#9 How to Lie with Statistics de Darrell Huff
Para mí es una sensación habitual. En un periódico ves una gráfica que pretende describir un fenómeno. Pero de pronto te das cuenta de que en la gráfica hay detalles que no cuadran. Quizá algunas columnas son demasiado grandes para el cambio que se supone que representan, o quizá uno de los ejes no está especificado y no sabes que se está midiendo. Incluso es posible que no todos los elementos de la gráfica estén representando lo mismo. Es una práctica tan habitual que incluso hay toda una bitácora, adecuadamente llamada Malaprensa, dedicada a denunciar esos casos.
Esas situaciones son una demostración de las lecciones de este libro (que se presenta, jocosamente, como un manual para enseñarte a mentir usando las estadísticas): los números son números, y podemos empezar a manipularlos hasta que digan lo que queremos. Por supuesto, no todos los errores en la presentación de una estadísticas son casos de mentiras deliberadas, pero, como nos recuerda el autor, cuando los errores sistemáticamente benefician a una parte, tenemos razones para sospechar.
El texto es breve, está escrito con mucho sentido del humor pero con lógica férrea. Va desgranando técnicas para manipular la realidad (por ejemplo, confundir deliberadamente media, mediana y moda y aprender a usar la que nos conviene en cada ocasión) y enseñándonos los trucos para mentir nos va inmunizando un poco ante las mentiras.
La verdad es que vivimos en una época que se cree científica, pero en realidad es cientifista. Nos gusta pensar que tomamos decisiones basándonos en hechos objetivos, medibles, cuantificables. Pero preferimos olvidar que las cifras en sí no dicen nada, que los datos no son lo mismo que la información. Por tanto, cuando no podemos medir lo que queremos medir, medimos otra cosa y creemos haber medido lo original. Como por ejemplo cuando habiendo calculado el sueldo medio de la población decidimos que eso indica la calidad de vida o la felicidad.
Eso sí, el autor, inteligentemente nos advierte al final que rechazar todas las estadísticas simplemente porque sean fáciles de manipular no es la solución. Aboga por un proceso más similar a la lectura. Aprendemos a leer y leemos periódicamente a pesar de que las palabras se pueden usar para mentir. Debemos igualmente aprender a «estatidiscar», a juzgar la verosimilitud de unos datos de la misma forma que somos capaces de evaluar la verosimilitud de un texto.
How to Lie with Statistics es ya un clásico. Se publicó por primera vez en 1954 y en más de cincuenta años no ha perdido nada de su utilidad. Los consejos que ofrece son tan válidos hoy como entonces. Y todo, en un texto corto y muy entretenido de leer. No todos los libros pueden decir lo mismo.
Transformaciones
El vídeo me lo pasaron por twitter, así que no sé decir quién fue el responsable. Va de cómo hoy en día se puede transformar todo para ofrecer la imagen que deseemos.
Lo que no me queda claro es cuál se supone que es el nivel mínimo de cambio aceptable. Por ejemplo, ¿la gallina inicial era una gallina más natural que la gallina final? ¿No se trataría de un caso de falacia naturalista? ¿No nos transformamos todos los días para modificar la percepción que se tiene de nosotros? ¿Cuál es, por tanto, nuestra imagen real y en qué momento nos apartamos definitivamente de ella? ¿El fin del maquillaje es mejorar la realidad u ocultarla?
Por cierto, el original: