Lost, 6ª temporada, episodio 14, «The Candidate»

La semana pasada estuve unos días de viaje, por lo que vi el episodio con retraso, y en consecuencia todo lo demás se ha retrasado. Lo que me hace pensar en los próximos episodios. Esta noche emiten el episodio 15. El martes siguiente, emitirán el 16 y luego, el domingo (!) emitirán de corrido todo el final de la temporada. Lo ideal es publicar estos textos antes del siguiente episodio. Por tanto, el lunes 17 podría publicar el comentario sobre el episodio de hoy. Pero lo ideal sería que el domingo 23 ya tuviese el comentario del 16.

¿Pero qué pasa con el final? Ya no habrá ningún episodio posterior. Evitemos por el momento llorar ante esa idea, y pensemos en el mejor momento para publicar el comentario. La verdad es que da un poco igual. Publicarlo una semana después, o cuatro días o cuatro meses, viene a ser lo mismo. Ahora volvamos atrás y lloremos un poco, porque cuando me di cuenta de que daba igual es cuando comprendí que Lost se acaba para siempre.

Ya está, seis años después. Hemos terminado.

Ahora, si quieres leer este comentario sin haber visto el episodio, es cosa tuya.

Creo que Jack tiene razón. Creo que si hubiesen dejado la bomba en paz no habría pasado nada. Creo que efectivamente el hombre de negro no puede matar a un candidato, que perdió esa opción cuando se transformó en el monstruo de humo. Los actos de un candidato son resultado del libre albedrío, y aunque Claire hizo la ominosa predicción de que Jack seguiría a Flocke por haber dejado que le hablase, ninguno de los candidatos parece especialmente sujeto a su voluntad. De hecho, como demuestra este episodio, le traicionan recurrentemente en cuanto tienen la más mínima oportunidad. De la misma forma, la muerte de un candidato debe ser resultado del libre albedrío. La bomba en la mochila era un acto de Flocke y por tanto no podía afectar a ningún candidato. Pero en cuanto alguien tiró de los cables, la transformó en un acto propio, y por tanto en un dispositivo explosivo real. Si alguien mata a candidatos en este episodio (al menos al candidato Kwon, el que fuese de los dos) es Sawyer el que lo hace.

La bomba tenía que ser especial, no valía cualquiera. Se ve que en los miles de años como monstruo de humo, Flocke ha pillado algunos buenos trucos (deben ser todos esos ingenieros Dharma que se ha comido) y sabe montar en pocos segundos un dispositivo explosivo que obliga a Sayid a pensárselo dos veces. Y está bien que así sea. Si la bomba hubiese sido tan simple como para que Sayid hubiese pensado que se podía desmontar con facilidad, habría tirado de los cables instintivamente, lo que no sería un acto de libre albedrío. El libre albedrío en este caso exige reflexión, exige sopesar las posibilidades, exige concentración y habilidad. Y exige, sobre todo, no confiar en Jack (nadie confía en los místicos cuando tienes una bomba delante). Tirar de los cables convierte la bomba en un acto de Sawyer.

Lo que plantea ciertamente un pequeño problema. Cuando Jack encendió el cartucho de dinamita, lo hizo seguro de que no estallaría, de que como candidato –es decir, alguien que estaba en la isla para cumplir con una importante misión-, no podía morir. Y efectivamente, el cartucho no estalló. Pero Jack lo encendió haciendo completo uso de su libre albedrío, por tanto, ¿por qué no estalló? Bien, quizá un candidato no pueda matarse a sí mismo. Quizá la idea es que sólo puede quedar uno, en plan inmortales, matándose entre ellos si es menester. Por otra parte, quizá fue la percepción de Jack, su creencia en que el cartucho no estallaría, lo que hizo que no estallase. Quizá igualmente, al estar convencido de que la bomba sin cables sería mortal, pues…

Lo que nos lleva a las palabras finales de Sayid, que le dice a Jack algo así como «serás tú». ¿El qué? Recordemos dos detalles sobre Sayid. Primero, ya ha muerto una vez. Segundo, al cargar con una bomba, morirá con seguridad pocos segundos después (aunque claro, en Lost nunca se sabe). Si creemos a Hurley, el doblemente muerto Sayid es doblemente de fiar. Sus enigmáticas últimas palabras recuerdan también las enigmáticas últimas palabras de Juliet, poco antes de morir, relativas al éxito de la bomba atómica.

Lo que dice Sayid puede tomarse, y así lo vamos a considerar, como indicación de que Jack será el nuevo protector de la isla, el nuevo Jacob. Después de todo, está dispuesto a plantarse delante de una bomba de tiempo y no hacer absolutamente nada, lo que te convierte en un hombre de fe o en un idiota, quizá ambas cosas simultáneamente. El proceso de conversión mística es algo en lo que hemos visto embarcado a Jack desde el final de la tercera temporada. Sí, el final de la tercera temporada, cuando le vimos diciendo que había que volver a la isla. En ese momento, entrevimos el comienzo de la transformación de Jack en el nuevo Locke, en una persona con fe absoluta en la isla y en su lugar en ella. Su filosofía es ahora «lo que será, será», que no es más que una inversión temporal del famoso «lo que pasó, pasó» que tanto se repite en la serie. O dicho de otra forma, Jack ha aterrizado al fin en el planeta Wu-wei. Alcanzada la sabiduría, Jack sabe ahora cuándo debe actuar y cuándo es preciso dejar que la realidad fluya por sí sola como el agua, que también sale tanto. Está listo para proteger la isla aunque no tiene ni idea de lo que eso puede significar.

O no.

La gracia de los ambiguos pronunciamientos délficos de la serie es que se pueden interpretar de varias formas. Las palabras finales de Sayid –él, que ya tenía más que un pie en la tumba- podrían interpretarse en el sentido de «te va a tocar a ti arreglarlo». Es decir, Jack no será el guardián, sino el cordero para el sacrificio. Será él que se inmole para salvar algo. Quizá la isla, quizá la realidad, quizá alguna región metafísica que lo ordena todo, o quizá simplemente para mantener el monstruo de humo en su prisión, para preservar la dualidad, el equilibro entre el ying y el yang (una de las múltiples dualidades de este episodio). Como Jack no puede morir –y podría argumentarse que en cierta forma es a todos los efectos un inmortal- su vida vale todavía más. Cuando finalmente se mate, su sacrificio será mayor que el de cualquier otro, porque será totalmente voluntario.

La bomba, además, nos sirve para recuperar al Sayid de otra época. El zombi tiene todavía dentro un fragmento de humanidad. Se ve que el truco de Desmond –quien aparentemente sigue en el fondo de su pozo, lo que daría para un buen spin-off: Desmond en el fondo de un pozo hablando sin parar sobre todo tipo de temas filosóficos, puntuando sus frases con algún que otro rotundo «brothar»- surtió efecto. La tragedia de Sayid no fue haber muerto y volverse malo. No, la tragedia de Sayid fue morir y dejar de sentir, como le confesó a Flocke. Flocke le dijo que así era más conveniente para lo que estaba por venir, porque no sentir nada es lo mejor cuando vas a matar a diestro y siniestro. Pero Sayid sabe que no sentir es no estar vivo. Sin alma, cualquier acto es igual a cualquier otro. Matar o no matar son operaciones equivalentes si no sientes que has matado o no lo has hecho. La indiferencia, la anhedonia, eran en realidad la condena del Sayid sin alma.

Creo que Desmond le hizo comprender que había una forma de salir de esa situación. Deseando a Nadia, amándola, Desmond le hace ver que puede usarla como ancla de su moral. No en el sentido de que Nadia vaya a juzgar sus actos, porque está muerta, sino porque Sayid puede preguntarse en todo momento si Nadia aprobaría o no lo que va a hacer, que fue el núcleo de la pregunta de Desmond: ¿qué pensaría Nadia de todo esto? Creo que por eso corre con la bomba en las manos, porque estando muerto por dentro, no tiene nada que perder, y ese sacrificio final recibiría la aprobación de su Nadia interior.

Mucho de lo que he dicho hasta ahora da por supuesto que el plan de Flocke era precisamente hundir el submarino con los candidatos dentro. Pero podría ser que no fuese así. Más que nada, ¿cómo iba a saber que alguien dispararía a Kate y que Jack, después de arrojarle al agua (asumo que Sawyer ha llegado a la conclusión de que el agua es la kriptonita de Flocke), iba a llevarla al submarino? No sé, no suena precisamente a mecanismo de precisión. Aunque conociendo al señor «quiero arreglarlo todo», quizá incluso un gatito herido hubiese bastado para que Jack entrase en el submarino.

Pero podría ser que hubiese sucedido algo diferente.

Flocke se encontró el avión con C4. Consciente de que el avión volaría por los aires –qué irónico, un avión volando por los aires- en cuanto lo pusiesen en marcha, montó la bomba en unos pocos segundos –siempre ha trabajado rápido y eso que no tenía un soldador- y la encajó en la mochila de Jack. Sabía perfectamente que Jack –ejerciendo su libre albedrío- es ahora un hombre con destino y no está dispuesto a salir de la isla. Pero Flocke necesita a todos los candidatos vivos para salir, así que la solución evidente es matar al que no quiere salir. Fija la bomba con tiempo suficiente para que estalle cuando el submarino esté convenientemente sumergido y nadie pueda darse cuenta. Para cuando el submarino haya llegado al punto mágico que representa la salida de la isla, Jack ya sería carne picada, uniéndose al ilustre grupo de Ilana y Arzt.

Es por eso que Flocke no pone cara de plan completado con éxito cuando ve que el submarino se aleja. Que Jack entrase en el submarino con la bomba en la mano no formaba parte del plan y por desgracia, eso le hace perder a sus preciosos candidatos. Por tanto, es hora de buscar otro camino fuera de la isla. ¿Rueda de madera? Parece una forma cómoda de salir. Al menos rápida. Porque la verdad, sin avión y sin submarino –y teniendo en cuenta que no puede salir nadando- no le quedan muchas más puertas. Que sepamos…

Por supuesto, todo lo anterior choca con la idea de que Flocke no puede matar a los candidatos. Si no puede, no podría matar a Jack.

Pero así son las hipótesis defectuosas.

Widmore tiene mucho que aprender de Flocke. Veamos, Flocke le rompe el cuello a la gente, se convierte en un monstruo de humo, amenaza, mata a Jin y a Sun (supuestamente para que comprendamos que es malo, malo, malo de verdad, como si hubiese matado a una pareja que nos cayese simpática. Si los guionistas hubiesen querido dejar a Flocke de malo, habrían hecho que matase a Vincent; el público se habría vuelto loco) y aún así logra ser más simpático que Widmore y sus Otros. Es decir, ¿qué sentido tiene tratar tan mal a la gente a la que quieres ayudar? Si de verdad es por su bien, ¿tanto costaría hablarlo un poco? No sé, un té, unas pastas, algo de civilización británica. Pero no, los Otros no hacen las cosas así. Los Otros ordenan, pegan y torturan y luego se quejan cuando alguien le encaja un tiro entre ceja y ceja (lloricas). Y mira, en menos de cinco minutos eso es precisamente lo que pasa.

Widmore amenaza a Sawyer con pegarle un tiro a Kate, Sawyer tira el arma y el Otro ese pequeñito le da un golpe, porque sí, porque no puedes aceptar que recibir hostias de los prisioneros es un gaje más del oficio y que es comprensible que alguien a quien apuntas con un arma pueda estar un poco enfadado. No, la venganza ante todo. Sawyer, por cierto, parece haberse creído lo de la cueva y da por seguro que Kate no es candidata. ¿Por qué no lo es? ¿Por haber criado a Aaron? En cualquier caso, aparece el monstruo de humo y mata a algunos otros Otros (momento en el que los que odiamos a los Otros vitoreamos de alegría. Somos así, nuestros placeres son simples). Kate intenta imitar a Mr. Fantástico y Lapidus se pone a darle patadas a la puerta de la jaula. Qué tío.

Lo voy a repetir.

Qué tío.

A patada limpia.

Si no lo consigue es porque aparece Jack, que vamos, yo veo a Lapidus rompiendo una puerta de hierro a patadas y luego comiéndose los barrotes sin mostaza ni nada. Después de todo, aterrizó un avión comercial en un campo de gravilla. Y estaba dispuesto a volarlo otra vez. Es más, va por ahí enseñando pecho peludo. En esta época, eso es valor.

Por cierto, que toda la escena ilustra el peligro de que se vaya la luz, el talón de Aquiles de nuestra vida moderna. Mucha verja sónica y mucha alta tecnología, pero sin corriente, cualquier monstruo primigenio y ctónico gana sin problemas. En este caso particular, el eterno encaramiento de mística frente a ciencia –el que ejemplificaban Locke y Jack, y que ahora ejemplifican Locke y Jack, con eso de haberse trocado- se resuelve claramente a favor de lo sobrenatural. Sin verja sónica, Widmore no tiene nada, mientras que Flocke puede caminar tranquilamente entre balas y romper cuellos como quien retuerce pajitas.

Lo que sí tiene Widmore es una lista.

Una lista con los nombres de los candidatos, aunque no queda claro si él sabe que son los candidatos.

¿De dónde salió esa lista?

La solución obvia es que se la dio Jacob. Pero si Widmore trabaja para Jacob, ¿qué hacía fuera de la isla? Es más, Widmore tuvo un hijo con Eloise, y sabe que Eloise es capaz de encontrar la isla, por tanto, a todos los efectos prácticos, Widmore nunca tuvo problemas para dar con la isla. Tanto Eloise como Jacob podían haberle dicho dónde estaba. A estas alturas, no me queda claro si Widmore no sabía dónde estaba la isla o simplemente eso es lo que la serie nos dio a entender. En cualquier caso, quizá Widmore sí supiese dónde estaba la isla pero no podía actuar de cualquier forma. Quizá debía emprender sus acciones siguiendo una secuencia concreta –incluyendo la inmolación de su hijo Daniel- y no le hubiese servido de nada que él y sus misiles se hubiesen presentado antes de tiempo.

Lo curioso es que son dos los grupos externos con la lista (curiosamente, los otros Otros de la isla recibieron la lista después, por mediación de Hurley). Ilana por un lado, tenía sus propios Otros y sabía a quién debía proteger. Ahora resulta que Widmore y sus Otros (hay Otros dentro de Otros, o mejor dicho, hay Otros debajo de Otros y así sucesivamente por siempre, hasta abajo del todo) también quieren proteger (seamos buenos y pensemos que quieren proteger) a los candidatos. Si los dos grupos representan igualmente a Jacob, ¿no hubiese sido mejor una colaboración? Aunque quizá Jacob pensaba que la redundancia era mejor opción, con dos grupos operando independientemente. Sea como sea, a Widmore le quedan muy pocos episodios para actuar.

La parte del submarino, por cierto, termina con otra declaración ambigua. Flocke dice que va a terminar lo que ha empezado. ¿El qué? ¿Matar a todos los candidatos? Claramente es capaz de sentir que hay candidatos supervivientes. ¿Huir de la isla? ¿Vengarse? Esto último podría ser una opción. Digamos que si todos se ponen en su contra, bien podría plantearse acabar con todo de una vez. Quizá el monstruo de humo no pueda morir, pero no dudo que podría causar mucho dolor. Ojalá vaya a por Widmore. No se confundan, Widmore me empieza a caer bien, pero sin duda es un Otro y ya saben lo que pensamos de los Otros por aquí.

En cualquier caso, parece quedar claro que Flocke es el malo. Por lo visto, Jacob puede hacer matar a quien quiera y es el bueno, pero si Flocke mata a Jin y Sun, es automáticamente el malo. Como pasa en toda serie de televisión, un personaje puede cargarse a todos los secundarios que se le pongan por delante, que será considerado el bueno. Pero si toca a algún personaje principal, ya has pasado al lado oscuro. Evidentemente, los muertos del templo eran de plástico. Y Nadia también, a la que Jacob dejó morir sin contemplaciones. Aunque otra forma de verlo es pensar que ahora Flocke tiene a todos –menos a Claire- en su contra, y cuando tienes a todos en tu contra eres el malo o un líder revolucionario. O ambas cosas a la vez.

Otra cosa que creo. Este episodio es con diferencia el que contiene mayor cantidad de referencias, yuxtaposiciones, ironías, dualidades, recuerdos recurrentes de otros momentos de la serie y demás elementos que ayudar a tejer la urdimbre de una narrativa densa y sólida. Que ayudan, repito, antes de que alguien se confunda.

Ejemplos a patadas.

Flocke sale del agua poco antes de haber colocado explosivos en un submarino. Claire y Jack se reflejan en el espejo de la caja de música (caja de música que, por cierto, estaba vacía, como lo estaba el ataúd de Christian). Sayid vuelve a lidiar con el C4. Sawyer secuestra un submarino. Acaban en las jaulas. Sawyer recibe un golpe de un otro después de haber rendido el arma cuando un jefe amenaza a Kate. Locke X se ha quedado paralítico por un accidente de aviación, al contrario que en la isla. Jack X saca una chocolatina Apollo de la máquina. Jin recupera su anillo de casado, completando el círculo con un círculo, de la mano de Sun, cuando precisamente se lo dio a Locke para evitar que Sun volviese a la isla; poco después morirán los dos. Jack X y Claire X hablan entre sí intentando conocerse, en contraste con el comportamiento distante de Jack y Claire en la línea original. Todos los candidatos acaban una vez más en el agua y algunos no vuelven a salir.

Y eso por no hablar de la muchas frases típicas de la serie que se repiten una y otra vez.

De hecho, hay tantos detalles de ese tipo que sería necesario un texto muy largo para detallarlos todos. Y aunque sería un ejercicio interesante, tampoco nos serviría de mucho. Porque como dije antes, ayuda a crear la densidad narrativa, pero no es su sustancia. Ayuda a que veamos el episodio en el contexto de una serie mucho mayor. Ya tan cerca del final, nos recuerda todo lo sucedido. En este caso en particular, sirve de parada, de pequeño momento antes de la aceleración final.

Lo más llamativo en la línea de la isla es la presencia recurrente del agua. Los personajes acaban continuamente en el agua de una forma u otra. Y ahora, incluso dos de ellos mueren ahogados y vemos sus cuerpos flotar pacíficamente. Su equivalente en la línea X es el reflejo en el espejo que también es recurrente. Es más, recientemente, el reflejo ha sido doble: Locke y Jack, Claire y Jack, y llamativamente en la línea original son también dos las personas que mueren en el agua. No sé si es un simple elemento de color narrativo, un detalle introducido para dar gracia a la trama o se supone que hay algo más.

El reflejo en el espejo podríamos asociarlo al doble, a la vida vivida en otro lugar, al país más allá del espejo, el mundo de Alicia donde todo es raro; y debemos admitir que en la isla pasan muchas cosas raras, siendo prácticamente un país de las maravillas. Una referencia, por tanto, a la línea temporal de la isla. El agua la hemos visto asociada a la muerte –allá en el templo y en el hecho mismo de que el más allá está precisamente al otro lado del mar- pero también al renacimiento, al bautismo. El agua está siendo el principio y el final de la vida. Incluso la salida de los supervivientes del submarino parece un nacimiento.

Si hay un detalle que va quedando claro en la línea X es la importancia del vuelo Oceanic 815. Jack se encuentra con ese hecho en dos ocasiones, y tiene la oportunidad de poner cara de «esto es cada vez más raro». Bernard es el primero en comentarlo, pero luego le vuelve a quedar claro con Claire. No es de extrañar, ya al propio Sawyer le había parecido una coincidencia a destacar. De hecho, el avión es justo lo primero que vemos de la línea X, por lo que tarde o temprano todo vuelve a ese momento. El vuelo Oceanic 815 es el nexo de unión entre todos ellos. Ahora más que nunca queda claro que no estaban por casualidad a bordo de ese avión. Quizá debemos entender que la línea X empieza precisamente con el avión, con Jack mirando por la ventana, como elucubré en algún momento (pero claro, he elucubrado tantas cosas…).

Una de las ironías del episodio –quizá la más triste- es que Locke es en la línea X candidato a una operación que podría devolverle el uso de las piernas, mientras que en la isla su muerte le impidió ser candidato. Descubrimos también que tenía una relación más normal con su padre. ¿En la línea X Anthony Cooper no es un estafador? En ese caso, ¿quién estafó a los padres de Sawyer? En cualquier caso, Anthony Cooper es ahora casi un vegetal, habiendo sufrido un accidente con su hijo. Quizá a ese Locke no le robó un riñón, quizá ese Locke siguió con su «no me digas lo que puedo hacer» y se hizo piloto.

La relación de Locke con su padre es también irónica porque fue culpa suya que ahora el viejo esté en una silla de ruedas, justo lo contrario de lo sucedido en la línea original. Es más, como he apuntado antes, en la línea X Anthony Cooper parece haber sido mejor padre, algo que parece ser una especie de constante en la línea X. Widmore X también parece mejor padre, mientras que en la línea original se muestra como uno de esos padres que hacen lo mejor para sus hijos sin molestarse en explicar por qué es lo mejor. Igualmente, Jack consigue superar los traumas de su propio padre. Por otra parte, Christian no parece haber cambiado mucho (por las referencias que se hacen a él).

Locke, sin embargo, carga todavía con la culpa de lo sucedido a su padre. De nuevo, una ironía, porque claramente al Anthony Cooper original no le importó nada tirar a su hijo por una ventana, pero su hijo en la línea X se siente culpable. En eso Locke X y Locke se parecen bastante, viviendo vidas bajo la sombra del padre. Tal y como dice Jack, Locke debería descargarse, debería olvidar. En ese aspecto, Jack y Locke también son muy similares, los dos siguen cargando con sus respectivos padres. Otra ironía es que la conversación final entre los dos es la inversa de sus conversaciones habituales. Es ahora Jack el que se muestra creyente en el destino, defensor del destino y una cierta filosofía con aires orientales, mientras que Locke es más racional.

Lo que sí queda claro es que Locke X recuerda. Al menos, recuerda en sueños, y suelta frases que se refieren a sus actividades en la isla. Pero no me queda claro si Bernard recuerda. Después de todo, ¿dónde están Rose y Bernard en la isla? Es tentador pensar que se quedaron en 1977, pero después de todo los perdidos regresaron al presente de la isla. ¿Por qué iban a quedarse atrás Rose y Bernard? Y Vincent, que estaba con ellos. En la línea X, Bernard habla con Jack de una forma que da entender que sabe más de lo que dice. Es como si estuviese dirigiendo a Jack hacia su destino (obsérvese que si Bernard le hubiese contado a Jack lo sucedido en el accidente, el efecto no habría sido tan dramático como ver a Anthony Cooper babeando). Volviendo al principio de la temporada, es un poco como Rose, que parece estar dirigiendo a Locke hacia su puesto de profesor.

Es tentador pensar que Rose, Bernard y Desmond están dedicándose a la misma labor, a dirigir a los personajes X a su destino. Pero la verdad es que no lo creo. Creo simplemente que Rose y Bernard, con esas caras de ancianos sabios, son los personajes adecuados para soltar frases así y añadir densidad a la narrativa. Es como cuando Locke se cruza en el hospital con Jin, que va vestido de negro y con flores, como si fuese a un funeral. Sabemos que no es así, que son para Sun que se recupera del balazo, pero como en nuestra mente no podemos separar del todo a los personajes X de sus equivalentes en la isla, y sabiendo lo de las muertes, es difícil no verlo como un gesto algo triste.

En el próximo episodio, precisamente en el que se emite hoy, descubriremos la historia de Jacob y el hombre de negro. Previsiblemente descubriremos muchas cosas, y muchos aspectos de la historia y la mitología de la isla nos quedarán claros. Lo más importante, previsiblemente sabremos por qué el hombre de negro se convirtió en el monstruo de humo. ¿Fue decisión suya? ¿Fue una caída resultado del orgullo, recordando el Everything that rises must converge que leía Jacob? ¿O le empujaron? ¿Fue un acto de libre albedrío o fue el destino? ¿Fue ciencia o fue algo sobrenatural? En el universo de Lost, ¿hay diferencia entre lo científico y lo sobrenatural?

Fuese como fuese, el hombre de negro es un personaje trágico, uno de esos villanos que son más interesantes que el héroe. Al contrario de lo que cree Hurley, en Lost no parece que se pueda volver del lado oscuro una vez que la transformación está completa. Pero hay sinceridad en su deseo de escapar de la isla, y hasta que no sepamos los términos de su condena, no podremos juzgar la extensión de su maldad. Incluso si podemos llamarlo maldad. Quizá Flocke no sea más que la leal oposición del divinizado Jacob.

Ahora que se acerca el final, tengo un poco de miedo. Sé que no debería tenerlo, que si no perdí la fe en la quinta temporada ya no la perderé nunca, sé que no me van a decepcionar, definiendo decepción como un final que vaya de una tonta lucha entre bien y mal. Sé que el final será de otra forma. Que es muy posible que el bien y el mal se enfrenten, pero que no será como en una película de buenos y malos. Sé que al final serán los personajes los que terminarán la serie, que sus vicisitudes, todo lo que han pasado en la isla y en la línea X, darán forma a la conclusión última. Y así, darán forma definitiva a la serie, y la podremos analizar completa, viéndola desde el principio entendiéndola realmente por primera vez. Que la serie completa será en última instancia una larga reflexión sobre muchos aspectos de la condición humana. También será al final una obra de una gran densidad narrativa que será analizada durante muchos años. Y encima, el final nos dejará una gran historia de personajes atrapados en una situación imposible.

No se puede pedir mucho más.

Aún así, no puedo evitar sentir algo de miedo.

Queda tan poco.

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