndola. Una novela con evidente sentido lúdico, repleta de guiños y llamadas a la complicidad del lector.
El tríptico de Dios empieza en un futuro muy, muy lejano cuando la Iglesia, que ha hallado refugio en el Nuevo Vaticano tras un agujero de gusano, se enfrenta una vez más a su Adversario tradicional. Este maneja como peones a los misteriosos seres de supersimetría en la lucha contra las monjas-guerreras al servicio del Sumo Pontífice. La Iglesia y sus ejércitos actúan como defensores últimos de la humanidad. Más adelante, se retrocede al periodo de la substitución del Sumo Pontífice robótico, una inteligencia artificial, que ha regido la Iglesia Católica a escala galáctica durante varios siglos. Para finalizar, en las postrimerías del presente siglo XXI el Adversario tienta a un científico desafortunado a que le ayude a destruir la Tierra para que se pueda iniciar la diáspora humana por la galaxia.
¿Cómo dices? ¿Quieres comprarla? Pues estás de suerte, porque puedes adquirirla en papel en Amazon.es. Pero si lo tuyo va más por el formato electrónico, la tienes para Kindle, iBooks y en Lektu (aparentemente sin DRM de ningún tipo) para tu lector de ebooks favorito.
El tríptico de Dios parte de una novela corta llamada “El orgullo de Dios” que escribí hace muchos años para el premio UPC (no ganó). Luego se publicó como número 75, y último, de BEM. Dos partes adicionales, “El silencio de Dios” y “La ira de Dios”, completan la historia.
Threes!
He jugado a muchos juegos en mi iPhone. Los instalo, los pruebo y normalmente los acabo borrando al poco, cuando pierden la gracia. De los muy pocos juegos que han sobrevivido a ese proceso, destaca Threes! (Universal. 2,99€, aunque hay una versión gratuita con publicidad: Threes! Free), de Sirvo, que ahí sigue, imbatido como mi juego preferido desde hace poco más de dos años.
La mecánica del juego es muy sencilla. En una rejilla de 4×4 hay una serie de losetas con números. Usando el dedo puedes desplazar todo el tablero a derecha, izquierda, arriba o abajo, con lo que a su vez desplazas todas las fichas que se puedan mover. Dos fichas del mismo número se fusionan si chocan y dejan una loseta con el resultado de la suma. La excepción son las losetas con 1 y 2, que sólo se pueden combinar entre sí para dejar un tres. La idea es ir logrando la loseta con el valor más alto.
Eso sí, con cada desplazamiento del tablero aparece una ficha nueva. Con eso y con que al final acabas con un revoltijo de números, la cosa se va complicando hasta que te quedas sin movimientos y la partida termina.
Hay muchos aspectos destacables de Threes! La mecánica no puede ser más sencilla y se pilla enseguida. Sin embargo, cada partida va ganando en complejidad a medida que avanzas y tras jugar muchas, acabas identificando ciertas posiciones del tablero como más propicias que otras (para ayudarte un poco, en la parte superior aparece una pista sobre la próxima ficha que aparecerá). También te lo puedes tomar con mucha calma. No hay tiempo y puedes pensar cada jugada todo lo que te apetezca (si desplazas el dedo y no lo levanta, te deja ver qué fichas se moverán de realizar esa jugada, lo que resulta muy útil para planificar).
Es por tanto un juego que puedes tomar, realizar dos o tres movimiento y dejar para seguir en otro momento, sin sacrificar el desafío y la complejidad: lograr valores alto cuesta. El estilo visual es de lo más sencillo pero muy resultón, las animaciones son divertidas y en ningún momento el diseño entorpece el juego. Todo lo contrario. El conjunto final es de lo más agradable.
Admito que es un tipo de juego que te tiene que gustar. Pero si te agradan los juegos que tienen así un elemento de lógica y puzzle, muy posiblemente lo disfrutes. Yo aprendí a jugar en un minuto y llevo dos años entretenido con él.
Y si no tienes un dispositivo iOS, no hay problema: tienen versiones para Android y Windows Phone.
Powerpuff Yourself
Resulta que hay nueva serie (o reboot) de Las supernenas (The Powerpuff Girls), la famosa serie de finales de los 90 y principios de los 2000. Y como se estrena este 4 de abril, pues se han montado una divertida promoción en Powerpuff Yourself donde puedes crear tu avatar usando el estilo de la serie (aparentemente esta nueva versión es gráficamente muy similar a la original). Éste es el mío:
El creador de la serie, Craig McCracken, no participa en esta nueva aventura, pero parece que ha dado su aprobación. Es bueno saberlo.
Cloth Lullaby: The Woven Life of Louise Bourgeois, de Amy Novesky e Isabelle Arsenault
Me asombra el tipo de libros para niños que se hace hoy en día (una categoría casi inexistente en mi infancia). Me asombra y me alegra que haya un mercado lo suficientemente grande para soportar este tipo de esfuerzo editorial: toda una enorme selección de libros para niños exquisitamente ilustrados, imaginativamente compuestos y deliciosamente bien escritos. Me gusta en particular el subconjunto de biografías de personas con vidas que merecen contarse, cuya creatividad merece difundirse, pero que se salen del conjunto de personajes realmente célebres y que todo el mundo comenta. Un buen ejemplo, es este precioso Cloth Lullaby:
En este caso el personaje es la extraordinaria artista Louise Bourgeois. Usando la tela como hilo conductor, material que usó en distintos momentos de su carrera, va encajando detalles autobiográficos conectándolos también con su historia: su familia tenía un negocio de restauración de tapices en el que sobre todo trabajaba su madre.
Así madre, tapices, telas e hilo van conformando una historia vital, donde el amor de la madre, el cariño entre ellas y la devoción a su recuerdo se plasman en una serie de hermosas ilustraciones que se corresponden con el tono poético del texto.
La muerte de la madre le hace abandonar los estudios de matemática y la convierte en artista. Se inicia así todo un proceso de creación que tiene uno de sus grandes momentos en la famosa escultura Maman, donde la araña tejedora se convierte en representación de la madre que repara lo que está roto.
Por supuesto, el libro pasa por alto muchos detalles de la vida de Louise Bourgeois. En concreto, la difícil relación que mantenía con su padre, reducida a un par de referencias muy vagas. Al estar dirigido a niños muy pequeños, es una omisión comprensible.
Cloth Lullaby no es sólo un libro hermoso, con su maravillosa serie de ilustraciones que reflejan tan bien algunas de las preocupaciones de Louise Bourgeois (el orden y la simetría aparecen, así como el uso de ciertos colores y, por supuesto, la maleabilidad de la tela), es también un estímulo para la creatividad. Me gusta pensar que hay niños que disfrutarán de este libro y no sólo descubrirán a una persona fascinante, sino que también se deleitarán con el rico mundo cromático empleado para contar su historia.
If you bash into the web of a spider, she doesn’t get mad. She weaves and she repairs it.