Roger Ebert es mi crítico de cine favorito. No porque tienda a estar de acuerdo con él, que depende, sino porque me gusta como piensa. En general, las opiniones no me interesan demasiado y prefiero oír las razones que sustentan esas opiniones. En el caso de Ebert, me parece que razona muy bien, con gran inteligencia, con discernimiento y con sincero amor al cine. Incluso cuando estoy en total desacuerdo con una de sus valoraciones, me deleita y divierte leer lo que tiene que decir.
También me gusta que sea un hombre capaz de disfrutar de, y también defender, una buena película allí donde la encuentre, sin que le importen géneros, directores, países, estilos o cualquier otra posible distinción. Y a esa virtud se le añade una tremenda capacidad para entender al ser humano. Sus reseñas y entrevistas están repletas de pequeñas observaciones que destacan la humanidad del personaje o de la persona. Un ejemplo rápido. Hablando de James Stewart, comenta que parece un buen tipo, pero que alguien que voló 22 misiones sobre Alemania no puede ser simplemente buen tipo en el sentido convencional.
Este libro afirma reunir lo mejor de su producción, y considerando la calidad de los textos, es fácil creerlo. Está dividido en 7 parte. Empieza con una serie de entrevistas y perfiles, que van desde Warren Beatty hasta Ingmar Bergman, desde Lee Marvin a Woody Allen. Las cuatro mejores secciones son «The Best», sobre la mejores películas de cada año empezando en 1967 y terminando en 2005; «Foreign Films», lo mismo pero con películas extranjeras; «Documentaries» sobre documentales y «Overlooked and underrated», sobre películas que no tuvieron buena recepción crítica pero que Ebert considera muy buenas.
Como dije antes, lo mejor de Ebert es su forma de razonar lo que dice y su variedad de gusto. Lo que provoca el efecto curioso de ser uno de los esos críticos de cine que me producen ganas de ver una películas. No, miento, que me produce la imperiosa necesidad de ver la película ahora mismo. Las razones son muy variadas, a veces el tema resulta interesante, a veces es la forma de contarlo y es ocasiones es el simple hecho de ver esas imágenes tal y como él las ve.
Unos ejemplos de películas que me han quedado ganas de ver (algunas las conozco, otras es la primera vez que sé de ellas). Lo mejor: The Battle of Algiers, Z, Cries and Whispers, 3 Women, My Dinner wih Andre o Monster (la vi y me gustó mucho, pero me han quedado ganas de volver a verla). Extranjeras: Au Hasard Balthazar, Stroszek o Wings of Desire. Documentales: las películas «Up» o Shoah. Maltratadas: Housekeeping o The Rapture.
La dos última secciones, «Essays and think pieces» y «On film criticism» son las menos interesantes, porque son las que peor sufren el paso del tiempo. Por ejemplo, hay un ensayo sobre si El color púrpura debería haber ganado el Oscar y otro sobre las el enfrentamiento entre tecnología digital y celuloide. La dedicada a la crítica cinematográfica incluye un debate a tres sobre el estado de la crítica en Estados Unidos que suena más bien a tres señores mayores hablando de lo bien que estaban las cosas antes y lo mal que va el mundo ahora.
En cualquier caso, durante varios cientos de páginas es un libro de un señor que ama el cine, que después de cuarenta años de profesión sigue disfrutando de ver una película y que logra transmitir su entusiasmo. Una lectura apasionante.
[50 libros] 2008