Los robots de Xavier
Cuando estuve en su casa, mi amigo Xavier Riesco, me enseñó su estante de robots.
Cuando estuve en su casa, mi amigo Xavier Riesco, me enseñó su estante de robots.
Pues al final me llegó una invitación para Google Wave. Por degracia, sigo sin saber para qué sirve. Además, los pocos contactos que tengo parecen estar dormidos en este momento. Veremos más adelante.
Bonito sí es.
Creación de Mio I-zawa, el «tumor mecánico» te indica cómo de mal lo está pasando el ordenador. Mientras la carga de la CPU es normal, palpita delicadamente. Pero cuando la carga es demasiado alta, se hincha desproporcionadamente.
Otros artilugios similares incluyen un corazón externo que palpita según el pulso del usuario y un célula elástica -46 en realidad- que responden al tacto.
(vía Pink Tentacle)
Otros se hacen castillos o camiones, pero hay quien se hace un gramófono. Con un RCX hace girar el disco a unas 33 revoluciones por minuto. El resto, como ya ven, es un vaso de plástico con una tachuela clavada en la base. Ya dice que el gran problema del invento es que destroza los discos. No se puede tener todo.
Un vídeo:
Por otros vídeos, parece que se fabricó otra versión algo mejor.
(vía ../mediateletipos))))
Ayer fui a la segunda clase de un curso que estoy haciendo en el Cgac (tocaba el Expresionismo Abstracto Americano) y en una pared inmensa me encontré este texto en letras bien enorme. Quizá porque se lo consideraba una gran verdad o algo interesante: «Una buena pregunta debe evitar a toda costa una respuesta».
No puedo decir que esté muy de acuerdo, pero me resulta una afirmación divertida.
Hace unos días, Twitter fue un chorro continuo de peticiones de invitación a Google Wave. Como nadie sabe realmente para qué sirve Google Wave tenemos un vídeo como éste que lo explica en poco más de 2 minutos:
Creo que yo estoy unos milímetros más cerca de entenderlo.
Y por cierto, las invitaciones por lo visto siguen sin llegar.
(vía Lifehacker)