Del saber y de la ignorancia

Uno de mis momentos tristes fue comprender que la cultura lejos de ser algo a compartir, a celebrar, a difundir, era en realidad un martillo con el que golpeamos a los demás. Son muchos los elementos que usamos para colocar a los otros en «su lugar» —la ortografía es uno muy habitual—, así que en realidad no es tan extraño. Pero sigue siendo triste que la cultura, sobre la que tantas declaraciones grandilocuentes hacemos, se use de una forma tan contraria a ese espíritu, para reírnos de los demás y para dejar clara nuestra superioridad.

Por ejemplo, hace poco se dio el caso de gente que no sabía que el Titanic había sido un barco de verdad, que se había hundido de verdad. En general se trataba de gente joven que como mucho tenía referencias de una película tan famosa que ha acabado eclipsando el hecho real. Evidentemente, las burlas y las risas fueron generalizadas, en una combinación de «mira que tontos son» y reírse de los jóvenes por el simple hecho de serlo (merecería la pena examinar la tendencia de nuestra sociedad a despreciar a los más jóvenes).

Sin embargo, es un hecho evidente que nadie nace sabiendo, que aprendemos las cosas a medida que nos hacemos mayores. Hay algo que llamamos «cultura general» que está lejos de serlo, porque incluso lo general hay que aprenderlo, que incluso algo que nos parece tan evidente como el hundimiento del Titanic fue algo que alguien nos contó por primera vez. Es más, tan grande es todo lo que desconocemos, que para cada uno de nosotros con seguridad habrá alguien que podría mirarnos con suficiencia y reírse de nuestro desconocimiento de esto o aquello.

Pero el gran Randall Munroe nos dice, en uno de sus geniales cómics, que reírse de los demás no sólo no es lo mejor para ellos, sino que tampoco es lo mejor para nosotros:

Ten Thousand

Primero, porque no te contarán que no saben lo que no saben. Segundo, porque perderás la oportunidad de compartir conocimientos y cultura. En consecuencia, recordemos dos cosas. Primero, hubo una época en la que no sabíamos nada de lo que sabemos ahora y, lo más importante, hay todavía muchas más cosas que no sabemos. Segundo, la cultura y el conocimiento son mejores cuando se comparten, y que podemos pasarlo bien compartiendo y difundiendo.

Actualización: Versión traducida (y adaptada) de la misma tira (gracias a johansolo) en Xkcd en español.

Mil trescientos