El museo de los parásitos
Confieso que una de mis razones para desear visitar Tokio (estoy ahorrando) es pasar por el museo Meguro de parásitos. La cosa se me quedó grabada desde que leí un par de libros sobre parásitos (Parasite Rex de Carl Zimmer y New Guinea Tapeworms and Jewish Grandmothers: Tales of Parasites and People de Robert S. Desowitz) mientras simultáneamente programábamos un viaje a Japón, que no pudo ser, y en una de las guías encontré el museo.
Bueno, a lo que iba. Me he encontrado con Friday Parasite #41: The Parasite Museum que ofrece una idea de lo que es visitar el museo:
But the one thing that really makes the exhibits work is that most of them contain real specimens. Specimens are displayed in jars, petri dishes, embedded in lucite, and spread out on wall mounts (like the 28 foot long tapeworm pulled out of a Japanese man who ate an infected Pacific salmon). Some of them are (disturbingly) preserved in situ so you can see how they affected their host’s tissues. The museum’s website claims that they have 300 specimens on display, but it seemed like far more, especially with an 11 year old along who loudly proclaimed exactly how gross each one looked.
Por cierto, en la tienda del museo venden varias cosas chulas. Aparte de camisetas con parásitos, también venden un llavero del que cuelga un Anisakis de verdad. Lástima que no vendan por internet. Se lo tendré que pedir a Antonio la próxima vez.
(vía The Loom)