Un problema para los jugadores de juegos de mesa es encontrar a gente que complete el número necesario de jugadores. La pareja es siempre una opción y éste parece un buen truco:
Cuán tristemente cierto es eso, Pedro.
¿Y porqué será que a las chicas no les gustan nada los juegos de estrategia? Al final he desistido de contar con mi mujer para las partidas: ella acepta condescendientemente, pero su poco entusiasmo le delata. Y echar una partida con alguien que no se sumerge en la atmósfera es como jugar al pilla-pilla con alguien que no quiere escaparse.
Cuán tristemente cierto es eso, Pedro.
¿Y porqué será que a las chicas no les gustan nada los juegos de estrategia? Al final he desistido de contar con mi mujer para las partidas: ella acepta condescendientemente, pero su poco entusiasmo le delata. Y echar una partida con alguien que no se sumerge en la atmósfera es como jugar al pilla-pilla con alguien que no quiere escaparse.