El creacionismo es una de esas ideas tan tontas que a veces resulta difícil creer que alguien las pueda sostener seriamente. Pero así es, y el creacionismo (a veces disfrazado de diseño inteligente) tiene sus defensores. Como las pruebas no apoyan sus posiciones, el creacionismo se ve obligado habitualmente a defenderse con trucos retóricos. El PaleoFreak nos recuerda expresiones y recursos que no se deben usar en una discusión a menos que uno sea creacionista.
Me gustan, sobre todo, estos:
1.- Hablar constantemente de Darwin para referirnos a la evolución. Como si no hubiera llovido nada en en panorama científico desde su muerte hace siglo y cuarto. Como si la evolución se redujera a lo que se le ocurrió a este buen señor en el año de Maricastaña, cuando viajaba en un barco. Como si sus teorías permanecieran hoy en día intactas, al margen del enorme progreso de la biología.
6.- Decir «teoría del creacionismo». El creacionismo no es ni tiene ninguna teoría; Es más, pretende que retrocedamos a una etapa de la historia en la que las teorías científicas no existían y los fenómenos naturales se explicaban mediante intervenciones divinas.
10.- Mezclar evolución y abiogénesis (origen de la vida). La evolución es el cambio en los seres vivos, no la formación del primer ser vivo. La teoría evolutiva no se ocupa del origen de la vida. La abiogénesis es un problema que aún no está resuelto científicamente, pero la evolución sí lo está.