Hace unas semanas, el amigo faraox tuvo la amabilidad de regalarme Under The Skin porque sabía que me apetece mucho verla. Y me apetece mucho verla, porque da la impresión de ser una de las pocas películas que aspira a ser realmente ciencia ficción y no un ejemplo más de fantasía escapista y consoladora (por mucho que el Nolan de turno insista en estar creando una obra de arte).
Y Jonathan McCalmont parece pensar lo mismo (no, no me importa leer spoilers de las obras que todavía no he visto/leído/apreciado. En mi experiencia, lo habitual es que los spoilers mejoran mi disfrute de la obra en cuestión):
Under The Skin is a difficult film to read precisely because it sets out to confound out empathic abilities. We may watch the alien hunt, kill and show mercy but we have no real inkling of the psychological forces that propel her along this journey. The truth is that we are just as cut off from the alien as we are from each other; the true power of this film lies in the decision to remind us of this fact rather than partake in the usual theatre of human concern.