A Tenerife

Pues sí, me voy unos días a Tenerife. Suelo volver a Lanzarote periódicamente -a ver a la familia- pero Tenerife se me había quedado desde hacía ya varios años. Esta tarde rectificaré la situación y volveré a la isla a ver a los amigos. Si me queda tiempo, también planeo ver a más amigos.

Curiosamente, hay un Blog & Gofio convocado para el sábado por la noche. Espero poder asistir.

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Leer con el Papyre

Ya comenté el Papyre, un dispositivo de lectura con tinta electrónica. Cuando hablé de él originalmente, comenté una experiencia producto exclusivamente de mirar el dispositivo, encenderlo y demás. Sin embargo, hace unas semanas (hace tres libros, para ser exactos) terminé de leer mi primer libro completo en el cacharro.

La novela era My Own Kind of Freedom de Steven Brust, una novela situada en el universo de la serie de televisión Firefly. De la novela hablaré cuando toque.

En cuanto a la experiencia de lectura, decir que depende bastante del formato. Los archivos en PDF, que están más pensados para ser impresos, no se ven todo lo bien que uno esperarían. Rara vez están creados para el formato de la pantalla. Si los creas específicamente (una prueba con mi libro, por ejemplo) el resultado queda bastante bien. Pero lo dicho, la mayoría de los PDF asumen tamaños más grandes.

Por ahora, lo que mejor me ha funcionado -sin haber probado formatos más específicos de libros electrónicos- es pasar el contenido a RTF. Así el texto se ve de maravilla y ampliar el tamaño de letra te permite ajustar la lectura.

Pues bien, debo decir que la lectura ha sido muy cómoda. De hecho, cada poco tiempo me sorprendía al comprobar lo cómoda que resultaba. No he cambiado todavía el chip y continuamente pienso que estoy leyendo una pantalla LCD normal. Pero no es así. Se pueden leer 100 páginas sin notar más cansancio que el de la lectura en papel. Es más, continuamente me sorprendía lo mucho que se parecía la experiencia a leer en papel. Por supuesto, la calidad no es la de un libro bien impreso sobre el mejor papel, pero sí que es muy alta.

Aquí tienen una foto:

DSCN0395.JPG

Dentro de unas horas salgo de viaje. El Papyre está ya en la bolsa. Vamos a probarlo volando. La batería aguanta mucho tiempo. Mucho, de verdad.

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Aquí he venido a hablar de mi libro (VI)

Hace más de un año, y parece que fue ayer. Pues bien, después de un año con mucho trabajo que me dejó poco tiempo, he retomado el libro de esta bitácora. Y la cosa va bastante bien.

Hagamos historia. Al terminar el capítulo anterior, todavía no sabía ni siquiera cómo hacerlo y me debatía entre varias opciones. Ahora, la situación es muy diferente. Después de examinarlo un poco, la opción elegida ha sido LaTeX. Con LaTeX, las tareas de componen un libro se simplifican muchísimo y tiene al menos tres ventajas más:

1) Es gratis: lo más probable es que te pueda bajar una distribución de LaTeX para tu plataforma. Por ejemplo, en Mac OSX yo estoy usando MacTex y TexShop como editor. Se trata de una distribución muy completo, o al menos, hasta ahora no he encontrado nada que quisiese hacer y no me dejase.

2) Es muy fácil de automatizar: Al usar archivos de texto plano, automatizar el paso de HTML a LaTeX es muy simple. En la mayor parte de los casos, se puede hacer una simple búsqueda con sustitución y el resultado casi está. En otros, es algo más complejo, pero no mucho más. En mi caso, una combinación de pequeños programas en Java, el uso de un programita para hacer búsquedas y sustituciones en varios archivos a la vez y un poco de refinamiento manual han sido más que suficiente.

Por ejemplo, convertir enlaces del tipo:

<a href="hola.com">Hola</a>

Es tan fácil como hacer un par de sustituciones y dejarlo en:

\\referencia{hola.com}{Hola}

Como yo siempre he usado la etiqueta cite para los títulos de los libros, es muy fácil hacer que:

<cite>En busca del tiempo perdido</cite>

Se convierta en:

\\obra{En busca del tiempo perdido}

Y así con todo. En general, ha resultado mucho más simple de lo que esperaba.

3) Hay muchas opciones: Quizá LaTeX en sí no te deje hacer lo que tú quieres, pero otras personas ya han tenido ese mismo problema y lo han solucionado. Aparte de resultar fácil encontrar ayudas y tutoriales, también hay gran cantidad de clases y paquetes que resuelven los problemas que puedas tener. Es decir, resulta fácil hacer algo diferente a lo estándar. Y aunque LaTeX se concibió para textos científicos, es fácil adaptarlo a tus necesidades. Su única limitación es en el manejo de tipo de letras. Ése es un tema tan esotérico que estoy seguro de que para entenderlo hacen falta dos doctorados y ser miembro de la Universidad Invisible.

Ahora mismo el libro tiene poco menos de 350 páginas, unas 240 entradas. Mi idea es leerlo entero y, por supuesto, eliminar texto hasta dejarlo en unas 300 como mucho (tiene índice analítico, algo que también es muy fácil de hacer con LaTeX).

En resumen: la opción de LaTeX es excelente. El resultado final -directamente un pdf para mandar a la imprenta- es francamente bueno. Si bien quizá la curva de aprendizaje es empinada al principio, rápidamente le pillas el truco y acaba siendo muy fácil de usar.

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#9 How to Lie with Statistics de Darrell Huff

Para mí es una sensación habitual. En un periódico ves una gráfica que pretende describir un fenómeno. Pero de pronto te das cuenta de que en la gráfica hay detalles que no cuadran. Quizá algunas columnas son demasiado grandes para el cambio que se supone que representan, o quizá uno de los ejes no está especificado y no sabes que se está midiendo. Incluso es posible que no todos los elementos de la gráfica estén representando lo mismo. Es una práctica tan habitual que incluso hay toda una bitácora, adecuadamente llamada Malaprensa, dedicada a denunciar esos casos.

Esas situaciones son una demostración de las lecciones de este libro (que se presenta, jocosamente, como un manual para enseñarte a mentir usando las estadísticas): los números son números, y podemos empezar a manipularlos hasta que digan lo que queremos. Por supuesto, no todos los errores en la presentación de una estadísticas son casos de mentiras deliberadas, pero, como nos recuerda el autor, cuando los errores sistemáticamente benefician a una parte, tenemos razones para sospechar.

El texto es breve, está escrito con mucho sentido del humor pero con lógica férrea. Va desgranando técnicas para manipular la realidad (por ejemplo, confundir deliberadamente media, mediana y moda y aprender a usar la que nos conviene en cada ocasión) y enseñándonos los trucos para mentir nos va inmunizando un poco ante las mentiras.

La verdad es que vivimos en una época que se cree científica, pero en realidad es cientifista. Nos gusta pensar que tomamos decisiones basándonos en hechos objetivos, medibles, cuantificables. Pero preferimos olvidar que las cifras en sí no dicen nada, que los datos no son lo mismo que la información. Por tanto, cuando no podemos medir lo que queremos medir, medimos otra cosa y creemos haber medido lo original. Como por ejemplo cuando habiendo calculado el sueldo medio de la población decidimos que eso indica la calidad de vida o la felicidad.

Eso sí, el autor, inteligentemente nos advierte al final que rechazar todas las estadísticas simplemente porque sean fáciles de manipular no es la solución. Aboga por un proceso más similar a la lectura. Aprendemos a leer y leemos periódicamente a pesar de que las palabras se pueden usar para mentir. Debemos igualmente aprender a «estatidiscar», a juzgar la verosimilitud de unos datos de la misma forma que somos capaces de evaluar la verosimilitud de un texto.

How to Lie with Statistics es ya un clásico. Se publicó por primera vez en 1954 y en más de cincuenta años no ha perdido nada de su utilidad. Los consejos que ofrece son tan válidos hoy como entonces. Y todo, en un texto corto y muy entretenido de leer. No todos los libros pueden decir lo mismo.

[50 libros] 2008

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Transformaciones

El vídeo me lo pasaron por twitter, así que no sé decir quién fue el responsable. Va de cómo hoy en día se puede transformar todo para ofrecer la imagen que deseemos.



Lo que no me queda claro es cuál se supone que es el nivel mínimo de cambio aceptable. Por ejemplo, ¿la gallina inicial era una gallina más natural que la gallina final? ¿No se trataría de un caso de falacia naturalista? ¿No nos transformamos todos los días para modificar la percepción que se tiene de nosotros? ¿Cuál es, por tanto, nuestra imagen real y en qué momento nos apartamos definitivamente de ella? ¿El fin del maquillaje es mejorar la realidad u ocultarla?

Por cierto, el original:



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Nicholas Negroponte predice el futuro (en 1984)

Sé que en realidad Negroponte no pretendía predecir el futuro (o si lo pretendía, no queda claro en estos 25 minutos extraídos de una charla de 2 horas), pero hablando de posibles nuevas formas de interacción (interfaces táctiles, un nuevo tipo de libro, ordenadores en la educación y teleconferencias) hace 24 años, es difícil no tener esa impresión.

Les comento lo que más me ha gustado. Allá por el minuto 15, nos habla de los ordenadores en la educación y cuenta una historia. Claramente, esa historia es uno de los pilares de la iniciativa One Laptop per Child. Es más, la historia es una excelente explicación del fin último de One Laptop per Child y oírla me ha hecho replantearme la iniciativa, para mejor. Además, la idea de que la lectura es una actividad inútil para los niños y por tanto la estrategia consiste en hacerla útil me ha parecido brillante. One Laptop per Child no es principalmente una iniciativa tecnológica.

Tres detalles curiosos.

Han prometido dejar la conferencia completa en cuanto puedan restaurarla. Después de todo, dos horas son dos horas. Fue antes de que TED, sabiamente, impusiese un límite de 18 minutos para las conferencias.

Es interesante comprobar lo de alta tecnología que es la charla -con vídeos y todo- y lo que se tiene que mover el hombre para lograrlo. Es decir, girarse y agacharse, porque con esos micrófonos fijos lo que es alejarse lo tenía crudo. Es un interesante contraste con las conferencias TED actuales, donde el conferenciante se mueve como le da la gana.

La conferencia me ha resultado familiar. Recuerdo un artículo en la revista de divulgación de la época que hablaba del Media Lab y se comentaban muchas de esas ideas. Me ha producido cierta sensación de nostalgia.

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[Recibido] De lágrimas y de santos de E. M. Cioran

de_lagrimas_y_de_santosMe gusta mucho leer a Cioran. No sólo es siempre interesante, sino que además es una lectura que encuentro muy entretenida y divertida. Leer a Cioran alegra y es un gran antídoto contra la depresión. Es además uno de los pocos autores a los que se le da realmente bien el aforismo o el apotegma. Por tanto, me apetece mucho leer este De lágrimas y de santos (Tusquets Editores. ISBN: 978-84-8383-053-6. 120 páginas. 6,95 €).

De la contraportada:

El pensador rumano E.M. Cioran aborda en este volumen de aforismos la paradoja existencial que supone vivir una pasión mística en un mundo sin Dios. ¿Puede el alma escéptica experimentar «la pasión de lo absoluto»? La santidad aparece en estas páginas como emblema de una actitud vital situada en las antípodas del hombre moderno, quien ha convertido en sentimiento trágico esa fusión con la divinidad. Como no podía ser de otro modo en un libro en torno a la mística, Cioran despliega su fascinación por España, por su paisaje, su arte y, sobre todo, su tradición espiritual. «El mérito de España», escribe, «ha consistido no sólo en haber cultivado lo excesivo y lo insensato, sino también en haber demostrado que el vértigo es el clima normal del hombre que ha suprimido la distancia entre el cielo y la tierra».

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