Cucharete.com
Fernand0 me enseña Cucharete.com, una bitácora de restaurante de Madrid. Yo no paso demasiado por Trantor, pero está bien saberlo. Ahora, si hiciesen una de Santiago y alrededores…
Fernand0 me enseña Cucharete.com, una bitácora de restaurante de Madrid. Yo no paso demasiado por Trantor, pero está bien saberlo. Ahora, si hiciesen una de Santiago y alrededores…
Robin Hood, aconsejado por el Pequeño Juan, va a preguntarle a un árbol del bosque por qué él padece el mal de maese Alzheimer cuando hay tantos ladrones malvados por ahí la mar de sanos. El árbol le contesta y Robin se lleva un susto de muerte:
Robin Hood: Pero entonces, ¡¿funciona?!
Pequeño Juan: ¡Pues claro! ¡¿Qué esperabais si no?!
Robin Hood: ¡¡Una metáfora!!… o como mucho, una parábola…
En La leyenda de Robin de los bosques de Manu Larcenet.
Veo en el boletín de novedades de Mondadori que el 15 de junio publicarán La solución final de Michael Chabon. Leí el libro en el 2005 y me gustó lo suficiente para considerarlo uno de los mejores libros que había leído ese año.
La solución final va de un detective, de avanzada edad, ya retirado, viviendo en el campo. Fue famoso por sus portentosas dotes de deducción, pero ahora se dedica a la cría de abejas. Sin embargo, debe abandonar momentáneamente su retiro para resolver un caso peculiar: a un niño, refugiado de la Alemania nazi, le han robado su loro. Hay muertos de por medio y una guerra de fondo, pero lo que importa es el loro. El loro tienen la particularidad de repetir ristras de números, y nadie sabe lo que significan
Chabon lo hace francamente bien. Para empezar, porque no es el pastiche típico. La solución del caso es trivial y el lector lo resuelve antes que el detective. Es más, la solución no depende de casos anteriores del protagonista, ni reaparecen las personas que conoció en otro momento. La historia sabe que el lector conoce el pasado del persona -o mejor dicho, cree conocerlo, porque su nombre no se revela- y juega con esas expectativas. Todo está envuelto en grandes dosis de ironía, lo que parece importante no lo es, y viceversa.
Brillante.
Yo había creído que mi afición por los juegos de mesa era reciente, de los dos últimos años. Sin embargo, haciendo un poco de memoria, recordé que de crío eran un ávido jugador de Monopoly y otros juegos similares. Estoy seguro que de haberlos conocido, hubiese jugado a otros.
Al ver que WKR ha dejado una larga lista de tiendas online en las que comprar juego de segunda mano, recuerdo otro juego que me gustó mucho y que me gustaría conseguir: Dune.
Dune fue un juego basado en la obra de Frank Herbert publicado por Avalon Hill en 1979 y creo que también reeditado en francés hace relativamente poco (hay otro juego llamado Dune, de 1984, pero es otro juego basado en la película). Lo jugué sólo en una ocasión, en casa de unos amigos, cuando todavía estudiaba en La Laguna, hara como unos catorce años o así. No me gustó porque me gustase la novela -que más bien me deja indiferente- sino porque lo pasé francamente bien. Es lo que recuerdo más claramente: lo mucho que me gustó y lo bien que lo pasé.
El otro detalle que recuerdo es que yo hacía de Emperador. Me pasé la partida imaginándome mí mismo como Dalí sentado en un retrete de oro (mi mujer me preguntará a qué viene ese comentario y yo tendré que confesarle que es el punto friki de la entrada). Si no recuerdo mal, el emperador no operaba directamente en el planeta (o alguna limitación de ese estilo) pero aún así gané la partida. Al final llegué con mis Sardaukars y me lo ventilé todo. Pero de haber perdido me lo hubiese pasado igual de bien (perder en los juegos se me da francamente bien y estoy más que acostumbrado).
Si quieren saber más sobre el juego, Bascu tiene un excelente comentario:
Dune siempre ha sido un éxito entre mis amigos, y fue el primer juego que metí dentro de mi categoría personal de Evento Social. Una partida de Dune se convierte en: el día en que jugamos a Dune.
Respecto al juego decir que es díficil encontrar otro juego donde ambientación y mecánica formen un conjunto tan bien cohesionado, la fidelidad al libro llega a un punto verdaderamente admirable, dándose casos en que según que alienzas entre jugadores (casas) se vean cómo algo aberrante, sobretodo si se alian el jugador que lleva los Harkonnen con el jugador Atreides.
Pues eso, un juego que me encantaría conseguir. A ver si en eBay…
A sabiendas de que este blog lo leen bastantes informáticos, he decidido contaros aquí que en Shoomo estamos buscando programadores. Y de forma urgente. Somos una empresa que prerpar proyectos de Redes Sociales basadas en la web 2.0. Shoomo es la primera Red Social de Compras española y estamos preparando un ambiciosísimo proyecto nuevo. Y estamos creciendo de forma espectacular en los últimos meses. Si sabes programar en PHP, Java y cosas así (yo no soy informático), lee aquí lo que buscamos. Si te apetece formar parte de un proyectazo de futuro (y ya mucho presente), sigue las instrucciones del post en ShoomoBlog o contáctame por aquí. Lo que veáis. Os aseguro que merece la pena el proyecto: tanto en lo profesional como en lo humano.
La verdad es que Shoomo es uno de esos proyectos interesantes que me gustaría explorar con más atención. Por desgracia, no hay mucho tiempo por el momento…
Sacadas de A Man Without Country de Kurt Vonnegut.
I think that novels that leave out technology misrepresent life as badly as Victorian misrepresented life by leaving out sex.
Y sobre las razones que tienen los veteranos de guerra para no hablar de sus experiencias:
Of course, another reason not to talk about war is that it’s unspeakable.
Entrevista con Connie Willis realizada en Glasgow (1995). Publicada originalmente en BEM 49. La recupero aquí dividida en siete partes.
PJR: Sobre la fascinación con el viaje en el tiempo, creo que de hecho es una fascinación con la memoria.
CW: Sí, lo es. Creo que tienes toda la razón. Pienso que el viaje en el tiempo existe realmente, no físicamente, sino dentro de nosotros, porque no somos criaturas del presente sino criaturas del pasado.
He venido al Reino Unido tres veces con anterioridad. Una de esas veces fue un viaje con mi hija y otra fue un viaje con mi mejor amiga, que ahora está muy enferma. Fuese a donde fuese en Inglaterra tenía como tres capas de recuerdos unas sobre las otras, y todo me recordaba los viajes anteriores. Y la verdad es que me sentía como si viajase en el tiempo al volver a esos sitios.
PJR: Has inventado una gran cantidad de formas de viajar en el tiempo. Muchas de tus historias giran alrededor de algún tipo, en ocasiones exótico, de viaje temporal.
CW: Es mi tema preferido, y me gusta usarlo una y otra vez.
PJR: En Territorio inexplorado tenemos a una pareja de exploradores que están recorriendo un planeta guiados por un nativo. En ese libro, aparece algo así como una serie de televisión holográfica y los protagonistas pueden ver sus propias vidas en capítulos. Y es interesante, porque en cierta forma se trata de una reescritura del pasado.
CW: Sí, es una versión atenuada de lo que realmente sucedió. En Territorio inexplorado hay dos personajes que exploran un planeta, y me inspiré en el oeste americano. En el oeste americano había exploradores de verdad y había novelas populares escritas sobre ellos: Búfalo Bill, Kit Carson, Calamity Jane…, y esas historias no se parecían en nada a la vida de esa gente. Eran versiones más románticas de sus vidas. Yo intenté hacer lo mismo, pero aunque las versiones en vídeo que ven los personajes de Territorio inexplorado están cambiadas y son más románticas, la realidad es que esa gente vive de verdad una vida muy romántica: es cierto que él le salvó la vida a ella durante una estampida, y ella realmente le ayudó cuando el se hirió en la pierna. En ocasiones no vemos que a pesar de que nuestras vidas son normales, con peleas y discusiones, tenemos también momentos de romance y aventura en nuestras propias vidas. Y ése era una de los temas sobre los que quería hablar.
PJR: Cortar y pegar es la forma de convertir tu vida en una aventura.
CW: ¡Justo! Es cierto. Y ellos son héroes, pasan la mayor parte del tiempo arrastrándose por el polvo y aguantando al imbécil que les acompaña, pero viven aventuras.
PJR: En ese libro hay un detalle interesante. Uno de los exploradores es una mujer…
CW: Sí, pero no lo digo.
PJR: Exacto, no te das cuenta hasta la mitad del libro de que se trata de una mujer. Y curiosamente ella se queja de que nadie la identifica como mujer, algo que le pasa también a los lectores.
CW: Sí, es una de las ideas importantes.
Algo que me interesa como escritora es la diferencia entre apariencia y realidad. ése es el núcleo de los cuentos de hadas: tienes a la bella y la bestia; personas que tienen un aspecto horrible son buenas en su interior y personas hermosas son realmente malas. Y los cuentos de hadas siempre te dicen que no confíes en las apariencias sino que mires a la realidad interior. Opino que nuestra sociedad, especialmente ahora, es muy culpable de preferir la apariencia más que la realidad y es incapaz de ir más allá de la apariencia hasta la realidad. En ese libro quería tratar parcialmente ese tema: la gente hace suposiciones. Nunca te digo que es una mujer, pero tampoco hago nada para contradecir esa posibilidad. El lector hace suposiciones propias.
PJR: Desde cierto punto de vista es una historia muy feminista.
CW: Sí, pero no creo que en una forma desagradable o llena de odio, porque realmente no me gusta mucha de la ciencia ficción feminista que leo; por una parte porque creo que se trata de darle a la gente en la cabeza, y por otro lado, porque no creo que el mundo sea simple. Lo que siempre encontrarás en mis libros es que continuamente digo: «las cosas no son simples: una persona puede ser buena y mala, los hombres pueden ser enemigos y amigos, la gente puede tener las mejores intenciones y cometer atrocidades, las cosas son complicadas».
Creo que las relaciones entre hombres y mujeres son muy complicadas, y no pienso que los hombres sean malos y las mujeres buenas, y tampoco creo que los hombres sean buenos y las mujeres malas. En la relación de Territorio inexplorado, ella cumple los estándares feminista: se dedica a explorar un planeta, es dura, es lista y puede cuidar de sí misma, pero también tiene una relación llena de amor y afecto con su compañero, y ella moriría por él y él moriría por ella.
No hay libros sobre el matrimonio. Hay libros donde aparece el matrimonio, pero la mayor parte de los libros no tratan sobre el matrimonio, tratan sobre el romance o la rotura del matrimonio, pero casi nadie habla sobre matrimonios felices que están en el medio. Pensé que sería divertido escribir una historia sobre un matrimonio, y esa es la relación de los protagonistas en Territorio inexplorado.
Hace poco me mostraron un chiste sobre la historia de las bitácoras. No le encontré demasiada gracia y me pareció muy fácil (es decir, usaba la primera idea). Vamos, que me pareció un chiste que trabajándolo un poco se podía hacer mejor. Y sí, claro, así era: