Regalo

Ha habido muy bueno intento. En el año 2005, JJ me prestó un libro de 1.000 páginas que todavía no he leído ni le he devuelto; no pierdo la esperanza. Ese mismo año, Kirai me recomendó una novela sobre el samurai Mushashi con el mismo pérfido fin; novela, por cierto, que me apetece mucho leer. Los dos pretendían que no llegase a los 50 libros leídos en un año.

Pero nunca nadie había llegado al extremo de Juan Diego Gutiérrez Gallardo quien aprovechando mi cumpleaños me ha regalado Otherland de Tad Williams. Parece –no tengo forma de comprobarlo- una novela de casi 4.000 páginas dividida en cuatro volúmenes (no tengo forma de comprobar si es una única novela. Las páginas las he sumado por encima). 4 veces el esfuerzo de JJ, ahí es nada.

DSC07404

Todavía no sé de qué va. Sólo el párrafo resumen de la contraportada tiene 137 páginas y todavía no he acabado de leerlo. Además, en internet hay quien especula que realmente se trata del libro de la arena borgeano. Aunque sus páginas son simplemente numerables.

Por cierto, que los libros como ladrillos bien alineados resultan irresistibles para las manos infantiles.

DSC07407

Una curiosidad. Los libros están dedicados al padre de Tad Williams, quien aparentemente no lee ficción (el padre) y por tanto no se entera de que los libros le están dedicados. Desde ahora considero que el padre de Tad Williams es un ser superior y que ha alcanzado un estado al que yo quiero llegar algún día. Pero la carne es débil y debo leer ficción de vez en cuando.

Continuar leyendoRegalo

La guerra civil de Antonio Catalán

El creador y productor de juegos Antonio Catalán ha anunciado la próxima edición de su juego La guerra civil, un juego para dos jugadores. Vendrá con cartas, tablero y fichas de ejército. Costará unos 36 euros. Se trata de un wargame ligero con la sencillez de un juego de estilo europeo.

La guerra civil

Parece uno de estos juegos con chicha pero que no exigen años de estudio. Promete.

La Guerra Civil, de Antonio Catalán – nuevo juego anunciado
La Guerra Civil. Y si…_
Juego de tablero de la Guerra Civil Española
LA GUERRA HA TERMINADO

Continuar leyendoLa guerra civil de Antonio Catalán

9 de cada 10 historiadores del futuro están de acuerdo: el mundo cambió el 29 de junio de 2007

El 29 de junio de 2007 cambió el mundo.

El 29 de junio de 2007 todos nos volvimos más alto, más guapos y más rubios.

superclusterEl 29 de junio de 2007 un piso de 300 metros cuadrados (amueblado) en el centro de Madrid pasó a costar 20 euros.

El 29 de junio de 2007 se acabó hacer cola en los dentistas y tener que limpiar el filtro de la secadora.

El 29 de junio de 2007 cientos de especies animales que se creían extinguidas aparecieron de pronto vivitas y coleando en una isla del Pacífico, tras haber montado una sociedad utópica en la que todas ellas vivían en armonía; el cordero con el león y esas cosas.

El 29 de junio de 2007 se disparó el último tiro en una guerra. Desde entonces, los tanques se usan como convenientes indicadores de salidas de las autopistas.

El 29 de junio de 2007 nació el primer inmortal. Murió 300 años después, pero ser el primero no se lo quita nadie.

El 29 de junio de 2007 se recibieron los primeros 300 millones de mensajes de civilizaciones extraterrestres. Todos daban las gracias por el pescado, pero por algo se empieza.

El 29 de junio de 2007 varios supercúmulos de galaxias decidieron ir marcha atrás, hartos de la expansión acelerada.

El 29 de junio de 2007 cambió incluso el valor de las constantes fundamentales.

En suma, el 29 de junio de 2007 se produjo un acontecimiento como el universo no veía desde la inflación.

Continuar leyendo9 de cada 10 historiadores del futuro están de acuerdo: el mundo cambió el 29 de junio de 2007

El meme de Shoomo

Pedrojar me lanza el meme de Shoomo, que incluye concurso y todo. Entre los que lo sigan, sortean dos noches de hotel gratis. Aunque parece haber una pequeña ambiguedad sobre a cuántos amigos hay que enviarlo. Pero nada, aquí vamos:

El meme de Shoomo: gana un fin de semana gratis

ShoomoBlog, la bitácora de Shoomo, primera Red Social de Compras española, cuenta que esta comunidad regala un fin de semana gratis para dos personas, en un hotel de una ciudad española a elegir, entre todos los que contesten a este meme en su blog o página web y cumplan los requisitos (enviárselo a 5 amigos, mantener los enlaces para saber quién ha seguido la cadena, ser usuario de Shoomo y contestar antes del 20 de junio de 2007).

-¿Compras habitualmente por Internet?
Continuamente. En esta casa descubrimos hace tiempo que comprar por internet tiene muchísimas ventajas. Para empezar, hay más variedad. Además, te tardan lo mismo que si lo pides en la tienda (o menos) y el precio suele ser más ajustado. Y como guinda, no tienes que tratar con el empleado de la tienda que normalmente no sabe de qué le estas hablando y tampoco tiene mayor interés en venderte. Exceptuando algunas excepciones en cada lado, la experiencia online es mejor.

-¿Contratas tus viajes a través de Internet?
A veces. Depende del viaje y de las circunstancias. En general, es uno de los pocos puntos donde la experiencia online no es mucho mejor que la tienda física. Por otra parte, sí uso mucho la red para planificar el viaje y demás: buscar el hotel, medir distancias, localizar puntos de interés. Google Earth rules.

-¿Qué tres ciudades españolas te gustaría visitar si te tocara el premio?
Fácil: Santa Cruz de Tenerife, Sevilla y Barcelona. En una no he estado. En las otras dos me apetece repetir.

Le paso el testigo a Davidgp, fernand0, JJ, CP y rvr.

Continuar leyendoEl meme de Shoomo

Diario a bordo del Beagle

No es el Beagle estelar, sino uno mucho mejor, el Beagle de Darwin. Una bitácora donde se van traduciendo las entradas de su diario en tiempo real pero algo retrasado.

Darwin

Algernon ha escrito una interesante entrada sobre los problemas para implementar algo así (una bitácora con entradas fechadas en el primer tercio del siglo XIX) con WordPress.

Continuar leyendoDiario a bordo del Beagle

El señor Mee de Andrew Crumey

Publicado originalmente en El archivo de Nessus, 2002.

El señor MeeUn encantador viejecito, bastante ingenuo y erudito, que vive al cuidado de una de esas asistentas que debe asegurarse de que coma, descubre un día, después de una serie de coincidencias borgeanas, una referencia a la misteriosa Enciclopedia Rosier. Desesperado por saber más de ella, sigue el consejo de sus asistenta y decide buscar en Internet (después, claro, de la obligada compra y adecuada configuración de un ordenador). Lo que se encuentra es la fotografía de una señorita desnuda que lee con interés el libro Ferrand y Minard: Jean-Jacques Rousseau y la búsqueda del tiempo perdido.

Simultáneamente, el autor del libro mencionado (Ferrand y Minard: Jean-Jacques Rousseau y la búsqueda del tiempo perdido) tiene sus propios problemas y reflexiona sobre su vida y el libro que quería escribir (¿El señor Mee?) mientras entra y sale de consultas médicas y recuerda a la señorita que fue su amante y que parecía haber entendido muy bien su libro (Ferrand y Minard: Jean-Jacques Rousseau y la búsqueda del tiempo perdido).

Y mientras tanto, no hay dos sin tres, en el París de mediados del dieciocho, dos copistas, Ferrand y Minard, se conocen en un encuentro que haría las delicias de Flaubert y forjan una amistad cuyas consecuencias no son capaces de medir. Amistad que se tensa cuando deben huir de París aparentemente perseguidos por las autoridades que desean apropiarse del libro que han estado, en un encargo bastante misterioso, copiando: la Enciclopedia Rosier.

Valoración: 4 estrellas de 5

Ediciones Siruela. Madrid. 2001. Título original: Mr Mee (2000). Traducción: José Luis López Muñoz. 348 páginas. ISBN: 8478445722.

Y como era de esperar, van a dar junto a la casa de Rousseau, al que, primero sin desearlo, le hacen la vida imposible.

El señor Mee es la cuarta novela de Andrew Crumey, este escocés dedicado a retorcer los textos literarios a la manera de Calvino o de Borges. También, es la mejor de la cuatro.

La primera, Music, in a foreign language era una especie de combinación, no demasiado exitosa, entre Si una noche de invierno un viajero y 1984 en la que por medio de una historia dentro de una historia dentro de una historia dentro de una historia recurrentemente conseguía perder, con anuencia, al lector.

Sus dos obras posteriores se apartaban de la visión realista cruda de la primera y trataban más de un cierto mundo fantástico. Pfitz trataba de ciudades inexistentes y D’Alembert’s Principle… pues de eso, del Principio de D’Alembert (también, por cierto, un tríptico).

Pero es en El señor Mee donde consigue su más perfecta mezcla entre la obra autorreflexiva que se comenta a si misma, y la trama compleja llena de escaleras que suben hacia abajo y bajan hacia arriba. Pero El señor Mee es también una novela tremendamente divertida, lleno de ingenio juguetón, donde los juegos narrativos divierten al lector que se encuentra preguntándose a dónde va a parar todo esto. Es una novela filosófica, sí, pero también es un juego filosófico que arranca más de una sonrisa.

¿Qué dice la misteriosa Enciclopedia Rosier? Aparentemente, por lo que se puede reconstruir a partir de las pistas que se dan, trata de un temprano descubrimiento de la mecánica cuántica, de la realidad efímera y fantasmagórica de la… bueno, de la realidad.

Y, sin misterio ninguno, de eso va precisamente El señor Mee.

Andrew Crumey, que es físico teórico, se me olvidaba comentarlo, no escribe novelas donde aparecen misteriosos fenómenos físicos, tampoco escribe novelas sobre la vida de los científicos que estudian misteriosos fenómenos físicos, lo que escriben son novelas que en sí mismas son fenómenos físicos.

El señor Mee es una deliciosa novela cuántica. Extraña, sorprendente, donde la existencia no está nada clara, donde la riqueza puede aparecer de la nada, donde un personaje puede ser y no ser. En la que las ondas de probabilidad pueden viajar de una página a otro para hacer, en su confluencia, que lo imposible sea inevitable.

Y en la que puede, por cierto, asombrosamente, recuperarse el tiempo perdido.

Continuar leyendoEl señor Mee de Andrew Crumey

1 pregunta: Fabrizio Ferri Benedetti

La cosa humedaFabrizio Ferri Benedetti, «Algernon» (como el ratoncito de laboratorio de Flores para Algernon), responsable de La cosa húmeda, responde a esta entrevista de una pregunta.

¿Cuál es tu visión del cine italiano?

Creo que el cine italiano tiene cuatro etapas. La primera es la del cine del bueno, en blanco y negro, que viene a resumirse en las buenas películas neorealistas de los ’50 (Visconti, De Sica, Rossellini, Antonioni), el cine de Pasolini, etcétera. La segunda etapa es la del color, con la Commedia all’Italiana sesentera de Dino Risi, Mario Monicelli, y actores como Mastroianni o Sofia Loren. Supone también el nacimiento del trash. Luego está la etapa de los ochenta y noventa, con películas en su mayoría terribles, la crisi del cinema (que no evitó que naciera una de las mejores revistas italianas del sector, Ciak). Y, finalmente, tenemos la etapa del siglo XXI, con cine de autor hecho por los cuatro mataos de siempre, los de los ochenta, pero más ancianos (Verdone en varias salsas, Tornatore, Pieraccioni, y otros directores toscanos, además de los supervivientes residuales, ya con un pie en la tumba).

Para mi, la esencia del cine italiano es fundamentalmente trash y kitsch. Siempre he desconfiado un poco de los directores italianos que se tomaban demasiado en serio – especialmente Pasolini (con perlas como Salo, resulta comprensible). Como mucho cine de autor europeo, el cine italiano de autor no es a veces un espectáculo para todos los paladares, aunque el Neorealismo le haya dado una dimensión más humana. Las incursiones en géneros como la ciencia ficción (Mario Bava) o el terror (DariO Argento) han sido siempre muy escasas. Por suerte sí existe la brocha gorda en el cine italiano, y en cantidades industriales.

Me refiero, como no, a las comedias sexy de los setenta y principios de los ochenta, con actores secundarios inolvidables, de rostros a menudo monstruosos, caricaturescos, feísimos. El cine de los pedos y los desnudos vulgares, de las hostias dadas con sonidos grabados y de los efectos especiales improbables, un cine cuyos símbolos más conocidos son Alvaro Vitali y Edwige Fenech. Esta corriente cuenta con dos padres prestigiosos, a mi entender: Federico Fellini y Sergio Leone. Su herencia cinematográfica, debidamente diluida en una sucesión de vástagos mutantes, ha acabado por engendrar una descendencia numerosísima de películas mediocres en su día, y ahora recicladas como un género aparte, históricamente significativo y sin duda disfrutable. De Fellini se ha tomado el gusto por la burla y lo grotesco, por los personajes excesivos (quien ha visto «Amarcord» sabrá a qué me refiero), lo absurdo y lo tragicómico, siempre con toques de folklore local; de Sergio Leone se ha tomado el alma del Spaghetti Western (estilo plagiado en docenas de filmes zarrapastrosos) y un lenguaje parodiado hasta lo inverosímil. Es este cine setentero que Quentin Tarantino alabó recientemente en Cannes, levantando duras respuestas por parte de los autores italianos «serios»:

Las nuevas películas italianas son deprimentes. Las películas que he visto en los últimos tres años parecen todas iguales, sólo hablan de: chico que crece, chica que crece, pareja en crisis, padres, vacaciones para disminuidos psíquicos. ¿Qué ha pasado? He querido mucho al cine italiano de los años 60 y 70, y algunas películas de los años 80, y ahora siento que todo eso ha terminado. Una auténtica tragedia

Así que si me preguntan cuál es la primera imagen del cine italiano que puede venirle a la cabeza a un italiano… la primera respuesta sería probablemente un fotograma de una película de Fantozzi, de los hermanos Vanzina o una de las tantas comedias con Alberto Sordi, la pareja Bud Spencer y Terence Hill, Renato Pozzetto y compañía. Y es que la seriedad está muy bien, pero la risa se recuerda mejor.

Continuar leyendo1 pregunta: Fabrizio Ferri Benedetti

El periplo de Haruki Murakami

Haruki MurakamiDescubrí a Haruki Murakami en una librería. Lo comento porque para mí es muy extraño descubrir a los autores en las librerías. Normalmente, los libros los compro después de saber de ellos. Los suelo descubrir leyendo bitácoras, aunque veces pasa también en un suplemento cultural. En cualquier caso, allí estaba yo, en la librería, repasando los libros. No tengo claro por qué lo hacía; quizá estuviese buscando un regalo de cumpleaños. Da igual, la cuestión es que di con un nombre claramente japonés y un título tremebundo: Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. ¿Quién no se pararía ante semejante título? Sobre todo, cuando prácticamente bailaba en un lomo enorme.

Me pareció interesante.

Me lo llevé.

Quedé enganchado.

cronicaEntrar en una novela de Haruki Murakami es entrar en un mundo fantástico que refleja fielmente nuestra realidad. Sé que parece paradójico, pero ésa es la magia. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo es en el fondo la historia de una relación de pareja, de una separación en malas circunstancias. Pero a su alrededor se mueve un torbellino, casi siempre silencioso, que va involucrando aspecto cada vez más amplios de la sociedad y que se va tornando cada vez más fantástico. Lo que comienza con la historia de Tooru, un hombre que ha perdido a su esposa, un tipo más bien parado, acaba derivando en una reflexión sobre la corrupción política y la incapacidad de Japón para aceptar su pasado agresor. El ritmo es lento y pausado, el protagonista vaga en busca de su esposa encontrando una plétora de fascinantes personajes, pasa largos periodos en el interior de pozos (una imagen que se repite en toda la obra de Murakami) y en general recorre una geografía distorsionada, un mundo ligeramente aberrante, pero exactamente igual al nuestro.

Ése es el secreto de Haruki Murakami: puede que sus universos narrativos contengan elementos fantásticos, o que sigan lógicas algo caprichosas, pero es que nuestro universo real es exactamente así en cuanto lo describimos proyectado sobre nuestra mente, en cuanto lo describimos desde nuestra percepción particular. El protagonista de Murakami puede quizá atravesar los muros de un pozo para llegar a otro lugar; pero el muro sólo estaba en su mente y el nuevo espacio es producto de nuestra geografía habitual. Por fantástica que sea, la historia es siempre de aquí y ahora. El narrador de Murakami no es objetivo, más que nada porque en la realidad no hay narradores objetivos. Como explica magistralmente Jay Rubin, traductor al inglés de Murakami y autor del excelente Haruki Murakami and the Music of Words, lo fantástico de su universo es el fantástico que se encuentra en el interior de cualquier cerebro humano.

Al sur de la frontera, al oeste del solEl efecto que produce el autor queda más claro en el caso de Al sur de la frontera, al oeste del sol, que he releído recientemente y que es una de mis novelas preferidas de Murakami. Cuenta una historia que aparentemente no tiene nada de problemática. Hajime, de 37 años, es un hombre de éxito: propietario de dos bares de jazz, casado, con dos hijas. El éxito de su vida es un hecho objetivo que el mismo admite. Pero le falta algo, una chispa, un inefable que sólo se puede encontrar al sur de la frontera; es decir, moviéndose de lado, en lugar de seguir adelante, hacia el oeste del sol. Ese algo es el recuerdo de una amiga de infancia que tuvo a los doce años, una chica -Shimamoto- retraída como él, con un defecto en una pierna que la aislaba aún más. Fue su verdadero amor, aunque la relación no se consumó nunca. Y el recuerdo está matizado por otra relación posterior, que acabó tan mal que destrozó la vida de la otra muchacha.

Al principio, Al sur de la frontera, al oeste del sol parece ser una novela sobre la crisis de los 40. El personaje protagonista narra su situación vital en primera persona y va contando sus insatisfacciones. Un día, la amiga de la infancia entra en su bar –de todos los bares posibles en todas las ciudades del mundo- y la relación se reinicia. Pero la sospecha insistente del lector es que esa mujer realmente no existe, que esa relación sólo transcurre en la mente del protagonista o que como mucho podría ser una forma retorcida de venganza. Después de todo, la acción se describe desde el punto de vista de Hajime y elementos que parecen sólidos podrían ser totalmente evanescentes. ¿Está tan insatisfecho con su vida que está imaginando toda una aventura? ¿Cree de verdad poder retomar el pasado?

Pero la magia de la novela se produce justo al final. Durante casi doscientas páginas, Hajime nos ha hecho creer en su compleja vida interior, en sus padecimientos algo patéticos por no tener lo que realmente quiere. Pero de pronto, su esposa –hasta ese momento una mujer que permanece de fondo y que da la impresión de ser algo simplona- se revela como un personaje complejo, lleno de heridas, con un pasado que desenmascara a su marido como un llorica que no ha sufrido nunca, que desarma las pretensiones de Hajime, que revela su crisis de mediana edad como un gesto infantil y patético. Y es ella precisamente la esposa, en un eco de Tanizaki, el personaje que al final se comporta con más madurez.

En la literatura fantástica de Murakami siempre hay algo más. Lo que vemos no es exactamente todo lo que hay. Un día podemos abrir una puerta y encontrarnos en un mundo desconocido. Un día podemos descubrir nuestra capacidad para atravesar muros. O simplemente un día descubrimos que las personas que nos rodean poseen personalidades tanto o más complejas que la nuestra, que no son meras comparsas de nuestra existencia, que incluso es posible que sean protagonistas de sus propias historias. El protagonista de Murakami habla desde su yo. Pero no está aislado.

Libros de Haruki Murakami.

Continuar leyendoEl periplo de Haruki Murakami

Tobynstein de J. M. Allué

Tobynstein es un nuevo juego de cartas creado por J. M. Allué. Lo editará próximamente Perra Comics junto con el sello Homoludicus (que publicó hace poco Café Race de Fran F G). El autor describe el juego la caja como estilo Ciudadelas:

En Tobynstein cada jugador debe decidir qué hará cuando llegue la noche:excavar en el cementerio, coser los trozos de cuerpo conseguidos o intentar robar a los demás.
Durante sus expediciones nocturnas encontrarán desde ciudadanos enfurecidos y espíritus animales a valiosos objetos que los ayudarán a conseguir su objetivo.

tobynstein.jpg

La verdad es que tiene pinta de ser divertido.

TOBYNSTEIN – AVANCE
TOBYNSTEIN, de J.M. Allué – nuevo juego anunciado
>> Tobynstein. Levántate y juega_

Continuar leyendoTobynstein de J. M. Allué

Contra el doblaje

Últimamente no hace ni falta escribir las entradas. «Las voces de Nicholson, Brando
y Caine no son la misma
«:

Cuando te acostumbras a ver una serie con subtítulos, y un año más tarde la reponen por TVE doblada, te da un asco tan grande, pero tan grande, que no entiendes cómo has podido pasar veinte años oyéndolo todo de esa forma.

Continuar leyendoContra el doblaje