Los falsos documentales IV
Mucho tiempo ha pasado desde que comenzara esta sección, pero es que cuanto más avanzo más complicado resulta ser exhaustivo. A cada paso descubro nuevas piezas que añadir a la colección o incluso que pudieran incluírse en los capítulos ya realizados, y, por si esto fuera poco, los límites establecidos quedan un poco borrosos. Por ejemplo, ¿no se puede considerar que las narraciones de algunos dibujos animados de Disney adoptan la forma de los documentales educativos de la época? ¿No es la fórmula del Correcaminos, con sus carteles descriptivos iniciales, similar a la de los documentales del Discovery Channel? ¿No es la minuciosa descripción de los hechos que realiza el narrador de Amelie casi un seguimiento en forma de documental de las aventuras de la protagonista y de los personajes con que se cruza? ¿Dónde situar el límite entre la utilización de ciertas formas del documental y la adopción de su formato como medio de ficción? Complicada tarea.
Otro excelente capítulo.