The Invention of Hugo Cabret, de Brian Selznick

The Invention of Hugo Cabret es un delicioso libro juvenil, la historia de un niño que vive en la estación de trenes de París y está empeñado en terminar de reconstruir el autómata en el que trabajaba su padre. Hay también un huraño vendedor de juguetes que tiene el puesto en esa misma estación, la nieta del vendedor –que no es realmente su nieta- y algunos otros personajes más que van interaccionando y dando forma a la narración.

El libro contiene muchas ilustraciones (unas 300), en riguroso blanco y negro. Y hay una razón para que las ilustraciones sean en blanco y negro. También es el primer libro ilustrado que pretende que pases rápido las ilustraciones, a toda velocidad, para captar el efecto cinético entre una y otra, del que depende el impacto de buena parte de la historia. También hay una buena razón para que sea así.

Las primeras páginas no me convencieron demasiado, pero poco a poco fui entrando en la historia, y la combinación de ilustración y palabras acaba funcionando muy bien. Al final, The Invention of Hugo Cabret es un apasionado canto a la fantasía, a la imaginación, a la creatividad, a la magia y a la invención de mundos nuevos y asombrosos. No voy a añadir nada más, porque la trama depende de algunos detalles iniciales (algunos de los cuales, uno de ellos muy asombroso, son reales), excepto para decir que el libro cambia mucho casi a la mitad, y la historia que estaba contando hasta ese momento se torna más importante.

Y también es un libro sobre lo maravilloso que es construir autómatas.

[50 libros] 2008

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Dead Until Dark, de Charlaine Harris

De las nuevas series de esta temporada televisiva, True Blood me parece la mejor. La serie posee una atmósfera espectacular y una textura muy lograda. Mucho más interesante que la trama de cada episodio, que es casi inexistente, es ver cómo van mostrando el mundo en el que viven los personajes: un sur de los Estados Unidos con vampiros.

Por tanto, sentía curiosidad por las novelas en las que la serie está basada. ¿Serían tan interesantes? ¿Estarían tan llenas de textura y atmósfera? ¿Los personajes estarían tan bien dibujados? Dead Until Dark es la primera de la serie.

Esta novela trata de Sookie Stackhouse, camarera y telépata, ciudadana del pequeño pueblecito de Bon Temps, que un día conoce a Bill, el vampiro. Resulta que en su mundo, cuatro años antes, los vampiros salieron del ataúd y ahora viven integrados, supuestamente, en el mundo humano, bebiendo un sustituto de la sangre inventado por los japoneses. Por si eso fuese poco, hay un asesino en serie matando a mujeres que han tenido relación con vampiros.

Mi conclusión es que la serie es mucho mejor (pero hay que recordar en todo momento que vi la serie primero). La novela es entretenida, aunque el misterio del asesino no es gran cosa (incluso se puede considerar un poco decepcionante), y está escrita con cierta dosis de ironía. En varios puntos la encontré torpe (por ejemplo, cuando Sookie descubre el secreto de su jefe) y los personajes (exceptuando a Sookie, a la que conocemos de primera mano) están bastante mal dibujados. Como está narrada en primera persona, sólo sabemos lo que Sookie sabe y si tenemos que enterarnos de algo, alguien se lo tiene que contar, lo que provoca recurrentes momentos desmañados. En general, una novelita para pasar el rato sin más pretensiones.

Y claro, seguro que por eso la eligieron para la serie. Me imagino a Alan Ball –el creador de la versión televisiva- leyendo la novela y pensando «aquí me quedo con la tontería de trama y con lo demás hago lo que me dé la gana». Moviendo algunas tramas, cambiando algunos personajes, añadiendo elementos nuevos dejando intacto casi todo el argumento, han logrado algo mucho más interesante.

Pero recuerdo una vez más, vi la serie antes de leer la novela.

[50 libros] 2008

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