Making Sense: Philosophy behind the headlines, de Julian Baggini

En el mundo anglosajón parece haber todo un género de divulgación filosófica, es decir, libros claros y sencillos para transmitir los fundamentos de la filosofía -que no su historia- a un público amplio. Es más, tienen al menos dos revistas de divulgación filosófica: THINK y The Philosophers’ Magazine (la segunda es mejor que la primera), simultáneamente accesibles y profundas.

Me parece una corriente curiosa, a la que no acabo de encontrarle correlato en España. Incluso los libros filosóficos más accesibles parecen escritos con bastante rigidez, como si el autor esperase más la censura de sus colegas que el aprecio del lector. En muchas ocasiones, además, siguen la forma de escribir continental, que tiende a la ofuscación (como si tuviesen miedo de que se les entendiese), mientras que los anglosajones parecen sinceramente desear ser comprendidos.

Sea como sea, he leído varios de esos libros recientemente (y tengo todo un montón más por leer) y me encantaría que alguno de ellos se tradujese. Dentro del conjunto, Making Sense: Philosophy behind the headlines de Julian Baggini (director de The Philosophers’ Magazine) es especial al usar las historias aparecidas en la prensa para despertar el sentido filosófico del lector.

Temas como la política, el terrorismo, la guerra justa, la eutanasia, las sectas y demás se analizan por su contenido filosófico y por lo que la filosofía -tal y como la usa el autor- puede clarificar. Esos titulares se prensa se transforman así en discusiones sobre la naturaleza del conocimiento, sobre la fe y la razón, sobre el valor del arte, la ética y demás. Ética y vida privada con el caso Clinton. La naturaleza de la verdad con el vídeo de Bin Laden. El caso Wacko para analizar qué entendemos por religión y qué entendemos por secta. Son temas en los que casi todos tenemos una opinión formada, y por tanto resultan ser un buen punto de arranque.

Pero no se trata de ofrecer respuestas a los problemas planteados por los titulares. De lo que se trata es de usar la filosofía para aclarar las preguntas, y una vez lograda es aparte, el problema se resuelve de otra forma. Por ejemplo, al hablar de los alimentos modificados genéticamente la discusión se centra en lo que entendemos por natural y por naturaleza, o la relación entre lo bueno y lo natural. Pero una vez realizada esa tarea, las decisiones se deben tomar con hechos que se alejan de lo filosófico. La labor es principalmente de cuidadosa aclaración.

Making Sense es uno de esos libros estimulantes, porque te obligan a pensar sobre cosas que das por supuestas. El autor va presentando argumentos a favor y en contra de ciertas ideas o posiciones, y en ocasiones, incluso admite que no hay ninguna posición clara. Pero lo que importa es el proceso en sí de análisis, la voluntad de pretender analizar racionalmente lo que sucede a nuestro alrededor y las noticias del día. El procedimiento al final se describe como doble. Usar la filosofía para aclarar lo que dicen los titulares, pero a la vez, los casos presentados por los titulares cambian nuestras creencias.

Y una cita final:

Philosophical thinking has a role to play in life, but that does not mean it must dominate all aspects of life.

[50 libros] 2006

Esta entrada tiene 5 comentarios

  1. jcantero

    «En muchas ocasiones, además, siguen la forma de escribir continental, que tiende a la ofuscación (como si tuviesen miedo de que se les entendiese)»

    No me extraña nada nada nada…

    Hace un rato me estaban contando historias truculentas de profesores universitarios, y aunque no sean de filósofos en este caso, me temo que el cáncer está generalizado.

  2. Gilbertus

    A mí me gusta Michel Onfray, francés, ergo continental.

    De él leído «Los cínicos. Retrato de los filósofos llamados perros», «Teoría del cuerpo enamorado. Por una erótica solar» y el encomiable «Tratado de Ateología». Su filosofía se podría calificar de materialismo hedonista y libertario. Ahora estoy con el «Antimanual de Filosofía», que precisamente se llama así porque pretende ser lo contrario al tocho habitual que se emplea en la enseñanza secundaria.

    Lo que habéis comentado sobre la ofuscación continental me ha recordado que Onfray abandonó la enseñanza oficial y creó una universidad popular en Caen al considerar que lo que se enseñaba en la primrea era más bien historia de la filosofía que aprender a filosofar.

    No puedo menos que recomendar su lectura.

  3. Pedro

    Lo apunto. Gracias.

  4. Anónimo

    Hola,
    el libro que comentas está traducido: «MAS ALLA DE LA NOTICIA: LA FILOSOFIA DETRAS DE LOS TITULARES»
    Ediciones Cátedra

    Saludos,
    Josep Maria

  5. Pedro

    Genial. Gracias.

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