Timewarp
«Timewarp», una de mis canciones favoritas de una de mis películas favoritas. Es una forma como otra cualquiera de redimir Star Trek.
(vía Pharyngula)
«Timewarp», una de mis canciones favoritas de una de mis películas favoritas. Es una forma como otra cualquiera de redimir Star Trek.
(vía Pharyngula)
Jekyll es una serie de televisión (seis episodios por el momento) que continúa y reinventa la historia del doctor Jekyll y el señor Hyde. Es uno de esos ejemplos de gran televisión británica: bajo presupuesto compensando por buenos guiones, ingeniosos y frescos, con exquisitos toques de humor, diálogos espléndidos y una historia muy bien engarzada que sabe mantener el suspense y resolver las preguntas. Y lo mejor de todo: unos actores que se salen, sobre todo el protagonista. Vamos, una gozada que hemos disfrutado enormemente. La descubrí gracias a Rafael Marín (para que luego digan que las bitácoras no sirven para nada).
El doctor Tom Jackman es un señor normal, casado y con dos hijos, al quien se le empieza a manifestar otra cara de su ser (cuando empieza la serie, lleva ya seis meses así). Su otro yo es un ser sin inhibiciones, de fuerza sobrehumana y dispuesto a arrancarte la cabeza a la mínima. El señor Hyde, que al principio no sabe que se llama así, es un niño en el cuerpo de un superhombre. Jackman ha montado todo tipo de medidas de seguridad para proteger a su familia y mantiene un precario acuerdo con su otro yo, pero pronto su mundo se va a desmoronar por completo. Y eso sin contar que un grupo misterioso parece saber más de él que él mismo y le persigue por todas partes, intentando resolver una conspiración de más de 100 años. El comienzo del primer episodio es un ejemplo de arranque soberbio de una serie, sumergiéndote de cabeza en el mundo de la narración y planteando muchas preguntas.
Los actores están muy bien. Hay una serie de secundarios impresionante que hacen un papel glorioso cada vez que salen. Pero mención especial merece James Nesbitt que interpreta a Jackman y a Hyde (y, cuando sale, al Jekyll original). Entre Jekyll y Hyde hay muy pocas diferencias físicas y la transformación es casi por completo puro trabajo del actor. Variando la voz, la postura, la forma de andar, los gestos y demás, consigue crear dos personajes completamente diferentes que sin embargo comparten aspecto físico. A destacar la voz impresionante que se gasta, capaz de amenazar con amabilidad. El doblaje de series suele ser penoso, pero en este caso será un crimen. Su Hyde va se mueve entre el niño grande y el animal depredador. El doctor Jackman es un hombre normal enfrentado a una situación imposible. Hyde empieza siendo una caricatura -ni siquiera le interesa su origen- que acaba aprendiendo a ser adulto.
El guión es de Steven Moffat y está lleno de ocurrencias, frases ingeniosas («El amor es un psicópata»), giros continuos y golpes de efecto muy bien logrado. Incluso consigue dar una nueva interpretación al mito de Jekyll y Hyde sin traicionarlo.
La edición en DVD sólo tiene subtítulos en inglés. Los extras son un par de documentales (sin subtítulos) y comentarios (también sin subtítulos) al primer episodios y al sexto (por cierto, que el sexto tiene también un arranque muy bueno).
Los que conozcan South Park y a Alan Watts podrían pensar que son incompatibles. Sin embargo, aquí tenemos la filosofía de Alan Watts animada por Trey Parker y Matt Stone.
Alan Watts es mi místico favorito. Cuando me pongo espiritual corro a leer uno de sus libros.
(vía 37signals)
Dead End es un juego de cartas no coleccionable (120 cartas) creado por Ángel Paredes y Manuel J. Sueiro, e ilustrado por David Llorente.
La temática es muy simple: la ciudad se nos ha llenado de zombies y hay que escapar:
Dead End es juego de cartas no coleccionable en el que cada jugador maneja un grupo variopinto de supervivientes que refleja los clichés del subgénero del cine de terror de zombies tratando de escapar del pueblo. No solo tendrán que enfrentarse a la amenaza de los zombies, ¡sino que los otros supervivientes tampoco van a ponerles las cosas fáciles!
Para escapar tendrán que pasar por diversas localizaciones y conseguir armas, vehículos y objetos necesarios para huir del pueblo. El primer jugador en conseguirlo será el ganador y los demás carnaza para los zombies.
Ya está a la venta (o eso dicen). Tiene pinta de ser divertido.
Como se preveía, Apple renovó su línea iMac remozando el diseño y variando un poco las características. Las máquinas le han quedado chulas y supongo que ya estoy un paso más cerca de abandonar definitivamente el mundo Windows. Sólo necesito la nueva versión de Word y no tendré excusa.
Creo que ya puestos, lo ideal sería el modelo de 24». Ya tengo un TFT de 19 por ahí, con lo que seguiría con mis dos pantallas de ahora. El modelo más alto viene con dos gigas de RAM, que me parece lo mínimo. Me hace mucha ilusión el tera de disco duro (mi primero PC tenía un disco duro de 20 megas, y creo que se me ha quedado clavado en la psique), pero sale un pelín caro.
My First Mac es una página muy interesante si estás considerando pasar de PC a Mac. Tuve la suerte que muchos de los consejos iniciales ya me los dieron mis amigos maqueros (haylos), pero otros apartados del sitio me están resultando muy interesantes.
(vía Applesfera)
Me gustó mucho la serie de televisión de MPD – Psycho. Por el momento el manga parece más convencional, pero quedan muchas páginas.
Nunca entenderé cómo puedo estar de acuerdo con un individuo como Orson Scott Card. Pero ahora que habla sobre el último libro de Harry Potter, es la cuarta o quinta vez que me pasa. No me resisto a citar:
The elitists think they’re helping themselves when they attack a book that everybody loves. I’ve read comments about how the Harry Potter books are «full of cliches» or «not real literature.»
But as far as I can tell, this only proves that the critics who say such things are incompetent: They are no longer capable of reading as members of our culture. They are aliens; they have emigrated; they live in another world, and it’s time for us to stop paying attention to them.
They don’t know what «cliche» is – or they wouldn’t have uttered the cliche of saying that a work of popular literature is «full of cliches.» They wouldn’t recognize real creativity if it set up housekeeping under their kitchen table – they are still calling «experimental» academic-literary novels that are trotting out the same experiments that were done by James Joyce and Virginia Woolf.
If you love the Harry Potter books, then you are part of the best of contemporary American literature, not because the books have sold so phenomenally well, but because they are so phenomenally good, and millions upon millions of people have recognized it.
Lo he encontrado gracias a Sara.
Primero, Battle Royale, la novela de Koushun Takami, preparándome para ver la película. Japón ganó la segunda guerra mundial y ha formado la República de la Gran Asia Oriental, un estado fascista de mucho cuidado que sigue considerando a Estados Unidos como el enemigo y donde la música rock está prohibida (curiosamente, en España mucha gente parece creer que las repúblicas son automáticamente democráticas):
Compré Jekyll porque Rafael Marín la recomendó. No es que compre todo lo que recomienda Rafael Marín, pero si él lo recomienda tiene muchos puntos. Hoy recibí la serie y la puse en el MacBook a ver qué tal empezaba (empieza muy bien) y vi el nombre del guionista: Steven Moffat. Me puse a pensar de qué me sonaba tanto ese nombre. Mirando en la IMDB, resulta que el tío ha escrito cuatro de los mejores episodios de Doctor Who (joyas impresionantes como «Blink» o «Girl in fireplace»). Además, fue uno de los guionistas (por lo visto, junto con su padre) de una de mis series preferidas Press Gang. Vamos, que Jekyll no podría venir más recomendada.