El maravilloso mundo del futuro de 1999
En Boing Boing me encuentro este gran vídeo de 1966 sobre el maravilloso mundo del futuro de 1999, cuando tendríamos terminales en casa que nos permitirían hacer la compra sin movernos de la silla, pagar las facturas online e incluso comunicarnos con todo el mundo con nuestra propia oficina de correo. Como predicción no está nada mal. Pero como dice el artículo, les fallan los roles sociales, ya que sigue asumiendo la misma división sexista: la mujer gasta y gasta mientras el maridito se preocupa por las facturas. Es el problema perenne de la ciencia ficción: predecir la tecnología lo hace más o menos bien, salirse de los estereotipos sociales se le da bastante peor.