Everything’s a product
El Honest Trailer de La Lego película. No acaba de ser tan cortante como otros, porque queda claro que la peli les gusta. Pero la versión de la canción es tremendamente divertida:
El Honest Trailer de La Lego película. No acaba de ser tan cortante como otros, porque queda claro que la peli les gusta. Pero la versión de la canción es tremendamente divertida:
Now, imagine that after growing up like this, pieces of the culture you were once shamed for started showing up among those who had once oppressed you (and in many ways still do). Imagine that all those things you held dear while the outside world tried to make you believe they were stupid, embarrassing, unsophisticated—imagine that all of a sudden these things were taken up by your tormentors (read: white people). Think of my parents, who left everything in India and came to the US when they were just 22; think of my parents packing away all their old clothes and buying these ugly American clothes with the small amount of money they had. Imagine them, so far from home, and still packing white bread sandwiches to bring to work. Imagine them giving up everything they loved, everything that was life to them, and having to wear and eat and read bland American culture. Imagine my poor mom seeing Madonna wear a bindi, but still knowing she can’t wear one at work because she’s disrespected enough there anyway.
6 Insulting Movie Adaptations of Strong Female Characters. Por supuesto, en el primer puesto, Irene Adler, que ha sufrido horrores con el Sherlock de Moffat.
Sería muy divertido que lo fuese: una broma “artística”.
Pero sabemos que es un sueño. Se trata simplemente de Star Wars VII: En busca de más dinero, como ya predijese en su día el sabio Yogurt.
Lo argumenta en este vídeo:
La verdad es que Bob’s Burgers es una serie excelente que ocupa una categoría muy superior a series similares como Los Simpson o Padre de familia. Hay pocos personajes animados con personalidad real como los de Bob’s Burgers.
Parece muy interesante.
Mathematics Without Apologies:
I’m not sure I can do much better here than randomly list a few of the themes of the book: the pleasures of doing mathematics, the role of pure mathematicians in society (Wall Street!) and many forms of art and culture, how best to explain number theory to an insightful actress, the philosophy of mathematics and philosophy of Mathematics (two different things), Indian Metaphysics, n-categories, the yoga of motives, Voevodsky’s univalent foundations, the life and thought of Alexander Grothendieck and Robert Langlands, etc., etc. There’s also serious doses of sex (including an extensive discussion of Frenkel’s film), drugs (from Erdos to Andreas Floer to late nights at Oberwolfach) and rock and roll (from the “Math Rock” genre which I’d never heard of before to the IAS house band “Do Not Erase”).
Harris manages to move back and forth between the deepest ideas about mathematics at the frontiers of the subject, insightful takes on the sociology of mathematical research, and a variety of topics pursued in a sometimes gonzo version of post-modern academic style. You will surely sometimes be baffled, but definitely will come away knowing about many things you’d never heard of before, and with a lot of new ideas to think about.
En realidad, debería decir “ha visto”, porque realmente hoy en día la forma de la ciencia ficción es sobre todo la visual. Y como nos recuerda Eduardo Arcos, la ciencia ficción se escribe, o se filma, para que sea sobre todo espectacular, y las tecnologías que en ella aparecen deben cumplir sobre todo una función dramática:
Google Glass o los HoloLens están cerca del futuro de la computación propuesto por Minority Report, que por mucho que hagan efecto dramático requerido en la ciencia ficción de Hollywood, es impráctico y extraño para el mundo real.
Imagino que muchos ingenieros y gente que inventa productos creció leyendo y viendo mucha ciencia ficción, y esas imágenes son las que moldearon su forma de ver las cosas, de entender el aspecto que tendrá –una sensación habitualmente teñida de cierta “inevitabilidad”– el futuro. Por eso hay todavía tanta gente insistiendo en el coche volador o la colonia lunar. Paradójicamente, la ciencia ficción puede osificar el pensamiento, provocar un anquilosamiento que nos impida comprender que el futuro puede ser muy diferente a la imagen ideal que tenemos de él.
Pero, dejando de lado la comparación entre empresas que no deja de ser un poco absurda, tiene razón Eduardo Arcos cuando insiste en que no es así como se inventa. La ciencia ficción no deja de ser un comentario sobre los miedos, ansiedades y esperanzas del presente en el que se crea. La ciencia ficción al final es tan reflejo del futuro como lo podría ser un cuento de hadas: nada. Si la ciencia ficción habla del futuro, es siempre de una imagen del futuro que se tenía en el pasado.
Por esa razón en el mundo real los inventos no suelen seguir los patrones fantasiosos de la ciencia ficción. Y, como nos recordaba William Gibson en su “El continuo Gernsback”, es mejor que así sea.
Resulta que la revista Frieze tiene ahora vídeos. A ver si son todos tan interesantes como éste What is metamodernism?:
Ahora que está tan de moda criticar los selfies.
The Truly Brilliant Design History of the Selfie Stick:
Because here’s the thing about the selfie stick: It’s a really, really good idea. However much you loathe it, however much disgust you feel at the gnawing industrial narcissism complex we’ve built for ourselves, it’s a seriously brilliant object.
Y concluye con una gran verdad:
That’s what makes the selfie stick so brilliant, and its designer so totally unimportant. It solves a complex problem—a problem that plenty of major technology companies have failed at solving—with the dumbest and most logical solution out there. Unlike Glass, smartwatches, drones, and any other conspicuous means of putting the real world on the internet, it’s a non-entity, an anonymous, throwaway object whose real product is the image it facilitates. It lets us take pictures of our real lives, as silly and unflattering or awesome as those real lives sometimes are.
We look like total dweebs when we use it, but honest dweebs.
Se llama “How to sound smart in you TEDx Talk”, por Will Stephen, y va justo de eso: de sonar inteligente sin decir absolutamente nada, demostrándolo mientras no dice nada pero moviéndose como si dijese algo interesante. Vamos, el resumen de casi todas las charlas TEDx.
(vía @Eduo)