«Eurema’s Dam» es un divertido relato de R. A. Lafferty. Va de un tipo tan absolutamente inútil que tiene que inventar todo tipo de máquinas para que hagan las cosas por él. Por ejemplo, es incapaz de escribir, así que inventa una máquina que se acopla al lápiz y le dejar producir una hermosa letra. Sus invenciones acaban siendo tan importantes que el hombre se convierte en millonario. No les cuento más, pero ahora que lo pienso parece la historia de cualquier millonario de la informática.
Uno de los aspectos curiosos del cuento es su título. ¿Qué significa? Pues la verdad es que tiene su gracia. «Dam» es una palabra muy rara para decir madre. Se aplica a animales, especialmente ganado domesticado. Por tanto, la cosa queda como «La madre de Eurema». ¿Y la tal Eurema? Pues bien, en el cuento se dice que la diosa sintética (o quizá artificial) de la invención. Es decir, que «Eurema’s Dam» es una forma bastante rebuscada de decir «La madre de la invención». Y claro está, la madre de la invención es la necesidad… Y el cuento va precisamente de eso, de que la necesidad es el estímulo de la invención. Una de los juegos típicos de Lafferty, supongo.
Lafferty tiene unos cuentos estupendos. No sé si ahora mismo hay algo disponible, pero es posible que en librerías de segunda mano se puedan encontrar sus antologías Novecientas abuelas y Los seis dedos del tiempo. Cuentos diferentes que vale la pena leer.
Por cierto, investigando un poco acabé descubriendo que «La necesidad es la madre de la invención» (o del ingenio, o de la ciencia) es de Platón, de La República concretamente. Sócrates va a iniciar la construcción del estado ideal y empieza por las necesidades, porque precisamente la necesidad es la madre de la invención.