Lo bueno de estar de vacaciones es que puedes hacer todas esas cosas que querías hacer pero no tenías tiempo de hacer. Aunque tampoco es exactamente así. No es tanto la falta de tiempo para hacerlas, como la falta de tiempo para hacerlas con calma. Es decir, esto mismo de los estantes lo hubiese podido hacer antes exactamente en el mismo periodo de tiempo, pero en todo momento hubiese estado sintiendo la ansiedad de intentar terminar lo antes posible para no retrasarme. Las horas «perdidas» hubiesen sido las mismas, pero la inquietud no me la hubiese quitado nadie.
Sin embargo, al decidir estar de vacaciones, pude ir a la ferretería, mirar los materiales y decidirme por una cosa u otra. La idea es que ya tengo demasiados juegos (98, entre juegos y ampliaciones según mi lista en Boardgamegeek) y apilarlos en el armario ya no era buena opción. Unos estantes, donde se puedan colocar ordenados y desde los que se puedan sacar con comodidad, era mejor opción.
Para que se hagan una idea, éste era el aspecto del armario antes de empezar. Hay pocos juegos, porque estaban acumulados en otra parte.
Unos pocos materiales:
No hay más que colocar las guías:
Y luego decidir dónde van los estantes:
Y ya está:
En total, un par de horitas de trabajo, incluyendo algunas rectificaciones y vueltas atrás (mi hermano lo hubiese montado todo en cinco minutos y le habría sobrado tiempo). Por desgracia, algunos juegos ya no caben en el armario y habrá que ir planteándose otra solución. Pero eso va a quedar para otras vacaciones.