50
Lo que más me gusta del reto de los 50 libros es que me hace ser consciente del proceso de leer y, por tanto, me hace leer más, que es lo que me gusta. Con este son ya cinco años haciéndolo, y ya lo he logrado, lo que ha sucedido antes de lo que esperaba.
El año pasado escribí un poco sobre el reto y lo que dije me sigue pareciendo relevante. Este año tengo la suerte de que Luisfer Romero Calero me entrevistase y puedo citar mi respuesta:
ZF: […] Usted, sin embargo, se propone, desde su blog, leer 50 libros en un año. ¿Es consciente de que pocas personas leen tan siquiera tres libros en un año?
PJ: Sí. Pero hay gente que corre un maratón una vez al año y yo no correré uno en toda mi vida. Simplemente hay gente a la que le gusta hacer unas cosas y a otras personas otras. A mí me gusta leer y me fastidia no leer. No por nada, no porque crea que me hace mejor o más listo. Simplemente me gusta descubrir lo que pone en los libros y leer sobre temas que me llaman la atención. Como me fastidia no leer, el reto de los 50 libros me recuerda que es algo que me gusta hacer. Y como pasa con todo lo que te gusta hacer, es bueno encontrarle tiempo para hacerlo porque en caso contrario lo olvidarás. Por suerte, he desarrollado la habilidad de leer en las condiciones más adversas y eso me ayuda mucho.
Este año, por cierto, ya he llegado a los cincuenta. Cuando alcanzo la cifra siempre bromeo diciendo que ya puedo dejar de leer durante el resto del año. Sin embargo, insisto, no lo hago por ninguna razón mística. Si me gustase ir en bicicleta, también me plantearía hacer cierto número de kilómetros por semana. Se trata de garantizar que mantienes el ritmo.
Y estoy muy contento de haberme planteado el resto. Creo que leo más y mejor desde que lo hago. Es más, creo que también recuerdo mejor lo que leo. Tener un propósito, por tonto que sea, siempre ayuda.
Las referencias a correr maratones e ir en bicicleta, por cierto, no son casuales. Justo en ese momento acababa de leer What I Talk About When I Talk About Running de Haruki Murakami, donde habla de su pasión por ese tipo de carreras (y donde describe ir en bicicleta como una sofisticada forma de tortura) y de por qué lo hace. Leyéndolo encontré muchas resonancias con el reto de los 50 libros.
De hecho, en los últimos dos años he considerado abandonar el reto (que, seamos francos, consiste exclusivamente en decirte a ti mismo «plantéate leer X libros en un año»), pero siempre me entra el temor de que si lo hago no leeré, que al no tenerlo en mente la lectura se escapará de mi mente. Como ese miedo me puede, creo que lo seguiré manteniendo, aunque probablemente esté entrando ya en el terreno de la superstición. Y quién sabe, en el 2004 me sirvió para superar una situación difícil y quizá lo vuelva a necesitar.
Otra curiosidad, en los últimos 5 años he leído 274 libros. Si leyese 26 libros más de aquí a fin de año, mi amor por los números redondos se vería cumplido y habría leído 300 libros en 5 años. No, no va a ser.