Rimero de enlaces

Enlaces compartidos en Google Reader el día 11/03/2010. Son enlaces que por alguna razón, positiva o negativa, me han llamado la atención:

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Enrique Dans y su libro

Enrique Dans ha escrito un libro, sí. Sí, lo ha hecho en papel, además de en otras versiones. Y sí, cuesta dinero (por Zeus, espero que su blog también tenga licencia CC). Hasta este punto, casi no hay nada de raro, porque, no sé cómo decirlo, es lo que sucede con digamos el 99,99% de los libros que hay en una librería. Aunque es posible que, considerando los bajos índices de lectura de este país, mucha gente no sea consciente de que los libreros tienden a pedirte que pagues los libros e incluso se mosquean si no lo haces.

Pero en un claro caso de «por ser vos quien sois» a Enrique Dans se le ha criticado ampliamente por la simple decisión de no colgar el libro gratuitamente para uso y disfrute de toda la gente que quiera descargárselo y leerlo. Es más, en ocasiones han sido los defensores del modelo comercial más restrictivo los que con más saña han criticado la decisión, lo que no deja de resultarme curioso, porque, desarrollando con lógica las críticas que ellos mismos realizan, deberían haberlo saludado como una victoria, como un “pienso que me has dado la razón”. Pero evidentemente, están más interesados en censurar al hombre que en apuntalar sus propias ideas.

Muy poco parece importar que el libro venga con una licencia CC de lo más interesante. No sólo permite la libre distribución del texto –si te molestas en pasarlo a un formato digital- sino además, al ser una licencia reconocimiento-nocomercial-compartirigual puedes hacer todo tipo de cosas con el contenido del libro. En concreto, la licencia te permite crear obras derivadas. ¿Quieres traducirlo a jeroglíficos egipcios? Pues la licencia te lo permite, e incluso distribuir la traducción, siempre que no la vendas, o tatuarla en la espalda de la gente, si por ahí desbarran tus intereses. ¿Quieres adaptarlo al cómic? ¿A una obra de arte conceptual? ¿Quieres pintarlo en el interior de las paredes de una nave industrial e invitar a todos tus amigos? Adelante, todo eso y más cosas que se me ocurren tras pensar cinco minutos, puedes hacer.

Vamos, sólo podría haber sido más libre permitiendo el uso comercial. Yo me estoy planteando utilizar esa misma licencia para un libro y estaría genial que la gente se tomase esas libertades. En el caso que nos ocupa, sencillamente la licencia permite a quien quiera hacer una versión electrónica y distribuirla, siempre que lo haga gratuitamente, y modificar esa versión hasta los límites de la imaginación.

Lo que pasa en realidad es que cuando uno lee cree haber leído lo que ha entendido durante la lectura; es decir, creemos que el texto pone lo que nos imaginamos que pone, lo que se ajusta a nuestros prejuicios, ideas preconcebidas y demás ideas previas. Hace falta un gran esfuerzo de análisis para llegar a entender cabalmente lo que un texto dice, esfuerzo que rara vez estamos dispuestos a realizar. En el caso de Enrique Dans, ha escrito tanto sobre derechos de autor, libertad para el público y demás, que muchos llegaron a la conclusión de que defendía el gratis total o, mejor dicho, la imposibilidad de ganar dinero. Considerando que se gana la vida enseñándole a la gente a ganar dinero gestionando negocios, me asombra que alguien pudiese trepar hasta una conclusión tan peregrina. Pero así ha sido, en tal grado que ha tenido que explicar su postura, en particular, por qué el libro cuesta dinero y por qué la app para el iPhone también cuesta dinero (un poco cara, en mi opinión, pero bueno; creo que una gran solución hubiese sido dejar la app a 5 euros con la compra del libro).

Eso sí, evidentemente, podría haber optado por tener también una versión gratuita para descargar. No es imprescindible, pero ciertamente era una posibilidad por la que muchos han optado. Y estoy totalmente de acuerdo con él en que no le hace nada de falta. Estamos hablando de Enrique Dans, que tiene medios de sobra para promocionar su libro, lo que le garantiza de inmediato unas buenas ventas. Su nombre es lo suficientemente conocido en el mundo al que quiere llegar como para que no le haga falta regalar el libro. Pero creo un error que diga: «el efecto colateral de regalar el libro sería una disminución de ventas, lo cual haría que mi editorial estuviese menos contenta, y por tanto, disminuyese su nivel de apuesta». Por lo que dije más arriba, estoy seguro de que las ventas no se habrían visto afectadas, estoy seguro de que a estas alturas hasta San Pedro en las puertas del cielo se ha enterado de que Enrique Dans ha sacado ese libro.

Es más, hay indicios de que regalar el libro incrementa las ventas y editoriales que plantean experimentos muy curiosos en ese sentido. Les pongo un ejemplo que he visto recientemente, al interesarme por la programación del iPhone, el libro Building iPhone Apps with HTML, CSS, and JavaScript de Jonathan Stark que la editorial O’Reilly ofrece en tres versiones: una gratis en la web, una app para el iPhone a 5,99 dólares (la que tengo) y una versión en papel a 19,79 dólares en Amazon. Parecen coexistir más que alegremente. Es más, en varias ocasiones he sentido la tentación de comprar el libro en papel simplemente para poder ver más en una página y poder colocarlo plano sobre la mesa. En mi caso, la versión para el iPhone se convierte en publicidad del libro en papel (otra razón por la que creo que la app en este caso de Enrique Dans es demasiado cara. De costar 5 euros, alguien podría haberse planteado pillar las dos versiones).

Por supuesto, hay razones adicionales para dejar el libro gratis. Por ejemplo, la marca personal, porque no es lo mismo ofrecerlo tú a que lo ofrezca otro. En este caso, ha decidido que no le importa. También, claro está, podemos considerar la difusión de las ideas, que quizá siendo gratis llegarían más lejos. Pero también responde en su entrada a esa posibilidad, al señalar que la gente que más necesita leer el libro es precisamente la que lo compraría en papel. Vamos, que las razones que ha dado están bien y sólo discrepo en el punto de la disminución de ventas.

Voy cortando que estoy elucubrando tanto que empiezo a pensar que escribo sobre un episodio de Lost. Lo importante, y lo que no debemos dejar de apreciar, es que ya es un triunfo monumental lograr que un grupo editorial como Planeta saque un libro con una licencia Creative Commons. Desde el punto de vista de una gran empresa, es un riesgo, es adentrarse en un mundo incierto. La transición al libro digital va a ser convulsa y compleja, por lo que hay que saber valorar los pequeños pasos. En este caso, el paso merece felicitar a la editorial y al autor.

En cuanto al libro, pues no puedo decir nada porque acabo de empezar a leerlo. Ya contaré.

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