Ulobit homenajea a John Cage
Hablando de 4’3» de John Cage, hay dos aspectos que me resultan especialmente llamativos de la obra.
En primer lugar, no se trata de 4 minutos y 33 segundos de silencio, porque evidentemente el mundo no se apaga. Lo que hay son 4 minutos y 33 segundos en el que un instrumento no toca, lo que deja en evidencia el sonido que nos rodea habitualmente y, curiosamente, provoca cierta tensión en el espectador.
El segundo detalle es que si bien la obra omite el sonido del instrumento, no por ellos elimina el ritual. Es decir, el músico se comporta como músico, va pasando las páginas y en general va haciendo todo lo que haría si tocase cualquier pieza, excepto hacer que el instrumento emita sonido. Incluso el público se comporta como público.
Esos dos aspectos quedan muy claro en esta preciosa versión del grupo Ulobit. La no emisión de sonido no anula para nada los sonidos de la plaza donde se realiza la representación. Así mismo, el músico está realizando todos los gestos de tocar cualquier otra pieza, hasta el punto incluso de darle a la zanfona electrónica. Es disociación deliberada es uno de los aspectos llamativos de la pieza.
(Gracias a Xoán-Xil)