iPad y juegos de mesa
Una de las primeras cosas que pensé tras la presentación del iPad (probablemente la primera fuese “¿cuándo puedo tener uno?”) fue que parecía una plataforma ideal para juegos de mesa. Es lo suficientemente grande como para acomodar una zona de juego razonablemente amplia, al ser táctil, permite la interacción inmediata desde cualquier lugar y, como un tablero de cartón, puede simplemente colocarse sobre cualquier superficie horizontal. Aparte de eso, puedes llevar encima todos los juegos que quieras –o que te permita el almacenamiento- sin cargar con un volumen adicional. Por eso creo que los diseñadores de juegos de mesa tienen una muy buena oportunidad con la introducción del iPad y que harían bien en ir planteándose el salto.
Evidentemente, no vale cualquier juego de mesa. Parece evidente que los juegos que requieran información oculta, es decir, información que sólo conoce uno de los jugadores –como casi todos los juegos de cartas-, no se podrían implementar muy bien en un único dispositivo (sería diferente usando dos o más, claro). También, teniendo en cuenta el tamaño de la pantalla, da la impresión de que más de dos jugadores no resultaría muy cómodo, por lo que los juegos para dos serían los ideales. Es decir, juegos del estilo Ajedrez o Damas, y, por supuesto, cualquier solitario.
Por tanto, juegos para dos y donde toda la información sea conocida por ambos y se vea en pantalla. Por suerte, en el mundo de los juegos implementados con fichas y cartón hay muchos con esas características y los diseñadores de juegos se pasan el día inventándolos. Incluso algunos ya están implementados de forma similar en el iPhone. Por ejemplo, el excelente juego Hive que puedes comprarte por 1,59 euros y luego llevarte a cualquier lado.
Hive es un juego que además hace muy buen uso de las posibilidades táctiles del dispositivo, al permitirte manejar el tablero, rotándolo o inclinándolo. Sin embargo, la mayor limitación del Hive para iPhone (que, por lo demás, está muy bien implementado) es el tamaño reducido de la pantalla. Probar el juego con el iPhone te hace desear poder tener más espacio para interaccionar. Vamos, que no dudo que se trata de una aplicación que tendrá casi de inmediato una versión para el iPad.
Y en el caso de España y lo diseñadores españoles, he tenido oportunidad de ver varios juegos que me parecen candidatos perfectos para pasar al iPad. Sin ir más lejos, estoy seguro de que Nonaga de Viktor Bautista quedaría genial.
Mi impresión es que los diseñadores de juegos tienen una buena oportunidad con el iPad y dispositivos similares. En el caso de los autores españoles, es una forma muy cómoda de saltar a un mercado enorme, sin requerir complejas distribuciones como pasa con el cartón. Por supuesto, programar no es fácil e implementar cualquiera de estos juegos será labor de varias personas, pero también es un proceso complejo el editar un juego en el mercado físico. Pero creo de verdad que en este caso el esfuerzo puede valer la pena y que cualquier colaboración entre programadores y diseñadores de juegos daría resultados más que interesantes.