#13 Living Lost: Why We’re All Stuck on the Island de J. Wood

Living Lost: Why We’re All Stuck on the Island es un libro sobre la serie de televisión Perdidos escrito conociendo el final de la segunda temporada y con alguna referencia al comienzo de la tercera. Es por tanto, un libro que intenta explorar una obra que no sólo no estaba terminada, sino a la que le faltan al menos tres años para acabar. Considerando que en Perdidos cada final de temporada redefine la serie, hace falta ser muy valiente para intentarlo.

Sabiamente, el autor define Perdidos como una serie donde las preguntas son mucho más importantes que las respuestas. Es decir, lo divertido de ver Perdidos es interrogarse sobre lo que sucede en la serie y sobre su naturaleza final, es deleitarse en la incertidumbre. Tiene toda la razón que exigirle respuestas es no haber entendido la naturaleza de la serie que se parece más, en su comparación, a Godot o al monolito de 2001. A ese respecto, hace referencia a cómo la serie logra crear una obsesión, con seguidores que aspiran a rebuscar todos sus secretos.

Por tanto, salvando así la objeción del primer párrafo, lo que hace el autor es sobre todo examinar los mecanismos empleados en la serie para crear su ambiente, su tremenda densidad narrativa. Por ejemplo, tenemos todo tipo de dualidades en la que unos personajes se encuentran con versiones de sí mismos, las extrañas relaciones entre padres e hijos, el uso de inversiones e imágenes especulares, la contraposición entre fe y razón, los nombres cargados de sentido, los juegos con los espectadores o el gran número de referencias literarias (un apartado lo dedica a comentar los libros que han aparecido en la serie). Los guionistas van combinando esos elementos para crear una apasionante dinámica entre personajes que, en el fondo, es lo que sostiene la serie. Ésta es la parte más interesante del libro.

La parte más endeble probablemente se refiera al final mismo del análisis cuando se pasan a intentar ver la serie como un reflejo del mundo posterior al 11 de septiembre. Quizá sí, o quizá no, pero la argumentación del autor no es lo suficientemente convincente. Una posible interpretación es que cualquier narrativa como la de Perdidos se ajusta muy bien al mundo posterior al 11 de septiembre, de la misma forma que Casandra de Christa Wolf parece corresponderse muy bien a nuestra época -con su descripción de cómo el poder aspira a justificar lo injustificable- cuando en realidad se escribió en otras época diferente.

En cualquier caso, a pesar de ese defecto, es un libro que vale la pena leer si te gusta Perdidos

[50 libros] 2007

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